Universidades sin fronteras

Desde hace cinco años, los rectores de las instituciones de educación superior del país tienen un tema entre ceja y ceja: lograr que sus estudiantes, profesores, personal administrativo y directivo pasen las fronteras.  Y no para hacer cursos de inglés o de otros idiomas, como comenzó este tema hace casi dos décadas. Hoy, su apuesta es contar con convenios de movilidad, capacitaciones y entrega de títulos en conjunto o por separado, entre otros, para formar profesionales que respondan a las necesidades de un mundo globalizado.

“En los últimos años, más de 100 instituciones de educación superior se han preparado en planes para internacionalizarse en lo académico y administrativo. Las más adelantadas están acompañando a las que están en menor grado de desarrollo. Además, estamos llevando a cabo acuerdos de movilidad con asociaciones de educación superior de diferentes países, realizando misiones y participando en ferias, que son espacios de reflexión y de exhibición de los proyectos que existen”, explicó la viceministra de Educación Superior, Patricia Martínez.

La Universidad del Rosario participa como otras en estas actividades. En el mundo académico se le reconocen sus logros en este campo. Tiene convenios con 20 instituciones, principalmente de Europa y América Latina, que posibilitan un flujo anual de más de 500 personas. Estudiantes, profesores, personal administrativo, directivos, académicos visitantes e investigadores van a otras universidades y vienen al Rosario. 

“La movilidad de estudiantes y académicos permite abrir fronteras profesionales y académicas que enriquecen su formación y los hace más competitivos en el mercado laboral. Igualmente, es un reto latente para todas las universidades en Colombia el hecho de atraer estudiantes extranjeros”, explica Juan Betancourt, coordinador de Educación Transfronteriza del Rosario.

Las universidades Javeriana, Sabana, los Andes (en el sector privado), Nacional, Antioquia y Valle (en el público) son otros casos que se destacan. En general, las 15 universidades con acreditación de Alta Calidad se mueven como pez en el agua en el contexto internacional porque tienen un certificado que respalda su trabajo. Unas y otras ofrecen un amplio menú. Por ejemplo,  está la posibilidad de pasantías, rotaciones médicas, intercambios, dobles titulaciones, titulaciones en conjunto (la universidad colombiana y la extranjera) y el desarrollo de proyectos de investigación. 

Todo este empuje también se debe a que el Ministerio de Educación, la Cancillería y la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun), con la Red Colombiana para la Internacionalización de la Educación Superior, ayuda a las instituciones. 

De esta manera, Colombia ha logrado con asociaciones de educación superior que Argentina, México, Brasil, España y Ecuador convaliden y homologuen los títulos profesionales. Eso no significa que el egresado de las instituciones de uno y otro país obvie los requisitos que existen en cada profesión para ejercerla.

El tema está avanzando tanto que, según el director ejecutivo de Ascun, Carlos Hernando Forero, se está trabajando en un proyecto de crédito académico latinoamericano para 15 profesiones.