Especiales Semana

ANTIOQUIA

27 de abril de 1992

DESPUES DE LA TEMPESTAD
HA PADECIDO COMO NINGUNA OTRA ciudad los azotes del narcoterrorismo y la violencia. Durante muchos días sus habitantes sintieron el ruido de las bombas, la incertidumbre de los tanques y el sinsabor que produce una población militarizada. En cualquier momento podía ocurrir lo peor. Y así, cada amanecer estaba impregnado por el olor a plomo de las armas. Los diarios de la ciudad, los del país y los del mundo no pararon en registrar los acontecimientos. Los expertos llegaron a asegurar que estar en el centro de Medellín era peor que estar en Beirut.

Pero dice el adagio popular que "no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista". Y tiene razón. Aunque en la capital antioqueña no han desaparecido del todo ni la inseguridad ni la violencia, la verdad es que hoy la ciudad de la eterna primavera comienza a florecer.

SEMANA habló con el alcalde saliente Omar Flórez y con el entrante, Luis Alfredo Ramos. El primero realizó un balance de su gestión. El segundo contó sus expectativas y proyectos.


MEDELLIN ES OTRO CUENTO
Alegre y optimista, el alcalde Omar Flórez retrocede el tiempo y comienza a echar a andar los dos años de su administración que finalizarán el próximo primero de junio. "Recibí una ciudad en plena guerra dice Flórez. En medio del estallido de carrobombas, la vida nocturna no existía. Se agudizó la guerra entre el narcoterrorismo y los organismos de seguridad del Estado. Mataron cerca de 300 polícias en dos meses, ocurrió la famosa masacre de Oporto".

Cuando Omar Flórez recibió el cargo había medidas de excepción y de guerra, jefaturas militares, toques de queda. "Logré motivar al presidente Barco y al entonces ministro de Gobierno, Horacio Serpa Uribe segura para que desmontaran esas medidas y regresar a la normalidad. Mi propuesta era darle un manejo civilista al problema. Porque el fuego no se apaga con el fuegó "

Formas de represión aceptadas por la Constitución y la Ley fueron utilizadas en Medellín. Pero no le dieron la paz. Por el contrario, el conflicto se agudizó. "Con base en mi experiencia politica e ideológica señala Flórez desmonté todas las medidas de expresión en el espacio público, trincheras en todos lados, motos, carros y toques de queda. Para crear un ambiente de paz comenzamos un diálogo, un nuevo mensaje"

Entonces se posesionó el presidente Gaviria y con él vinieron los decretos de sometimiento a la justicia. " Esto posibilitó que los capos del narcotráfico se entregaran ante la ley, que pusieran la cara ante un juez de la República y eso fue bien recibido por el pueblo", asegura el alcalde.

El Medellín de hoy es muy distinto. Está estrenando rostro. La gente se hastió de muerte. "A las milicias populares les dimos otro tratamientó" . Hace cuatro años nacieron como rechazo a la única expresión que daba el Estado. Convirtieron las escuelas en cárceles, las canchas en centros de operación militar. "En mi mandato dice Flórez no hemos utilizado ni una sola escuela como cárcel. La base Juan del Corral se la tuvieron que llevar por que yo le queria dar otro manejo de autoridad civil. Encontré unos comandantes del Ejército y de la Policía que entendieron las dimensiones del conflicto y respetaron la posición" .

Al comienzó de la administración Flórez, Medellín tenía los síntomas de una ciudad que estuvo muerta. Nadie se atrevera a pisar la capital antioqueña. La noche era muerta. Los hoteles tenían una ocupación del 20 por ciento. Hoy está cercana al 100 por ciento. La gente visita a la ciudad, aspecto que implica recuperar la confianza del turista.

"Por eso asegura el alcalde hemos promovido la realización de eventos culturales, científicos y deportivos. La afición futbolera fue catalogada como la primera en América Latina y la cuarta en el mundo, 52 mil aficionados y ningún herido. Además se realizaron las ferias de las flores y la temporada taurina que el año pasado la mataron con un atentado terrorista".

Según el alcalde, las medidas del Gobierno contribuyeron, pero eso no significa que el narcotráfico se acabó. "Mientras haya necesidad de droga en el mundo habrá producción", afirmó.

"El programa civilista que propuse señaló Flórez fue un buen mecanismo para entrar en una nueva generación en Antioquia. Pero aún se requiere unificar políticas de gobierno y se necesita la acción conjunta de los mecanismos de represión y seguridad del Estadó ".

Entonces, ¿qué hay que hacer? Para Flórez lo primordial es promover la educación, la recreación y el deporte para abolir el tiempo de ocio."Ahora nuestra nueva campaña es "Quiero volver a Medellín" y lo estamos difundiendo por todo el país. Qué tal estar asistiendo al entierro del Antioquia. Tenemos un Medellín resucitado. Medellín no ha muerto ni morirá. Medellín está vivo en el arte, en el deporte, en la música, en las empresas", aseguró.

Pero no todo ha sido de color de rosa. El talón de aquiles del alcalde Omar Flórez ha sido el desempleo. "El empleo dice el alcalde es una de mis frustraciones, sin embargo bajó un poquito. Esta es una variable macroeconómica. Por eso un alcalde no tiene en sus manos el poder de salucionar un problema de tal magnitud como el que se presenta en Medellín.

Preguntamos a 600 hogares de Medellín si en el último año alguien de la casa buscó empleo y no pudo conseguir. El 52 por ciento dijo tener un pariente en busca de empleo, más de la mitad de los hogares de Medellín tiene ese problema. El 49 por ciento respondió que no. En la actualidad esperamos que el Conpes nos apruebe el proyecto de Porce 11, que es una hidroeléctrica que ya está diseñada y que necesita el país. Cuesta 530 millones de dólares y está financiada. Colombia no tiene que poner cinco centavos ahí, pues las Empresas Públicas de Medellín se encargan para producir hidroelectricidad para todo el país, generar empleo y aprovechar un recurso natural como lo es el agua.

Vamos a construir la nueva sede Alpujarra que generará cerca de cuatro mil empleos. Es decir entre el tren, el edificio de las empresas públicas y la hidroeléctrica, podemos generar aproximadamentede 25 a 30.000 empleos. Fuera de los empleos que generamos con las construcción de obras públicas en la administración, empresas varias y vivienda".

En materia educativa, durante la administración Flórez se redujo el déficit escolar. Se realizó un programa de mejoramiento de escuelas y en ello se invirtieron mil millones de pesos. Se crearon 232 escuelas en total. En síntesis, se trata de una administración de corte civilista cuyo propósito era sembrar nuevas semillas en la ciudad. Ni la violencia ni el desempleo, ni la inseguridad y mucho menos el narcotráfico han desaparecido, pero el balance de la gestión Flórez deja la sensación de que en Medellín comienza la calma que precede a toda tormenta.


EL FUTURO
A partir del primero de junio comenzará a funcionar la administración Luis Alfredo Ramos. Para él, la ciudad presenta varios problemas: un alto índice de desempleo y a raíz de éste inseguridad y delincuencia. Medellín tiene un grave problema de inseguridad debido al desorden social que ha vivido la ciudad en los últimos años. Ese alto índice de delincuencia debe ser superado en la nueva administración a través de una propuesta", asegura Ramos. Este plan contempla un programa educativo pues "en ninguna época el alcalde actual ha sido líder de la educación en Medellín. En este momento los bachilleres presentan una de las más bajas calificaciones del país", asegura el alcalde electo.

Por otra parte, Ramos asegura que recibe un municipio con alta burocracia. "Hay más de ocho mil empleados y según algunos estudios sobran 1.500 funcionarios. Yo voy a mantener la estabilidad de todos, pero voy a congelar la nómina del municipio de Medellín", señala el alcalde entrante.

Ramos pretende fortalecer el sector privado para que dé una respuesta masiva en materia de empleo. Para la seguridad, creará una política de convivencia a nivel de los barrios con el apoyo de autoridades, Ejército, Policía y de los bachilleres que prestan servicio militar. Se apoyará en las instituciones de mayor credibilidad que son la universidad y la Iglesia.

Los alcaldes, el entrate y el saliente, con lo que dejan y esperan de una ciudad que una vez fuera de tormenta, comienza a caminar con el propósito de estar en calma y muy firme.