ARTE

Crece el mercado?

ArtBo ha hecho de Bogotá un destino para coleccionistas del continente. Tras siete ediciones, la feria bogotana está cerca de instalarse en el circuito mundial. ¿Qué le falta? ?

29 de octubre de 2011

Con tres ferias a falta de una, exposiciones en galerías y museos, octubre fue el mes de las artes plásticas en Bogotá. Y en el corazón de la movida estuvo ArtBo, la feria que este año llegó a su séptima edición. Se trata de un certamen que ha impulsado el mercado del arte en Colombia, ha traído coleccionistas del exterior y cada vez está más cerca de ganarse un lugar en el circuito de las ferias del continente. Además, ha permitido que miles de visitantes que no acostumbran visitar galerías tengan contacto con obras y artistas de prestigio mundial.

Los números la respaldan. Este año vinieron 57 galerías de 14 países, incluidas 13 colombianas y 12 españolas. En la lista estaban varias de las más reconocidas en el mundo del arte, como Mor-Charpentier, de París; City's Magnan Metz Gallery, de Nueva York, y Sicardi Gallery, de Houston. Pese a la lluvia, más de 25.000 personas asistieron en los cuatro días de la feria, y aunque no es fácil saber cuánto, los organizadores coinciden en que creció considerablemente la cantidad de aficionados extranjeros, sobre todo venezolanos y norteamericanos, que vinieron a Bogotá por esos días. Algunos galeristas hablaron incluso de jets privados de coleccionistas estacionados en El Dorado. Y junto con ellos, representantes de museos como el MoMa y curadores que llegaron por su cuenta. También vinieron personajes de las casas de subastas, como Virgilio Garza, jefe del Departamento de Arte Latinoamericano Christie's, de Nueva York.

"Hay un comité de selección de galerías, eso es muy importante. Ahí es donde está la clave del nivel de la feria", explica Gloria Saldarriaga, reconocida galerista. Ella apunta que el paso siguiente es traer más galerías alemanas e inglesas. Y es que ArtBo ha crecido, pero todavía no está al nivel de Zona Maco de México y SP-Arte de São Paulo, ferias que reúnen más de 80 galerías, entre ellas, las más prestigiosas del planeta.

"Queremos tener nuestro propio sello. ArtBo se está convirtiendo en una feria importante en el mercado de América Latina", plantea su directora, Andrea Walker, quien advierte que la consolidación y crecimiento de una feria de arte es un proceso lento, que cada año vendrán más galerías y, detrás de ellas, más coleccionistas, pero que hay que tener paciencia para poder decir que ArtBo es una de las grandes del continente. "ArtBo sigue siendo esa feria humana, no sobredimensionada, que arruina a los mercados y a las galerías que no venden. Pone en el circuito del arte internacional a Colombia, eso nos conviene a todos los galeristas locales después de tantos años de olvido", apunta Luis Fernando Pradilla, de la Galería El Museo.

En medio de este panorama optimista, un obstáculo serio: "Hay un tema tributario que deses-

timula el intercambio cultural: IVA del 16 por ciento, aranceles y una tramitología compleja para traer todo. A las grandes galerías les sale muy costoso venir, tienen que saber que van a encontrar el coleccionismo apropiado para sus obras. Faltan estímulos que atraigan a los coleccionistas internacionales", asegura Walker.

Y mientras caen esas barreras, todos están de acuerdo en que el coleccionismo en Colombia viene en alza. "Hace 20 años solo había compradores de arte, no coleccionistas.Hoy estamos ante un nuevo estilo de vida, los colombianos viajan más, visitan instituciones culturales, museos, y las nuevas generaciones tienen más formación. Los niños están más familiarizados con el arte, eso es definitivo", explica Pradilla.

Por lo pronto, Walker está satisfecha con el movimiento de este año, aunque no se atreve a dar cifras pues una parte importante de las ventas tiene lugar después. "La feria es sobre todo un punto de encuentro, muchas ventas se cierran después. El mejor termómetro es que vuelven las galerías".n