“San Simón debe pagar”

Semana: Pocos saben que la multa que le impusieron a la urbanización San Simón afectó al ministro de ambiente, Juan Lozano, quien vive allá...
Juan Antonio Nieto: No sabía. Esa es una de las muchas acciones que hemos tomado para recuperar la autoridad ambiental en Bogotá.

Semana: ¿Qué es lo que pasa en esa urbanización?
J.A.N.: Vierten las aguas servidas de las casas a los ríos Torca y Bogotá. Poseen un sistema de recolección de aguas residuales tipo vallado (canales rústicos usados en zonas agrícolas para llenarlos con aguas lluvias o ríos cercanos) que genera olores fétidos, enfermedades, ratones, moscas y zancudos. este sistema no es el adecuado. Por eso multamos a la urbanizadora Mazuera y a la asociación de vecinos.

Semana: ¿Qué culpa tienen los que compraron su casa allá?
J.A.N.: ¿Por qué nuestros ríos deben pagar por el abuso de unos constructores? La urbanización sabía lo que debía hacer y no lo hizo. Mientras su sistema de recolección, distribución y transporte de aguas residuales no sea adecuado y eficiente, no podrán seguir vertiéndolas. Las sanciones van a continuar si no hacen lo que no hicieron antes.

Semana: ¿Quién más está en la mira?
J.A.N.: Coca-Cola, que está vulnerado normas ambientales de elemental cumplimiento.

Semana: Pero eso es algo muy serio.
J.A.N.: Sí, y lo saben. Incluso firmaron un convenio con la alcaldía de Lucho Garzón para cambiar, pero eso no les quita el sello de ser una empresa que contamina. Podrá ser muy importante, pero empresas de ese tipo son las que más responsabilidad social y ambiental deberían tener con los bogotanos.

Semana: ¿No suena a una guerra contra el estrato 6?
J.A.N.: Para nada. Nuestra obligación es parar los abusos contra los recursos naturales. Hace dos semanas expedimos los actos administrativos que ordenan la suspensión de actividades de 46 empresas de cárnicos en el sur que contaminaban el río Bogotá. Y no son de estrato 6.

Semana: ¿Qué otra ‘papa caliente’ tiene?
J.A.N.: Muchas, estamos investigando a varios cementerios, especialmente Jardines de Paz, porque aparentemente usaron la ronda del humedal para depositar muertos.

Semana: ¿Al fin cuántas vallas ilegales había en Bogotá?
J.A.N.: Unas 1.100, pero, gracias al proceso que iniciamos, sólo quedarán las que pueden estar. Por ejemplo, una valla en el costado oriental de la avenida séptima jamás podrá tener un permiso.

Semana: ¿No le preocupa pisar tantos callos?
J.A.N.: En lo personal y lo institucional, no. Nos hemos limitado a hacer cumplir las normas ambientales, lograr que los bogotanos entiendan que no son un saludo a la bandera. Además, tengo la fortuna de contar con el respaldo del Alcalde, que sabe que las decisiones que estamos tomando son técnicas y legales.