Especial Servicios Bancarios

Acceso para todos

Aunque el sector está abierto a todos los colombianos y cada día las personas están más familiarizadas con los servicios bancarios todavía falta educación financiera y planeación.

14 de julio de 2015

Hablar de servicios bancarios en Colombia es referirse a cuentas de ahorro, cuentas corrientes, CDT, carteras colectivas, créditos, tarjetas de crédito, créditos rotativos y banca por internet y telefónica. Y aunque muchos de estos son términos que para la población colombiana ya son comunes, lo cierto es que es muy poco lo que se sabe de cómo operan y en qué casos se deben solicitar.
 
Si para la gente que habita en las urbes todavía se trata de un tema difícil de entender, en regiones apartadas o en áreas rurales lo es más. Según Francisco Solano Mendoza, presidente del Banco Agrario, en el campo todavía se guarda la plata debajo del colchón y, aunque se ha avanzado en la formalización del ahorro, todavía hay mucho por crecer.

“En el campo hay un espacio enorme para bancarizar; muestra de ello es que el sector agropecuario aporta el 8 por ciento del producto interno bruto nacional, pero solo tributa el 1 por ciento”, asegura Solano.

Para el presidente del banco, no solo en el agro sino en todos los sectores se deben entender que el primer paso es ahorrar para luego acceder a un crédito. Pero tener un préstamo no es la solución a una necesidad si este no está respaldado con una buena planeación. De hecho, una mala administración del dinero puede convertirse en un problema serio para las finanzas de un hogar o una empresa.

“Los créditos son instrumentos indispensables para que crezca la economía, pero un buen préstamo no significa un buen proyecto. Hay que saber que el sistema financiero nunca actúa solo, que es el complemento de una cadena en donde todos participan”, explica. Según el experto, todavía falta mucho en materia de educación financiera y administración de los créditos y cuentas de ahorro.


Confianza en el sistema
Alcanzar la bancarización de más del 70 por ciento de los colombianos ha sido uno de los grandes logros del sistema financiero en los últimos años. Sin embargo, esto es algo que solo se pudo conseguir gracias a la confianza que el sector genera entre las personas.

Justamente, una de las estrategias es la del seguro de depósito, una herramienta que por lo general la gente no conoce pero al que tienen derecho quienes tienen cuentas de ahorro y otra serie de productos en entidades financieras.

María Inés Agudelo, directora de Fogafín, le explica a SEMANA cómo funciona este mecanismo y en qué casos opera.

SEMANA: ¿Cómo se benefician las personas con el seguro de depósito?

MARÍA INÉS AGUDELO: A través del seguro de depósito que ofrece Fogafín todos los colombianos tienen protegido su dinero en el caso de que el banco quiebre. En el momento en el que se presente un evento como este al ahorrador se le devuelve el dinero que tenía en la cuenta.

Este seguro de depósito se pagó en la crisis de los años noventa y respaldó los ahorros de las personas en 16 bancos que entraron en dificultades. No obstante, se pagó seis meses después de la liquidación de la entidad. Hoy se hace a partir del tercer día.

SEMANA: ¿Qué tipos de cuentas están protegidas?

M.I.A.: Son más o menos diez tipos de cuentas: ahorros, corrientes, CDT, especiales, depósitos electrónicos, cesantías del FNA, depósitos simples y especiales, y servicios bancarios de recaudo. Sin embargo, con el avance de la tecnología y el desarrollo de nuevas plataformas esa cobertura se irá ampliando.

SEMANA: ¿Cuál es el monto máximo por el que el seguro responde?

M.I.A.: Actualmente la cifra máxima que se les devuelve a las personas es 20 millones de pesos, una cantidad que cubre al 90 por ciento de las cuentas del país. En el caso de que el monto sea superior, el excedente lo tiene que entregar la firma liquidadora, y aunque ese dinero no se pierde sí se puede demorar su devolución.