Especiales Semana

¡ AY AY AY !

Nuevos recursos para la lucha contra el dolor, algo que no es un síntoma sino toda una enfermedad

8 de diciembre de 1986

Es un problema real y concreto...
"la enfermedad más incapacitante, perjudicial tanto para el paciente como para la economía" y ... "punto débil de la medicina moderna"...
Así lo sostienen científicos como el japonés Joseph Wang--investigador de la Clínica Mayo de Minnesota--y los miembros de la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación, Pedro Bejarano y Alfredo León.
Se ha comprobado que supera en número de casos de incapacidad a las enfermedades coronarias y el cáncer, mientras sus altos costos de manejo alcanzan a representar nada menos que ¡70 mil millones de dólares al año!, sólo en los Estados Unidos. Pero no sólo es capaz de arruinar a muchos sino que puede amargarles la vida continuamente.
"En Colombia --dijo a SEMANA Bejarano--, hemos atendido pacientes cuya historia clínica demuestra que se han invertido sumas superiores al millón de pesos en exámenes para 'localizarlo'y tralarlo"...
Gran cantidad de drogas se invierten en la formulación para el manejo de estos síndromes y sus miles y millones de víctimas mantienen copados los servicios de consulta médica y terapia física, entre otros.
Y nadie puede sentirse totalmente excluido del asunto, porque es un mal de siempre, de unos más que de otros, pero de todos, y es nada más ni nada menos que el dolor.

MAL DE SIEMPRE...
En un principio, el mal se atribuyó a castigos demoníacos y los conjuros fueron el método más popular de tratamiento. Claro que algunas veces las víctimas del dolor eran "herederos de los pecados de sus antepasados y así ellos llevaran una vida sana, se veían obligados a soportarlos".
Los chamanes de aquella época se basaban en augurios mirando el hígado de los animales para predecir el curso del mal.
Los griegos en sus pinturas demostraron también su interés por encontrar alivio a las dolencias y representaron a un joven con un palo delgado atravesado en la parte posterior del cuello y un hilo amarrado en sus extremos, explicando que se debe halar el hilo "tan pronto el ciudadano experimente dolor".
Otro es "el caso africano" que empezó hace milenios y su tradición continúa. Consiste en hacer dos cortes en el cráneo con un tornillo y en forma de cruz y la prescripción ordena "remover la herida cuando se siente dolor". Así lo comprueba Ronald Melack en un audiovisual.
Los chinos no se quedaron atrás. Desde allá han ido adelante de muchos otros tratamientos; su--en un principio--magia, después arte y para algunos ciencia, llamada "acupuntura", conforma todo un mundo en el tratamiento del dolor.
Esta comenzó, según una leyenda china, cuando los guerreros antiguos quedaban llenos de flechas y sólo al quitarlas sentian dolor. "Por este motivo llegaron a la conclusión de que si había dolor, había que colocar algo dentro del cuerpo y colocaron agujas", señaló Wang.

EL DOLOR ES ...
Una de las primeras definiciones conocidas acerca del dolor la pronunció la antigua mitología. Esta es: "El dolor es el hijo del aire y la Tierra quien vive entre tinieblas y se presenta envuelto en un gran ropaje blanco, blandiendo un puñal". Se llegó también a decir que tenia por hermanos la tristeza, la venganza, la cólera y la calumnia, y otros familiares eran los combates, el olvido, la peste y los asesinatos.
Los pioneros de la filosofía quisieron--desde entonces--establecer si este era un "mal para el bien o un mal para el mal". Y--a pesar de todo lo dicho y escrito hasta el momento--, no se ha llegado a conclusiones contundentes.
Por un largo período se trató al dolor como un sintoma "aledaño" a todas las enfermedades, pero hoy se ha comprobado que no es sólo un síntoma sino "toda una enfermedad, en sí misma".
De acuerdo con los especialistas, la era moderna del estudio del dolor comenzó con los experimentos del doctor John Bonicca de la Universidad de Seattle, estado de Washington. El, haciendo pruebas con anestesias locales, se dio cuenta de que no todos los pacientes reaccionaban en la misma forma y solicitó la asesoría de otros especialistas.
Hoy en día la Asociacion Internacional para el Estudio del Dolor sostiene que "el dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con daño tisular actual o potencial".
Y una de las teorías más importantes en la investigación del dolor es la del "Control de la compuerta", desarrollada por los especialistas Patrick Wall y Ronald Melack de la Universidad de Mc Gill, Montreal.
La controvertida teoría plantea que "en las conexiones a la médula espinal de las vías nerviosas que conducen los estímulos del dolor, existen mecanismos que modulan la transmisión del estímulo doloroso al cerebro". "Estimulando las fibras gruesas (zonas periféricas de la piel), se logra bloquear el paso del estímulo doloroso a la médula", explicaron a SEMANA Bejarano y León, quienes dieron el "ejemplo de la rodilla": "Cuando uno se pega, de inmediato empieza a sobarse y se calma el dolor; es un caso típico de estimulación de las zonas gruesas".
Estudios realizados en diversos países han coincidido en señalar que hay quienes utilizan la expresión de su dolor como un método para logra amor, atención de su familia, con su amigos o colegas. Esto les ayuda a satisfacer sus necesidades de dependencia, mientras otros justifican su alcoholismo e inestabilidad usando e dolor como excusa.
Los anteriores casos--dijeron los especialistas--podrían contemplarse en el denominado "dolor sicológico" --que, la verdad--tiene mucho de siquico, pero poco de lógico.
"Sucede cuando los pacientes confunden una situación como la ansiedad o la depresión y la describen y expresan empleando el lenguaje y el comportamiento que corresponde generalmente al daño de tejidos o tisular"
El dolor se expresa de muy diversas maneras, entre ellas, gritos, palidez, palpitaciones y fiebre. Pero su intensidad no corresponde a la gravedad de la afección que la provoca.
Por ejemplo, la mayoría de las personas que sufren cáncer, en el comienzo de la enfermedad no siente dolores, mientras una neuralgia de carácter benigno puede generar toda clase de expresiones de dolor.
Existen múltiples tipos y clasificaciones de los dolores, algunos los llaman fulgurantes --comparados con los rayos por su rapidez--, los lancinantes--parecidos a alfileretazos--y contusivos --o sensación de golpe.
También se han clasificado como superficiales, cuando se localizan con precisión en la piel y profundos en el caso en que se presenten difusos. Por su causa también son variables, pueden deberse a traumatismos, infecciones, intoxicaciones, etc. Y a pesar de que el hombre sueña con vivir sin ellos, sin los molestos dolores, estos tienen sus características positivas, aunque parezca increible. Según Wang, "es un mecanismo de defensa eficaz que protege al organismo de estímulos dañinos y fallas funcionales e impide una actividad física exagerada que pueda agravar la lesión; es una señal de peligro".


EL UMBRAL...
De acuerdo con investigaciones realizadas por Wang, cada persona expresa un umbral diferente de dolor. Y uno de los hallazgos más importantes en este sentido consistió en haber identificado sustancias producidas por el cuerpo que se encuentran en el cerebro y la médula espinal. Generalmente--según se ha establecido--las personas poseen 15 miligramos de estas.
Entre otras investigaciones recientes se encuentran las del especialista suizo Alfred Hanck, de la Unidad de Medicina Social y Preventiva de la Universidad de Basilea, Suiza. Después de años de investigación, Hanck y su colega H. Weiser llegaron a la conclusión de que "las vitaminas poseen propiedades analgésicas y antiinflamatorias que corresponden a las de los analgésicos convencionales y los agentes antiinflamatorios".
"Tienen la ventaja de no presentar los efectos secundarios de las drogas convencionales usadas durante períodos prolongados", señaló y agregó que: "Las vitaminas parecen ser recomendables para usarse solas como un analgésico suave o en combinación con analgésicos convencionales, en especial, las del complejo B".
De acuerdo con Hanck, "la vitamina C administrada en altas dosis de 10 gramos por día a pacientes graves con cáncer, logra una disminución significativa del dolor"

CLINICAS DE DOLOR
Y ante la complejidad del fenómeno, la mayoría de los especialistas ha visto la necesidad de seguir el ejemplo de Bonicca, es decir, de conformar grupos de especialistas que analicen, diagnostiquen y prescriban un tratamiento particular para cada caso. Estas son las hoy llamadas "Clínicas del dolor".
Integran, entre otros, a fisiatras neurólogos, especialistas en ortopedia, sicólogos, neurocirujanos y acupunturistas. Además, cuentan con un grupo de apoyo para terapia física y social.
El especialista colombiano Pedro Bejarano--al conocer el éxito de estas clínicas en Estados Unidos--decidió promover la creación de las mismas a nivel nacional y--aunque al principio (1980) lo trataron de loco- hoy recibe un gran apoyo tanto el tema del tratamiento del dolor, como enfermedad, como los resultados logrados hasta el momento.
Hoy en día existen 12 clínicas del dolor en todo el país y--como lo pudo comprobar SEMANA--durante el Segundo Curso del Dolor, organizado por la Asociación Colombiana de Anestesiólogos--celebrado la se mana pasada en Bogotá--, hay un interés creciente en estas clínicas por parte de los especialistas y una demanda continúa por parte de los pacientes. Así, el objetivo de las clínicas del dolor es ayudar a los pacientes a tener una rápida recuperación de sus dolencias, teniendo en cuenta tanto su situación física y sicológica y contribuir a que todas las personas puedan "vivir y morir con dignidad" .