Muchas generaciones de actores se hicieron en la serie Padres e Hijos.

TELEVISIÓN

El fin de Padres e Hijos: ¿brindamos o lloramos?

El seriado más largo de los últimos años llegará a su fin en los próximos días. Blanco de burlas para unos y serie de culto para otros, lo cierto es que se acaba un capítulo importante en la historia de la televisión colombiana.

Gabriela Sáenz, periodista de Conexión Colombia
11 de agosto de 2009

Quedan apenas un par de capítulos para el final de Padres e Hijos. Y ahora, cuando hay que rendirle un homenaje, es difícil articular las palabras y tener un único punto de vista. ¿Burla o nostalgia frente a la serie que durante 16 años entretuvo la hora del almuerzo de miles de colombianos?

No es posible dejar de ser tibios. En 1993 Padres e Hijos arrancó como una serie más, inofensiva, diseñada para el horario en el que las amas de casa sirven el almuerzo y los empleados salen a comer a un restaurante con televisor. Estaba protagonizada por dos actores reconocidos, el galán Luis Eduardo Motoa, que alcanzó el estrellato con Amar y Vivir; y Luz Stella Luengas, reconocida por ¿Por qué mataron a Betty?; y por tres actores jóvenes que hacían sus primeras apariciones en televisión.

Arrancó con una trama sencilla. Una familia de clase media, constituida por Ana María (Luengas) y Carlos Alberto (Motoa), una periodista y un odontólogo, respectivamente, con tres hijos. Federico (Naren Daryanani), el hijo mayor, que quería estudiar arte; Natalia (Tania Robledo), la hija del medio, juiciosa y aplicada en el colegio; y Daniela (Ana Victoria Beltrán), la traviesa hija menor. Los tres atravesaban situaciones comunes de los jóvenes colombianos.

Daniela iba de paseo a Melgar con sus amigos sin permiso y la castigaban. Federico no se sentía bien en la universidad. Natalia no encontraba novio. Iban de vacaciones a la finca del papá de Carlos Alberto, donde Daniela tenía a Marcos, un niño del pueblo, su primer amor. Como cualquier adolescente, Daniela tuvo romance de vacaciones, amigos de barrio, novios.

Pero en algún momento Padres e Hijos se descarriló. Todo empezó cuando Federico y Natalia dejaron la casa Franco (y el programa, por supuesto) tras un supuesto viaje. La fuerza de sus personajes fue sustituida por la de Pablito (Daniel Abella) y Nicolás (Manolo Cardona en su primer papel en televisión), unos familiares lejanos de Carlos Alberto que quedaron huérfanos.
 
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