Cine

El páramo?

La 'opera prima' de Jaime Osorio Márquez es una película de terror psicológico que les sucede a nueve soldados colombianos. ?<br><br> ?

??Ricardo Silva Romero
8 de octubre de 2011

Título original: El páramo

Año de estreno: 2011

Género: Terror

Guion y dirección: Jaime Osorio Márquez

Actores: Mauricio Navas, Andrés Castañeda, Alejandro Aguilar, Pablo Barragán, Juan David Restrepo, Nelson Camayo, Mateo Stivel, Andrés Felipe Torres?

Son nueve soldados confundidos, ansiosos, muertos de miedo. Se les va el aire. Todo el tiempo están a punto de estallar. Acaban de llegar a una base militar perdida entre la niebla de un páramo: les han encomendado la "misión suicida" de averiguar, en medio de un

silencio que se rompe de vez en cuando por un grito, y a riesgo de convertirse en víctimas de una emboscada, qué clase de tragedia sucedió en ese lugar escalofriante. A cada paso se hacen una nueva pregunta: ¿habrá alguien escondido en aquel laberinto desierto

, ¿en dónde están los hombres que hasta hace poco defendían esa estación a 4.300 metros sobre el nivel del mar

, ¿perdieron el contacto con sus superiores del Ejército porque sufrieron un ataque del que no volvieron nunca

, ¿alguien se esconde aún en los rincones del lugar

, ¿por qué los nueve sienten, uno por uno, que han entrado en el territorio de la locura?

Prepárese, pues, para ser testigo del terror psicológico de El páramo. Siga para bien y para mal los pasos de esa banda de soldados, siga la inocencia del teniente

Sánchez, el hastío iracundo del sargento Ramírez, el instinto de supervivencia de Ponce, el sexto sentido del Indio y la extraña impaciencia que ha llevado a Arango a meterlos a todos en semejante callejón sin salida, hasta darse cuenta de que el horror que experimentan viene de algo invisible. Tendrá en contra, señor espectador, una borrosa presentación de personajes que le hará difícil sufrir el miedo de aquellos soldados en carne propia, ponerse del lado de los miembros del escuadrón, captar que la atmósfera que se despliega en la pantalla -ese infierno helado- en verdad sucede dentro de los nueve protagonistas. Tendrá a favor la brillante composición de las imágenes que ha diseñado el cineasta Jaime Osorio Márquez: El páramo es una película bien hecha.

Y es, repito, una película de terror psicológico. Viene, igual que tantas obras del género, de los cuentos perturbadores de Edgar Allan Poe: de esos relatos llenos de monstruos que nacen en la mente del héroe. Entra en los terrenos de clásicos del horror como El inquilino, El resplandor o La isla siniestra: retrata la locura como una ficción sin salida, como una pesadilla plagada de fantasmas de la que algunos son incapaces de volver. Y sí, pierde por momentos a los espectadores porque, a diferencia de las obras maestras citadas, no nos da suficientes pistas de las personalidades en juego de los protagonistas ni de los pavores que ocurren adentro de los personajes. Pero, justo cuando su trama comienza a empantanarse más de la cuenta, el talento de Osorio Márquez la rescata a punta de movimientos de cámara o de encuadres precisos que nos recuerdan que Colombia está habitada por almas en pena.

Y que el terror, el género que en los países desarrollados no es más que un divertimento para pasar el sábado en la noche, aquí sucede de verdad. n