"Tengo miedo de ser mamá"

SEMANA: ¿Cuántos años tiene?

Yazmín Viviana González: 13 años recién cumplidos.

SEMANA: ¿Tiene novio?

Y.V.G.: Sí. Yo lo quiero mucho. Él tiene 15 años. Llevamos dos años y cuatro meses de novios.

SEMANA: ¿Cuándo empezó a tener relaciones sexuales con él?

Y.V.G.: Cuando ya llevábamos más de un año. Al principio sólo nos tocábamos, nos acariciábamos pero así con el tiempo nos tuvimos más confianza y no resistimos.

SEMANA: ¿Usaron anticonceptivos?

Y.V.G.: No. Nunca los he usado.

SEMANA: ¿Por qué?

Y.V.G.: No sabía que existían. Apenas había oído algo pero uno no sabe cómo usarlos ni dónde se consiguen.

SEMANA: ¿Alguna vez en su colegio le dieron clases de educación u orientación sexual?

Y.V.G.: No, todavía no me han dado esas clases. Deben ser chéveres para aprender.

SEMANA: ¿Cómo se enteraron sus padres de su embarazo?

Y.V.G.: Primero supieron mis suegros, pero después se me empezó a notar porque la barriguita se me creció. Mi mamá me mandó a hacer una prueba de embarazo y se dio cuenta.

SEMANA: ¿Cómo lo tomaron ellos?

Y.V.G.: Se asustaron pero me dijeron que me iban a apoyar en todo y así lo han hecho. En cambio en el colegio, donde hacía quinto de primaria, sí me fue como mal.

SEMANA: ¿Por qué?

Y.V.G.: Porque me sacaron. Me explicaron que yo era un mal ejemplo para mis compañeras.

SEMANA: ¿Y entonces qué hizo?

Y.V.G.: Pues me tocó cambiarme a estudiar de noche. Es distinto, es más duro, pero no me voy a rendir.

SEMANA: ¿Hoy qué siente?

Y.V.G.: Es una mezcla rara porque a veces me siento muy contenta de imaginar a mi bebé, pero también me da mucho miedo de pensar que voy a ser mamá.

SEMANA: Cuando mira su futuro, ¿qué ve?

Y.V.G.: Me veo estudiando, terminando mi bachillerato. Me veo como una profesional, quiero ser veterinaria. Es decir me veo como cualquier mujer madura.

SEMANA: Usted qué cree que es: ¿una niña o una mujer?

Y.V.G.: A veces me siento muy chiquita, pero cuando me miro al espejo siento que la niñez la dejé atrás hace mucho tiempo. Hoy, a mis 13 años y a pesar del nerviosismo me siento como toda una mujer.