"No sé si vuelva a entrar a una mina"

SEMANA: Colombia está enfrentando varias tragedias mineras que han dejado muchos muertos. ¿Por qué se originan los accidentes en las minas?

PEDRO CORTEZ: Sin lugar a dudas, la falta de seguridad industrial, las conductas inseguras de las empresas y la falta de vigilancia. En el caso de nosotros, la mina se estaba cayendo por sí sola.

SEMANA: Hoy, ¿cómo recuerda el momento en que ocurrió el accidente en la mina?
 
P.C.: Fueron momentos de mucha confusión. A muchos se les reventaron los oídos por la onda explosiva. Además, no se veía nada. Realmente hubo mucha desesperación.
 
SEMANA: ¿Cuál fue el momento más duro?

P.C.: Los primeros 20 días, porque no teníamos comunicación, no teníamos casi comida, con suerte teníamos agua. Además, estábamos desesperados por que la familia supiera que estábamos vivos.

SEMANA: ¿A qué se aferró? ¿Qué le dio fortaleza para mantener el ánimo?
 
P.C.: Mi hija. Pensaba en ella todo el tiempo y me decía que tenía que salir para volver a verla.
 
SEMANA: ¿El principal cambio de su vida luego de esta odisea?
 
P.C.: Aprender a disfrutar las cosas que tenía cerca y no las consideraba como importantes: mi familia, volver a estar más con mi hija, con mis padres, que ya están en una edad avanzada. Disfrutar al máximo no lo material ni lo económico, más bien lo sentimental y lo espiritual.

SEMANA: ¿Volvería a entrar en una mina o a estar en esas profundidades?
 
P.C.: Todavía no sé si vuelva a entrar a una mina, porque no sé la reacción que pueda tener allá abajo. Ahora estamos en tratamiento psicológico, psiquiátrico y tomando pastillas. De repente uno dice sí, pero no está capacitado para entrar a una mina, porque si uno está en el interior y llega algún recuerdo, podría provocar un accidente o hacerme daño a mí mismo.

SEMANA: Muchos piensan que después de una experiencia tan amarga vienen oportunidades para hacer dinero. ¿Ha sido así?

P.C.: No tenemos nada claro. Todos piensan que somos millonarios, que tenemos montones de plata. Eso es mentira, solamente contamos con la plata de la licencia laboral y una que nos dio el empresario Leonardo Farkas. Él, al principio, dio cinco millones de pesos (10.000 dólares) y abrió una cuenta a la que llegaron tres millones de pesos más (6.000 dólares). Esa es toda la que hemos tenido. Nos ha servido para vivir en estos meses que hemos tenido de licencia de trabajo.

SEMANA: ¿Entonces, siguen en el hueco?

P.C.: Por licencia laboral tampoco recibimos mucho, pues es solo el sueldo base. La verdad es que no hemos tenido mayor plata, así muchos piensen que salimos ricos.
 
SEMANA: ¿Qué ve en su futuro?
 
P.C.: Por mi lado, seguir estudiando, pues nos regalaron una beca y tengo 25 años; me queda tiempo para estudiar algo técnico o alguna ingeniería. Quiero volver a trabajar y estudiar. Eso es lo que quiero.