Especiales Semana

Argentina para soñar

Vistazo a un territorio rico en tradición y maravilloso en variedad geográfica. El país de los seis ‘continentes’.

19 de junio de 2000

La puerta de Suramérica está allá abajo, bañada por el Río de La Plata, con olor a puerto, visión de futuro, y se llama Buenos Aires. Esta ciudad, la más elegante y activa de la región, sintetiza la riqueza de un país que navega orgulloso en sus tradiciones y en un altísimo nivel cultural.

Y aunque Buenos Aires en sí misma recoge la esencia del todo el país también es cierto que se muestra absolutamente diferente a las otras cinco regiones en las que está dividido éste. No se trata de un capricho administrativo sino de una ley de la naturaleza, hecho que ha llevado a los argentinos a decir con orgullo: “Tenemos un país con seis continentes”.

Además de Buenos Aires el visitante encuentra en esta nación un ‘continente’ selvático, de verde frondoso, tupido. Se trata de la Selva de las Aguas Grandes. Una región de tierra roja y con abundantes y diáfanas aguas. Allí están las cataratas de Iguazú. El río arroja su caudal desde 70 metros de altura a través de 275 saltos y a lo largo de 2,7 kilómetros. El sonido es una sinfonía sobrecogedora que alimenta la vida cotidiana de 400 tipos de aves distintas que vuelan en el Parque Nacional del mismo nombre de las cataratas.

El otro ‘continente’ es la llamada Zona de Altas Cumbres, en donde se levantan imponentes los volcanes nevados. Diferente a este escenario está la Patagonia Andina, en la cual brillan los picos de granito y campos de hielo que derraman sus lenguas glaciales en transparentes lagos.

En otro punto está la Patagonia Atlántica, donde mamíferos y aves marinas viven días breves pero acompañados de la palabra tranquilidad. Al contrario del llamado otro ‘continente’: la Pampa, el país del gaucho. Es la cuarta parte del territorio argentino y allí cabalgan los jinetes sobre finas llanuras ricas en ganado. Bajo un sol espléndido es común verlos saboreando un mate, la bebida que simboliza sus tradiciones.

El acceso a estas regiones es sencillo pues el turismo es un renglón que ha alcanzado altos niveles de desarrollo para brindarles a los turistas todas las comodidades posibles. Las vías y los alojamientos son garantía de comodidad. Sin embargo, si el visitante prefiere no optar por la naturaleza sino que desea perderse en la selva de cemento, nada mejor que Buenos Aires, una urbe de 11 millones de habitantes, cosmopolita, moderna, exquisita. Aquí está todo. Gastronomía, cultura, negocios, música, diversión, ocio, todo está en esta urbe de construcciones típicamente europeas, de grandes avenidas y gente amable. Una ciudad europea pero localizada en una esquina de Suramérica.