CINE

Así fue el futuro

Se cumplieron 30 años del estreno de Blade Runner, considerada por muchos la mejor película de ciencia ficción de la historia.

Felipe Restrepo, editor de Cultura de SEMANA
7 de julio de 2012

Cuando Ridley Scott recibió el guión se podía dar el lujo de hacer la película que él quisiera. Era 1980 y, un año antes, el director británico había estrenado Alien, que se convirtió en un éxito de taquilla y en una cinta de culto para los amantes del cine terror y ciencia ficción: era el director de moda entonces.

El guión se titulaba Mechanismo, estaba firmado por Hampton Fancher y estaba basado en una novela corta del maestro de la ciencia ficción Phillip K.Dick, llamada Do Androids Dream of Electric Sheep.
 
La acción ocurría durante una noche del año 2019, en la que un hombre, Rick Deckard, observaba pasar las naves espaciales desde el balcón de un rascacielos y reflexionaba sobre el rumbo de la humanidad. Todo sucedía en su apartamento y nunca se veía el mundo exterior. A Scott le encantó la idea, pero decidió abrir la puerta del apartamento de Deckard e imaginar cómo sería el mundo en el futuro. Fue así como comenzó uno de los rodajes más extravagantes de la historia del cine.

Durante ocho meses, Ridley se dedicó a diseñar el mundo de la película. Utilizó las más diversas referencias de arquitectura, artes visuales, música y literatura. Una vez empezó a rodar, se obsesionó con los detalles y empezó a atormentar a su equipo. Uno de los que más sufrió fue el actor holandés Rutger Hauer, que interpreta al villano y no sabía hablar inglés, a quien Scott hacía repetir varias veces sus escenas.

Scott también decidió que quería utilizar pocos efectos especiales y por eso la gran mayoría de escenarios fueron construidos en miniatura, lo que significó un trabajo enorme y un gran desgaste para su equipo.

Es legendaria la mala relación que tuvieron el director y su estrella, Harrison Ford. Cuentan que, durante las últimas semanas, apenas se dirigían la palabra y Ford siempre estaba borracho. Cuando se estrenó la cinta, Ford dijo públicamente: “no me gusta. Mi personaje era un detective que no tenía nada que investigar. No llegué a identificarme con la historia en ningún momento”.

Por cierto, uno de los grandes misterios que rodeó a Blade Runner era la identidad del personaje de Ford. Aunque nunca se dice en la cinta, muchos sospechaban de Deckard no era humano sino un replicante (una especie de androide). En julio del 2000, finalmente Scott reveló que Deckard era un replicante. Pero Ford lo negó al poco tiempo.

También son famosas las discusiones que Scott tuvo con los productores. Cuando terminó el rodaje, los productores odiaron el resultado y decidieron hacer varios cambios a los que el director se oponía. El final, por ejemplo, fue completamente alterado. Scott nunca quedó satisfecho y, varios años después, estrenó en cine la versión original. En total, en los últimos 30 años, se han estrenado siete versiones diferentes de Blade Runner.
 
Estos son algunos de los momentos más recordados de la cinta.
 
La impactante secuencia inicial

Darryl Hanna en el papel de una temible replicante
 
El monólogo final. Considerada por muchos críticos como una de las secuencias más importantes del cine del siglo XX.