Especiales Semana

ALTO RIESGO

La Troncal del Caribe cuenta con los más exigentes parámetros de ingenieríapero, a pesar de esto, presenta alarmantes índices de accidentalidad.

4 de agosto de 1997

Una de las principales vías que el gobierno dio en concesión al entrar en vigencia la ley 80 de 1993 fue la que, con 62 kilómetros, comunica a la ciudad de Barranquilla con Ciénaga. Con una inversión de 30,4 millones de dólares, los cuales corrieron por cuenta del Consorcio Concesión Castro Tcherassi y Equipo Universal-Julio Gerlein & Cía. Ltda., esta vía permite una velocidad promedio de 80 kilómetros por hora. Un kilometraje que, de ser sobrepasado, puede producir en los carros fuertes vibraciones por la fuerza de los vientos que soplan a orillas del mar Caribe. De acuerdo con una encuesta nacional contratada por el Instituto Nacional de Vías al Centro Nacional de Consultoría, la Troncal del Caribe ha arrojado los mejores resultados tanto en administración, servicios, señalización, flujo de tráfico y estructura. De hecho, a lo largo de su su trayecto esta vía cuenta con iluminación, servicio de grúa las 24 horas del día, dos ambulancias, dos motorizados, básculas para regular el peso de los vehículos -no pueden sobrepasar las 52 toneladas- y 10 teléfonos de emergencia instalados cada cinco kilómetros.
Lo paradójico es que, a pesar de todas estas fortalezas y el supuesto alto nivel de seguridad vial que se garantiza, esta vía se ha constituido en el escenario de la mayoría de los accidentes de tránsito ocurridos en el país. Según el reporte de la Unidad de Seguridad Vial, de los 372 accidentes presentados el año pasado en las vías del departamento del Atlántico, 40 de ellos se produjeron en esta carretera. Hace pocas semanas, 32 personas perdieron la vida en una serie de accidentes presentados en un solo día. De esta manera los carriles amplios, la impactante demarcación y los modernos peajes para evitar la congestión con los que esta nueva vía cuenta no parecen ser suficiente para garantizar la seguridad y comodidad de los usuarios. La ineficiencia de los radares y los sistemas para medir el grado de alcohol de los conductores ha hecho posible que cada día en este tramo más de 20.000 vehículos se excedan de la velocidad máxima permitida y la recorran como si estuvieran en una competencia de fórmula 1.
No es gratuito por eso que la Troncal, a pesar de ser considerada una de las más modernas carreteras con las que cuenta la infraestructura vial colombiana, haya sido objeto, en los últimos años, de críticas por parte de diferentes sectores del país. Más que a sus especificaciones, sin embargo, los problemas de la vía parecen responder a la ineficacia por parte de las autoridades para controlar el alto porcentaje de accidentes. Y lo que esto demuestra es que no sólo se requieren los más exigentes parámetros de construcción sino que también se hacen necesarios un buen mantenimiento y la vigilancia para el óptimo servicio de las obras que se inicien.