La Universidad de La Salle tiene el mayor número de estudiantes del programa ‘Ser pilo paga’.

ESPECIAL DE EDUCACIÓN

Para que los 10.000 pilos lleguen a la meta

La Salle y Uninorte recibieron al mayor número de estudiantes del programa ‘Ser pilo paga’. Aseguran que no están haciendo algo especial para estos jóvenes, y que solo reforzaron las estrategias que tienen para sus estudiantes becados.

24 de marzo de 2015

A finales de enero, los estudiantes primíparos comenzaron semestre en las universidades del país. En la mayoría de las que tienen acreditación de alta calidad había jóvenes de ‘Ser pilo paga’, el programa con el que el gobierno asume la matrícula de 10.080 bachilleres del Sisbén 1 y 2, que obtuvieron puntajes por encima de 310 en las pruebas Saber 11. Cada joven seleccionó la universidad en la que quería estudiar y pasó el proceso de admisión.

La Salle (Bogotá) y Uninorte (Barranquilla) fueron las que más escogieron. Los rectores de ambas instituciones se sienten satisfechos porque se esforzaron para que fuera de esa manera. “Nosotros habíamos decidido dar preferencia a estos estudiantes sin ampliar cupos. Creímos que era una experiencia interesante y fue una sorpresa inmensa por la avalancha de solicitudes. Es un desafío de esos que uno siempre quiere asumir”, cuenta el hermano Carlos Gabriel Gómez, rector de La Salle, donde se inscribieron 1.140 bachilleres del programa. Casi la mitad del grupo de los estudiantes nuevos de la institución (2.300) es de ‘Ser pilo paga’.

Están asumiendo el reto con un refuerzo en las estrategias para los demás estudiantes y becados de la universidad. Uninorte, por ejemplo, recibió en sus aulas a 1.077 estudiantes de la costa Caribe. La mayoría proviene de municipios pobres, a donde llegó Uninorte para informar a los bachilleres sobre este programa. Aquellos que cumplían los requisitos recibieron un acompañamiento que hoy continúa con programas de Bienestar Universitario y del Centro de Recursos para el Éxito Estudiantil (Cree), los mismos que tiene desde hace diez años para apoyar a muchachos talentosos de la región.

Esa experiencia, aseguran sus directivas, les permite tener la confianza de que los jóvenes de ‘Ser pilo paga’ van a salir adelante. Para ello contarán con tutores, monitores, profesores, estudiantes padrinos, psicólogos y trabajadores sociales que estarán pendientes de sus resultados para darles apoyo extraclase en las materias y campos que se necesiten.  “Desde la Oficina de Financiamiento Estudiantil tendremos una coordinación para revisar los casos que requieran un apoyo adicional para alimentación, vivienda, transporte y materiales de estudio”, asegura la vicerrectora administrativa y financiera, Alma Lucía Díaz.

Lo mismo sucede en La Salle, donde ingresó el mayor grupo de estudiantes de ‘Ser pilo paga’. Además de los profesores y funcionarios de bienestar, los estudiantes de semestres más altos están participando con la iniciativa llamada ‘Hermano mayor’ con la que buscan apoyar a los jóvenes en la cotidianidad. “Les contamos dónde almorzar rico y barato, sacar fotocopias, buscar un libro prestado y ese tipo de cosas. Yo soy de Chiquinquirá y sé qué se siente venir a estudiar a Bogotá”, cuenta Sandy Quiroga, ‘hermana’ de ocho jóvenes de ‘Ser pilo paga’.

Más de lo pensado

Los estudiantes del programa ‘Ser pilo paga’ recibirán apoyo económico para sus matrículas y para algunos de los gastos de sostenimiento. Inicialmente la convocatoria era para 10.000 bachilleres, pero se amplió. Según el Ministerio de Educación, se recibieron 10.096 solicitudes y de ellos 10.080 jóvenes cumplieron con los requerimientos. En la actualidad están en formación 9.979, los demás se encuentran en procesos de admisión. Los otros 101 jóvenes beneficiarios  son de universidades militares y también están en proceso de admisión. Los recursos para los cupos totales están garantizados por el gobierno nacional, que cada semestre asignará más de 55.000 millones de pesos.