Nik Wallenda mira el cable suspendido entre las cataratas del Niágara. En la noche del viernes lo cruzará en un acto de funambulismo, que será televisado. | Foto: AP/David Duprey

DESAFÍO

El equilibrista que cruzará las cataratas del Niágara

En la noche del viernes, Nik Wallenda recorrerá sobre un cable la cascada situada en la frontera oriental que divide a Estados Unidos y Canadá. Una hazaña que nadie ha intentado realizar desde hace más de 100 años.

María Paula Laguna, periodista de SEMANA
15 de junio de 2012

El hombre, de 33 años, estará a 60 metros de altura sobre las cataratas y recorrerá 550 metros de cable de acero. Una proeza que algunos han calificado como suicida, pues tendrá que soportar vientos de más de 90 kilómetros por hora, una espesa bruma e incluso el posible ataque de una colonia de halcones que habita en la zona.

Para lograrlo Wallenda usará una vara de equilibrio de 11 metros y llevará puestos unos zapatos especiales de gamuza que le permitirán protegerse del alambre. Durante los últimos meses estuvo luchando para no tener que llevar un arnés, pero la cadena ABC, propietaria de los derechos de transmisión del espectáculo, se negó a financiarlo si insistía en cruzar sin ningún equipo de seguridad.

Wallenda finalmente aceptó las condiciones con la advertencia de que se lo quitará si a mitad de camino siente que le impide moverse con libertad. El funambulista no está acostumbrado a usar ese tipo de indumentaria, pues viene de una familia de más de siete generaciones de acróbatas, mejor conocida como 'The Flying Wallendas'.
 
En todo caso, ABC se quiere curar en salud, dado que en su estirpe existe un antecedente trágico: su bisabuelo murió mientras realizaba una hazaña parecida en Puerto Rico en 1978.

Nik asegura que sus papás le enseñaron a caminar por la cuerda floja desde que tenía 2 años. A los 6, cuando visitó por primera vez las cataratas, se obsesionó con la idea de atravesarlas algún día, pero debió esperar 27 años para conseguir el permiso. Además de recaudar más de un millón de dólares en patrocinios, tuvo que hacer un intenso lobby tanto en el congreso de Estados Unidos como en el parlamento canadiense.

Su argumento más poderoso es que su gesta servirá para reactivar el turismo en la región. De hecho, en días pasados cientos de aficionados se acercaron a hacerle barra mientras practicaba bajo condiciones similares a las que enfrentará esta noche. Hoy se espera que a las diez (9 p.m. en Colombia) miles de espectadores se reúnan en ambos lados del Niágara y que millones de personas enciendan sus televisores.

Hasta ahora el francés Charles Blondin era el acróbata más famoso por haberse atrevido a desfilar por encima de las cataratas de todas las formas posibles: con los ojos vendados, sobre zancos y cargando a su asistente en hombros.
 
Otros temerarios 'expertos' en escapismo no corrieron con tan buena suerte cuando se lanzaron dentro de un barril por las tempestuosas aguas del río. La última vez que alguien las cruzó fue en 1896 y si algún aventurero quiere intentarlo después de Wallenda, tendrá que esperar al menos 20 años, según ha dicho la Comisión de Parques del Niágara.