ESPECIAL EDUCACIÓN

Los retos de la U

En cuatro documentos presentados este año, dos de ellos en Colombia, se señalan las acciones que debe realizar la educación superior para enfrentar los desafíos del siglo XXI.

30 de septiembre de 2014

En 2014 se han dado varios hechos en los que la educación superior ha sido el tema central. El primero tuvo lugar a comienzos de año en la Universidad de Nueva York. Académicos, profesores y emprendedores de diferentes países se reunieron para hablar sobre los retos de la universidad. Entregaron un documento con recomendaciones relacionadas con detectar talentos, emplear las tecnologías y tener mayor conexión entre el campo laboral y el académico.

En mayo, la Universidad del Norte y el Center for International Higher Education del Boston College  presentaron en el libro Educación Superior en Colombia: Doce propuestas para la próxima década, la visión de 20 docentes e investigadores nacionales e internacionales sobre los retos de la educación superior en el país e hicieron una propuesta para su transformación.

En julio, pocos días después del Mundial de Fútbol, se realizó en Río de Janeiro la reunión de rectores más numerosa del mundo: El tercer Encuentro Internacional de Rectores de Universia, quienes  recogieron en la Carta Universia Río 2014 diez estrategias para que las universidades iberoamericanas asuman sus desafíos. 

Finalmente, en agosto, el Consejo Nacional de Educación Superior (Cesu) y la Ministra de Educación entregaron al país la propuesta de política pública para la Educación Superior: El Acuerdo por lo Superior 2034, que en diez grandes temas resume un total de 136 lineamientos para lograr la excelencia de este nivel en dos décadas. Esta política es el resultado de tres años de diálogos por el país, los cuales se realizaron luego de que fue retirada la propuesta de reforma a la Ley 30 de 1992.

Como señala el  director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun), Carlos Hernando Forero, los desafíos señalados en esos documentos se pueden resumir en dos grandes retos para el caso de América Latina. El primero, “lograr que la educación superior sea un verdadero vehículo de transformación social y posibilidad para todos los ciudadanos”, y el segundo, “conseguir que sea un sistema tan competitivo por su calidad y prestigio que atraiga a estudiantes de otros países”.  

Vehículo de transformación social

Este reto busca que la educación superior deje de ser un nivel para privilegiados. En ese sentido, debe haber una política de equidad que permita el acceso de personas de menores ingresos. Eso significa que los estados deben crear programas de financiación con becas y préstamos, extender el uso de las tecnologías digitales para llegar a más regiones y estudiantes, contar con planes que contrarresten la deserción, idear programas para grupos poblacionales específicos, e integrar la educación básica y media.

Sistema competitivo

La premisa es que si la educación es excelente atrae a los estudiantes extranjeros y, en ese sentido, habría una reciprocidad de los otros países con los colombianos. Para ello se requiere atender las expectativas de los estudiantes, formar de manera continua al profesorado, renovar los métodos de enseñanza y aprendizaje; garantizar la calidad de los programas de estudios mediante esquemas y procedimientos de acreditación organizados como servicios públicos a cargo de agencias independientes; extender las capacidades investigadoras, ampliar la internacionalización y las iniciativas de movilidad, descubrir y fomentar nuevos talentos, y promover escuelas especializadas.

La lista es extensa, pero en un tema como la complejidad y la importancia de la educación, ninguna de las tareas resulta superflua.