El Tiempo

Mauricio Laurens
24 de julio de 2007

La cartelera colombiana es penosamente comercial y está dominada por los estrenos provenientes de Hollywood en un noventa por ciento. Desde Bogotá y otras ciudades del país, estaremos siempre al día en lo que se refiere a las temporadas del Óscar de comienzos de año, a las superproducciones navideñas y los espectaculares pero repetitivos lanzamientos en el verano del hemisferio norte. Sin embargo, las películas internacionales o del resto del mundo sólo podemos verlas en cantidades irrisorias y con algunos años de retraso. Del cine latinoamericano, asiático y europeo apenas logramos conocer contados títulos de buena calidad que obtuvieron algún premio en no sé cuántos festivales. Gracias a dos distribuidoras independientes (Babilla y Cineplex), y de vez en cuando a esfuerzos particulares de Cine Colombia,  podemos ver anualmente en Bogotá veinte o treinta títulos que se salen de la asfixiante oferta de las multinacionales gringas. ¡Queremos mirar hacia otros lugares y no quedarnos solo con el modelo estadounidense!