Mónica Wakenberg, directora del Festival Internacional de Cine en Cartagena, junto a Jaime Manrique, el jefe de prensa.

ENTREVISTA

Una línea del festival fueron las mujeres: Mónica Wakenberg

La directora del Festival Internacional de Cine en Cartagena celebró que los distintos públicos quedaron con ganas de volver. Wakenberg habló con Semana.com sobre los logros y los nuevos retos.

John Harold Giraldo Herrera*
5 de marzo de 2011

El festival fue la oportunidad para acercar todos los públicos. Contó con espacios para cada persona: conversatorios con invitados de lujo como Guillermo Arriaga, Carlos Reygadas, Olivier Assayas, Luis Tosar, y encuentros con una gama amplia de directores y actores.
 
También fue la oportunidad para que productores hicieran talleres encaminados a consolidar la industria, y en general, se convirtió en un espacio para apreciar buenas películas y hacer del séptimo arte un lugar de encuentro común.

En el evento de clausura se premiaron las películas ganadoras, desde las categorías de video arte, corto en construcción, las de los nuevos creadores y las de la competencia oficial.

La película uruguaya de Federico Beiroj obtuvo tres premios simbólicos: recibió el reconocimiento de los cine clubes, los críticos colombianos y de la crítica internacional.
Por su parte, el cine chileno se llevó la máxima condecoración al recibir el premio en la categoría de mejor película de ficción. El largometraje galardonado fue ‘Postmortem’ de Pablo Larraín.

Mientras tanto, el cine colombiano ganó con ‘La sociedad del semáforo’ como mejor película. Se destacaron también las películas ‘Pequeñas voces’ de Jairo Carrillo como mejor documental.

La directora del festival, Mónica Wakenberg, celebró el balance final del evento cultural. Se respetaron los horarios, se insistió en el respeto en las salas, se permitió la discusión y fue grato saber que por más de ocho días, el festival más antiguo de Latinoamérica mantiene su popularidad.

Mónica Wakenberg habló para Semana.com.

Semana.com: ¿Qué balance hace de la versión 51 del festival?

Mónica Wakenberg: Estoy dichosa. La audiencia y la prensa están contentas. Los directores que vinieron quieren volver.La gente llenó las salas, les gustaron las películas, aplaudieron mucho, se quedaron en los conversatorios, e hicieron preguntas muy interesantes. Diría que el balance es muy positivo.

Semana.com: Usted estuvo muy activa durante el festival. Presentó películas, moderó conversatorios, se le vio abriendo y cerrando la puerta de los auditorios, conversaba con los distintos asistentes…

M.W.: Soy apasionada del cine, entonces no quería perderme nada. Me interesó hacer sentir muy bien a la gente que vino de afuera y acompañarlos en sus intervenciones para el público. Quiero saber qué piensa la gente, los colombianos asistentes al festival, porque me interesa conocer sus reacciones y lo que les gusta. En los conversatorios y hablando con el público me daba cuenta de todo esto.

Semana.com: Un acierto fue haber contado con invitados de alta categoría. Los conversatorios estuvieron muy concurridos, hubo discusión y los asistentes interactuaron con los invitados...

M.W.: Exacto. En un conversatorio me tocó cerrar la puerta con llave porque no cabía la gente, los asistentes querían escuchar a Fernando Trueba. Con el mexicano Guillermo Arriaga nos tocó hacer dos sesiones, ambas llenaron el salón. Estamos llenos de energía para asumir el otro año un festival lleno de programación, luchando para conseguir las mejores películas y los mejores invitados.

Semana.com: ¿Qué papel jugaron las mujeres en el festival?

M.W.:Hay algo para resaltar de las películas de la competencia oficial. Una posible línea entre ellas, es que de doce películas, seis son dirigidas por mujeres o tratan un personaje femenino fuerte que se transforma, sufren situaciones complejas, no son simplemente una herramienta para que la historia avance, que suele ser el rol que se la da a las mujeres en las películas latinoamericanas.

Semana.com: ¿Qué piensa de lo que dice el público que asegura que lo mejor del cine colombiano son los documentales?

M.W.: Creo que hay unas películas de ficción muy sólidas y unos documentales que estuvieron increíbles. La sección 100% colombiano fue curado, todo lo que se presentó tuvo un filtro, no sólo porque la película era colombiana entraba en la programación. Tanto Orlando Mora como yo vimos con calma y decidimos que lo que íbamos a invitar fuera de calidad.

Semana.com: ¿Quedó contenta con lo que se mostró del cine colombiano?

M.W.: Absolutamente.

Semana.com: ¿Es cierto que para la próxima versión vendrá Pedro Almodóvar?

MW.: Eso no es cierto. Pero, sí vamos a tener algo nuevo en el festival: realizaremos un tributo a alguien muy especial. Así podemos asegurar desde pronto y desde ya una gran figura, que seguro se la diremos a los medios. La confusión se presentó porque estaba poniendo como ejemplo de quien vendrá una figura de la talla de Almodóvar.

Semana.com: En la presentación del festival dijiste que hubo dos películas que fueron las únicas difíciles de traer y que las demás aceptaron complacidas. ¿Cuáles fueron esas dos películas y por qué fue duro que aceptaran?

M.W.: Dos obras maestras, por eso fueron difíciles de traer y por eso luchamos tanto para que vinieran. Una llamada ‘Poetry’, la película coreana, la quieren en tantos festivales que no había copia disponible. Otra fue la película ‘Carlos’, la obra maestra de Olivier Assayas, que vino aquí a presentarla, esa no podía faltar.

Semana.com: ¿Qué opina de la incursión de los temas sociales en el cine latinoamericano?

M.W.: Creo que los temas sociales en el cine latinoamericano siempre están presentes.. En ‘Postmortem’ nos vamos a la época de la dictadura chilena, en ‘También la lluvia’ nos vamos a una revisión de la conquista. Muchas de nuestras películas trabajan con los temas sociales. El documental ‘La toma’ es un claro ejemplo, se muestran los hechos de 1985 pero desde una visión contemporánea, desde el juicio a Plazas Vega.

Semana.com: ¿Cuál fue el mayor acierto del festival?

M.W.: Las proyecciones gratuitas.

Semana.com: ¿Qué hay que mejorar para la próxima versión?

M.W.: Uno de los orgullos más grandes para mí fue lo que se obtuvo en el teatro Adolfo
Mejía: la refracción del teatro. Quisiera que así como tuvimos calidad de proyección en este teatro, la otra versión pase lo mismo pero en el Centro de Convenciones.
 
*Periodista y docente de la Universidad Tecnológica de Pereira.