CAJAS DE COMPENSACIÓN

Apuesta por ampliar la cobertura

Las cajas esperan avanzar en el medio de las trabajadoras del servicio doméstico, las madres comunitarias y los trabajadores por semanas.

27 de septiembre de 2014

No hay capital más importante para una empresa que sus colaboradores. La experiencia ha demostrado que un trabajador motivado y con apoyo de sus empleadores es mucho más productivo y tiene mayor sentido de pertenencia. Por eso resulta tan importante brindar los medios necesarios para mantener el buen ánimo en el personal.  

Y justamente en ese aspecto desempeñan un papel fundamental las cajas de compensación familiar, organizaciones que se financian mediante los aportes que hacen las compañías afiliadas y que ofrecen a los empleados servicios como recreación, turismo, educación y vivienda, entre otros. 

Para Álvaro José Cobo, presidente de Asocajas, el bienestar de los trabajadores no tiene precio, pues aunque es un intangible, se traduce en beneficios para la empresa. Ante este panorama, el gran objetivo del sector es ampliar la cobertura a grupos que históricamente han estado por fuera.  “Las nuevas normas han permitido llegar a las trabajadoras de servicio doméstico, a las madres comunitarias, a quienes se desempeñan por semanas, a los cesantes y a los pensionados. Todos juntos suman 4,1 millones de personas”, aseguró el dirigente gremial. 

Pero mientras estos grupos se vinculan, las cajas esperan crecer en 2015 en otras áreas. La primera es crear para el sector agropecuario un modelo de atención centrado en las necesidades del campo, que distan mucho de las que se tienen en las ciudades. 

Además, las cajas quieren ser parte de la operación de servicios sociales durante el posconflicto, para lo cual aprovecharían la presencia que estas entidades tienen en todo el país. Y en materia de vivienda el objetivo es ofrecer beneficios integrales en ese tipo de proyectos. 

Financiación

En los últimos años el modelo de subsidio familiar ha tenido que enfrentar problemas en cuanto a la manera en que financian. Para algunas organizaciones económicas y empresariales, los recursos que las compañías afiliadas aportan a las cajas afectan la rentabilidad de los negocios. Por eso argumentan que los aportes provenientes del capital privado deberían ser menores o, incluso, desaparecer. 

Las cajas, por su parte, afirman que si se aprobara este tipo de ajustes en las políticas, los trabajadores no serán los únicos perjudicados. Sin incentivos y sin sentido de pertenencia, la productividad se afecta.
Luis Gonzalo Giraldo, director  de Cafam, afirma que el país debe afrontar esta discusión. Dice que los organismos de control, el Congreso y el gobierno tienen interpretaciones diferentes sobre la naturaleza jurídica de las cajas, lo que es inconveniente para el presente y futuro del sistema. “Las cajas nacieron como una prestación social de los trabajadores y por libre decisión de la empresa privada, y esa es y debe seguir siendo la razón de su existencia”, aseguró Giraldo. 

Para Álvaro José Cobo, “no se puede tener una visión miope del sistema, donde se miran los aportes a las cajas como un gasto, mas no como un beneficio. La clave está en analizar el tema y entender que va más allá de la defensa de las cajas y se centra en el derecho de los trabajadores”.