La clave está en construir proyectos enfocados en mercados desatendidos y que se diferencien, como el caso de Zofia Trade Center, en Barranquilla.

Construcción de viviendas y oficinas

El reajuste de las oficinas

La construcción masiva de proyectos de oficinas creó una sobreoferta en las principales ciudades del país. Sin embargo, ese panorama genera nuevas oportunidades.

9 de marzo de 2016

evidente el déficit en materia de oficinas, especialmente las de altas especificaciones (A+ y A). Y frente a esa oportunidad comercial, los inversionistas no dilataron mucho el tema y empezaron a construir proyectos a lo largo y ancho del país.

De ese modo, por más de una década en Bogotá, Antioquia, Atlántico y Valle del Cauca, entre otros departamentos, se levantaron edificios de todas las características posibles. No obstante, esa proliferación llevó prontamente a que el mercado se resintiera y hoy ya se habla de una sobreoferta.

Aurora Turriago, directora de Mercadeo de Colliers International Colombia, afirma que Bogotá absorbe anualmente unos 120.000 metros cuadrados de oficinas, y si se llevaran a cabo todos los proyectos que están en planes, se estaría hablando de una oferta suficiente para los próximos cuatro a seis años. “Sin embargo, es claro que muchos de estos proyectos se están comercializando a la medida y que la obra solo comienza una vez estén vendidos o arrendados, con lo cual este indicador puede cambiar”, asegura.

Pero mientras se espera que las oficinas disponibles sean ocupadas, las constructoras están dejando de lado este tipo de proyectos; según las últimas estadísticas del Dane, a noviembre del año pasado los metros cuadrados licenciados para este nicho se redujeron 62,1 por ciento.

LAS OPORTUNIDADES

Richard Danna, presidente de Keller Williams Colombia, explica que aunque el futuro parece incierto y las medidas que se están tomando van desde aplazar los proyectos y hacer las obras por etapas hasta revisar los precios de venta y buscar mayor eficiencia y gestión comercial, no todo está perdido. Más bien, este tipo de situaciones genera un larga lista de oportunidades.

“En este momento, los inversionistas tienen la posibilidad de mejorar la gestión inmobiliaria para desarrollar estrategias para tiempos difíciles, mayor creatividad y revisión de la estructura de negocio”, dice.

Pero las alternativas van más allá; para el caso de los clientes, este es el momento de ocupar oficinas de alto nivel a precios más bajos. Así lo considera Diego Rodríguez, coordinador de Avalúos, Consultoría e Investigación de Mercados de Cushman & Wakefield para Colombia, quien afirma que al cierre del año pasado había cerca de 118.000 metros cuadrados de oficinas de altas especificaciones disponibles en Bogotá.

Con respecto a los constructores, la coyuntura actual deja en evidencia la necesidad de levantar edificios de menores especificaciones y fuera de las zonas tradicionales de oficinas, un nicho que estuvo abandonado por el auge de proyectos con características Leed y especificaciones A+ y A.

Y, justamente, este tipo de proyectos son los más atractivos del mercado. César Caro, presidente de la Zona Franca de Barranquilla, explica cómo Zofia Trade Center, un centro de negocios situado dentro de la zona franca, con los beneficios propios de ese régimen, no tiene sobreoferta. “Al ser un producto único tiene un mercado diferente, y quienes se localicen allí pueden integrarse al mercado internacional con facilidad, y ofrecer al por mayor de manera inmediata”, aclara el directivo.

En ese orden de ideas, queda claro que las oportunidades para el segmento de oficinas existen. Es solo cuestión de identificarlas y de atender los mercados que por años no han sido tenidos en cuenta.