CAJAS DE COMPENSACIÓN

Alcanzar el sueño de un techo propio

Un subsidio puede hacer la diferencia entre tener o no tener casa propia. Hoy las cajas de compensación tienen en la mira a los afiliados de menores ingresos para beneficiarlos.

27 de septiembre de 2014

Tener una vivienda propia es el sueño de muchas personas, y aunque para millones de colombianos ese sigue siendo un ideal lejano, lo cierto es que gracias a las cajas de compensación familiar la meta de vivir bajo un techo que no dependa de los vaivenes del alquiler es una realidad cada vez más tangible. 
Las cajas no quieren conformarse con aprobar y entregar los subsidios para compras de viviendas nuevas o mejoras. De hecho, estas organizaciones buscan ofrecer  un servicio integral, en donde el subsidio es solo el primer paso. 

Según las estadísticas de Asocajas, el año pasado las 43 cajas que operan en el país entregaron 45.675 subsidios, por un total de 585.561 millones de pesos. Se estima que esos recursos alcanzaron una efectividad de 90 por ciento, es decir que los afiliados cumplieron en su gran mayoría el objetivo de adquirir vivienda. 

Las cifras muestran también que el 74,5 por ciento de los recursos otorgados en 2013, es decir, 430.222 millones de pesos, se dirigieron a los afiliados que ganan hasta dos salarios mínimos, frente a los 146.584 millones de pesos que se subsidiaron a trabajadores que reciben entre dos y cuatro salarios mínimos. Con estos parámetros, la mayoría de las casas a las que accedieron los afiliados están en los rangos de viviendas de interés social y viviendas de interés prioritario. 

María del Pilar Ramírez, jefe del departamento de vivienda de Comfandi, asegura que hace un tiempo las cajas se quedaron cortas con los subsidios y decidieron ampliar su participación en el área de vivienda. “Entendimos que las cajas no podemos de-sempeñar únicamente ese papel, y más cuando hay tantas familias que necesitan apoyo”.  Por eso actualmente las cajas de compensación familiar van más allá, y ahora participan en los proyectos de vivienda, uniendo esfuerzos con constructoras, dueños de las tierras y administraciones municipales. “Además brindamos asesoría a los afiliados que quieren acceder a una vivienda, para explicarles cuáles son sus deberes en ese proceso a partir del momento en el que reciben el subsidio”, dice la directiva.