EL QUE RIE DE ULTIMO...

18 de abril de 1994

EL LUNES DE LA SEMANA pasada todo el mundo creía que Horacio Serpa iba a aparecer en la Convención Liberal sin bigote. Días antes de las elecciones él había apostado a que si Ernesto Samper no lograba el 50 por ciento de los votos en la consulta, se afeitaría su exuberante mostacho. Los primeros resultados le hicieron pensar que tendría que cumplir su promesa, pues Samper no superaba el 43 por ciento de los votos. Sin embargo, Serpa hizo cálculos y, luego de su pelea con el Registrador, consiguió que se eliminaran de las cuentas los votos nulos y en blanco. Resultado: el bigote se salvó. Eso refleja esta fotografìa tomada durante la Convención, en la que Serpa se ve muy orgulloso de su bigote... y del 57 por ciento alcanzado por Samper.

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