11 compañías prestan el servicio de seguridad a personas en alto riesgo en el país. | Foto: Juan Carlos Sierra

ESPECIAL SEGURIDAD

Cuidado humano

En Colombia 18.763 escoltas prestan su servicio a personas e instituciones del país.

26 de abril de 2014

América Latina hace dos años fue la región más violenta del mundo con 157.000 muertos, es decir, el 36  por ciento del total mundial, según el Informe Global de Homicidios de 2013 de la Organización de Naciones Unidas. Colombia es el quinto país en la lista, con 31 homicidios por cada 100.000 habitantes. En ese contexto, para quienes se encuentran en situación de riesgo tener un escolta es casi una necesidad de primer orden.

Según el Servicio de Vigilancia y Seguridad Privada, a diciembre de 2013 había 11 compañías dedicadas a prestar servicios de seguridad a personas, con 18.441 hombres y 322 mujeres, en alianza con la Policía de 24 ciudades. Por ejemplo en Seguridad Superior, una de las más sobresalientes compañías que garantiza la seguridad de la Presidencia de la República, trabajan 4.900 escoltas en 26 municipios. En la Secretaría de Integración de Bogotá tienen 900 guardias, en la de Educación de Manizales, 700, en la Unidad Nacional de Protección, 80, y en la Alta Reinserción para la Paz, 200.

En cuanto a costos, las tarifas están determinadas por la ley. El artículo 92 del decreto 356 de 1994 fijó que para los servicios de vigilancia y seguridad privada, como escoltas, el precio va desde los 8,5 salarios mínimos y adicional, el 10 por ciento del salario para cubrir gastos administrativos y de supervisión. 

Los servicios que prestan estas compañías van desde cuidar personas hasta mercancías y vehículos. En el caso de Seguridad Superior, se vigilan esos tres segmentos con y sin ayuda de armas, equipos antiexplosivos, caninos, estudios de seguridad, investigaciones, asesorías y consultorías, monitoreo de alarmas y vehículos y uso del polígrafo para detectar la confiabilidad de cualquier persona. 

Para la población con alto riesgo, como dirigentes políticos y de oposición, defensores de derechos humanos, sindicalistas, activistas, líderes de grupos étnicos y periodistas, entre otros, la entidad que vela por su seguridad es la Unidad Nacional de Protección. Su trabajo busca garantizar el derecho a la vida, la libertad, la integridad y la seguridad de esas personas, incluidos 35 resguardos indígenas del país como los wayuú, nasa, awá y totoró.

Fedeseguridad trabaja junto al Ministerio del Trabajo para garantizar el respeto por los derechos laborales de los guardas y capacitar constantemente a sus asociados en ese tema.

La protección de mercancías en Colombia también tiene grandes alcances. Tracker de Colombia, en sus 20 años de trabajo en el país, ha recuperado 6.650 vehículos robados, con ayuda del monitoreo con tecnología GPS. 

Las tarifas de los escoltas en Colombia son reguladas por la ley y están por encima de los 8,5 salarios mínimos más el 10 por ciento para cubrir los gastos administrativos del servicio de seguridad.