CULTURA

Falta apoyo para el cine de Latinoamérica: Carlos Arbeláez

El cineasta colombiano Carlos Arbeláez, quien presenta en Nueva York su filme "Los colores de la montaña", lamentó que el cine latinoamericano no tenga apoyo en la región de donde procede.

Ruth E. Hernández Beltrán (EFE)
8 de abril de 2011

Arbeláez coincidió con otros cineastas en que es muy difícil hacer cine en América Latina por los problemas de presupuesto y distribución que comparten, a los que se suma la falta de apoyo.

Agregó que la nueva tecnología está permitiendo que "haya muchas visiones, intimistas, más cotidianas" en el cine que se hace en Latinoamérica.

"Se hacen cosas muy bellas, como en Argentina y Colombia, desde una mirada más allá de lo social, más poética", indicó a Efe Arbeláez cuyo premiado largometraje se presenta como parte del Festival de Cine de La Habana.

"Hacer una película es muy complicado. En Colombia se están haciendo unas doce al año y hace cuatro o cinco años se hacía una. Con el apoyo de la ley de cine se está rodando más, pero siempre hace falta financiación, más apoyo del Estado", indicó.

"Dicen que la de Colombia es una de las leyes de cine que mejor funciona en América Latina, pero creo que todavía son pocas las películas", argumentó.

Arbeláez señaló que tras exhibirse las películas se enfrentan al problema de dónde mostrarla. "Haces una película, la estrenas y a las pocas semanas la tienes debajo de la cama y a tu sobrino jugando con las copias", indicó.

El guatemalteco Mario Rosales coincidió con Arbeláez en los problemas que afrontan los cineastas latinos. "Por lo menos en Colombia tienen una ley de cine, en Guatemala no existe ni siquiera una tradición de cine", lamentó.

Ambos coincidieron además en que el problema de la distribución evita que muchas buenas películas vayan más allá de los festivales o que la distribución sea mayormente para países en Europa.

"Ese ha sido uno de los grandes problemas del cine latinoamericano, que hay que ir a los festivales para verlo", sostuvo Arbeláez.

"Los colores de la montaña", un largometraje de ficción, presenta el conflicto armado en Colombia visto a través de los ojos de los niños, y ha ganado premios en el Festival de Cine de San Sebastián, el Encuentro de Cine de América Latina de Toulouse (sur de Francia) y en el Festival Internacional de Cine Debutante Spirit of Fire (Rusia).

También en el Primer Festival Internacional "Cine político para el siglo XXI" (España) y en el Festival de Cine de Cartagena.

"Los colores de la montaña" trata sobre la amistad entre los niños Manuel, Julián y Poca Luz que soñaban con ser futbolistas. Un día le regalan un balón a uno de ellos y, mientras jugaban, se les va hacia un campo de minas antipersonas.

Aunque los padres les advierten que no se acerquen, se las ingenian para intentar sacarlo de allí.

"Al final hay un desplazamiento que los separa. Vivo en Antioquia, uno de los departamentos más afectados con las minas y los desplazamientos, pero he dicho sobre todo que la película trata sobre la amistad. También una reflexión del conflicto armado desde la mirada de los niños, quería explorar eso", indicó.

Albeláez, que había hecho cortometrajes y documentales antes de esta película, dijo sentirse honrado con el comentario que hizo de su trabajo el conocido guionista estadounidense Robert McKee.

"Él dijo que era de las pocas películas antibélicas que había visto que hablaban de la guerra sin mostrarla. Es un halago muy bonito porque es una película muy dura, sin mostrar escenas de guerra ni niños llorando, ni nadie disparando", argumentó.

Albeláez también se manifestó complacido con el apoyo que le ha dado su compatriota Juanes, quien realiza una campaña contra las minas antipersonas a través de su fundación.

Juanes, agregó, ha colocado mensajes en las redes sociales exhortando a sus seguidores a verla y prestó su canción "Minas Piedras" para promover el filme en Colombia.

Tras mostrar la película en Nueva York, Albeláez regresará a Colombia para comenzar a trabajar en el guión de su próximo proyecto, "Eso que llaman amor", que gira en torno a cuatro historias de amor y desamor, que ocurren en veinticuatro horas.