UN LOCO EN PANTALLA

CON SU INTERVENCION del lunes de la semana pasada por televisión, José Guillermo Barbosa, el aspirante presidencial de ojos desorbitados y absurda perorata sobre los problemas del país, consiguió dos efectos distintos a los que deseaba. Primero, logró que su candidato a la Vicepresidencia, Silvino Yate, quien lo acompañó en pantalla, fuera reconocido y detenido por la Fiscalía, acusado de la violación de su propia hijastra. Y segundo, puso a toda Colombia a pensar que es inadmisible que alguien como él -captado así en la sede de su campaña por la lente de Lope Medina- tenga derecho a hablar 15 minutos por televisión en horario triple A, y sea aceptado, por reunir unos cuantos requisitos constitucionales, como aspirante a ocupar la Casa de Nariño.