ENTREVISTA

"Todo a media luz"

Julio Mario Fernández, de la WWF, habla sobre por qué los colombianos deben apagar las luces este sábado a las 8:30 de la noche durante una hora.

20 de marzo de 2010

SEMANA: ¿Cuál es el objetivo de que todos apaguemos por una hora las luces a las 8:30 de la noche el sábado 27? 

JULIO MARIO FERNÁNDEZ: Que cada individuo manifieste de manera pública su preocupación frente al cambio climático y reitere su compromiso de llevar un estilo de vida más sostenible. La idea es decirles a los líderes del mundo que con acciones tan simples, como ahorrar energía, podemos marcar diferencias muy grandes.

SEMANA: ¿Y ese apagón para qué sirve?

J.M.F.: No se trata sólo de ahorrar energía en una hora. Lo más importante es  el simbolismo para reiterar el compromiso que tenemos con el planeta diariamente.

SEMANA: ¿Cómo comenzó la idea de la Hora del Planeta y qué ha logrado?

J.M.F.: Comenzó en Sydney en 2007, y gracias a su difusión y a otras iniciativas, como el documental de Al Gore, el calentamiento global preocupa a más y más personas.

SEMANA: ¿Es decir que Hugo Chávez ya se unió a esta campaña hace tiempo?

J.M.F.: Bueno... pues eso ya lo había pensado. Podríamos decir que César Gaviria fue pionero con su apagón.

SEMANA:¿Qué luces les puede dar a quienes creen que esto es una pérdida de tiempo? 
 
J.M.F.: Les diría que escuchen nuestros argumentos y los invitaría a reflexionar sobre cómo el cambio climático los está afectando en su vida diaria, no sólo con el exceso de calor, sino con la escasez de alimentos, la retirada de los glaciares y la falta de agua.

SEMANA:¿Por qué una hora y no todo el año?

J.M.F.: Porque es un acto simbólico en que reitero mi compromiso con un estilo de vida más sano, cuyo impacto en el planeta es menor.

SEMANA:¿Quiénes participan en Colombia?

J.M.F.: Alcaldías, empresas públicas, privadas y multinacionales, la sociedad civil, medios de comunicación.

SEMANA: ¿Qué hay qué hacer entonces?

J.M.F.: En algunas ciudades, entre 8:30 de la noche hasta las 9:30, habrá eventos pequeños en los parques, sin mucha ostentación. También se apagarán las luces de edificios emblemáticos y en el plano individual se me ocurren muchas posibilidades: hacer una comida con amigos o ver una película, cualquier cosa, pero como en el tango, todo a media luz.

SEMANA: ¿No se ahorra más exigiendo que los edificios públicos y oficinas apaguen las luces durante la noche?

J.M.F.: Sí. Sé que en Bogotá ya hay en práctica políticas para que los edificios hagan esto durante un mes. Que no se apaguen los semáforos, ni los hospitales, ni aquellas que se necesitan por motivos de salud y seguridad, pero sí las demás luces.

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