Especiales Semana

Amores perros

La infidelidad, sin importar si es motivada por insatisfacción o por el deseo de experimentar, es el fin de muchas relaciones y la salvación de algunas.

30 de julio de 2011

El estudio de SEMANA reveló que el 21 por ciento de los encuestados han sido infieles, una práctica tan antigua como la historia de la humanidad, según el sexólogo Laurent Marchal y delimitada por patrones culturales, casi siempre machistas.
 
¿Los colombianos son abiertos a la infidelidad?
 
Según el estudio del comportamiento sexual de los colombianos, aunque gran parte de la población no es fiel a su pareja, esta es una conducta que se juzga culturalmente. Al colombiano promedio le cuesta aceptarla y tiende a censurar esta práctica, catalogada como algo indeseable para ambos sexos.
 
¿Prácticas como tríos e intercambios disminuyen el riesgo de traición?
 
Así es para la psicóloga Alejandra Quintero, presentadora de El Diván Rojo. En la pareja existen múltiples pactos. La infidelidad es la transgresión a uno de ellos: el trato de no acostarse ni pensar sexualmente en alguien más. Cualquier relación sexual más allá de esas dos personas implicaría una fractura en la pareja. Pero cuando el contacto sexual con otro hace parte de lo convenido no hay mentiras, pues la relación involucra la posibilidad de estar con terceros. "Esta situación podría disminuir el riesgo de infidelidad gracias a la libertad de la que se goza. Una persona limitada tiene más posibilidad de transgredir".
 
¿El mal sexo es determinante?
 
Quintero asegura que la insatisfacción sexual es una de las motivaciones para que una persona mienta y oculte una relación externa. Es una de las causas más directas y en la que intervienen muchas otras variables como falta de comunicación, rutina y monotonía. "Lo importante es restablecer el erotismo, la creatividad y, sobre todo, afianzar la comunicación, porque no siempre se es infiel por los vacíos o problemas que vemos en la pareja, también por los nuestros".
 
¿La infidelidad es la principal causa de divorcio?
 
"No es la causa real, es la punta del iceberg. Un tercero es producto de la inconsistencia que ya ha tenido la pareja durante algún tiempo. Podría ser el florero de Llorente, un motivo de reflexión o un asunto transitorio", indica Jairo Estupiñán, director de la maestría de Psicología Clínica y de Familia de la Universidad Santo Tomás, quien calcula que de cada diez consultas de pareja, tres son por infidelidad.
 
¿Una aventura es saludable para renovar la relación?
 
"Muchas veces, nuevas opciones sexuales alimentan y nutren la relación, pero eso depende de la estructura de la pareja", asegura Alejandra Quintero y explica que una tercera persona podría devastar algunas relaciones y hacer mella en la confianza para terminar en una angustia permanente que lleva a la ruptura definitiva. En otros casos las fortalecen. "Incluso actualmente hay varias páginas web que invitan a los matrimonios a ser infieles diciéndoles, más o menos, sea infiel para que su matrimonio dure".