Especiales Semana

BOGOTA

5 de septiembre de 1994



LA RESURRECCION DE UN MUERTO
La descontaminación del río Bogotá ha sido uno de los grandes retos de la actual administración distrital. Para llevarla a cabo se requerirá de 700 millones de dólares y 15 años de trabajo. La tarea ya comenzó.

NO HAN SIDO pocas las administraciones distritales y las intenciones de entidades gubernamentales que han considerado como punto atractivo de campaña ofrecer como eje central la descontaminación del río Bogotá.

El problema empezó a llamar la atención hace casi 30 años cuando la población de la capital sobrepasó el millón de habitantes y los mecanismos naturales del rìo para autodescontaminarse dejaron de ser suficientes. A partir de entonces políticos, expertos y eruditos en el tema se hicieron cargo de numerosos estudios que le daban la vuelta, una y otra vez, a los escritorios del funcionario de turno. Más que contaminado de desechos esta fuente natural de agua parecìa estar contaminada de versiones, de opiniones, de estrategias y de planes imposibles de llevar a cabo.

EMPIEZA EL VIACRUCIS

Según Eduardo Villate, ex director de la CAR, el largo peregrinaje de alcaldes tocó punto final con la administración actual, que unida a la Corporación Autónoma Regional (CAR) permitió iniciar la estrategia que está a punto de iniciarel milagro.

Mediante un comité formado por el Departamento Nacional de Planeación, la CAR, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, el Dama y la Gobernación de Cundinamarca se contrató a una firma especializada para que evaluara los estudios ya existentes al respecto. Se identificaron 16 alternativas de descontaminación de las cuales se eligieron tres para finalmente darle vía libre sólo a una que consiste en el levantamiento de tres plantas de tamaño relativamente pequeño en la desembocadura de cada uno de los afluentes conductores de aguas negras, como El Salitre, El Fucha y El Tunjuelo. El costo de esta alternativa fue del orden de los 700 millones de dólares y será desarrollada en los próximos 15 años, constará de tres etapas y la primera de ellas estará lista en tres años.

FINANCIACION GARANTIZADA

Con la participación de una firma extranjera en la construcción de cada una de las fases de descontaminación se crearon mecanismos que aseguran y a la vez facilitan al país pagar los costos de su realización. El principal es el de concesión, que asume la vinculación de capitales privados. Con este mecanismo existirá un perìodo de gracia de tres años, tiempo en el cual se estará realizando la primera fase, y le dará tiempo suficiente a la ciudad para recaudar el dinero de los primeros pagos. Estos se reunirán a través de la ley 99 de 1993, que asigna el 50 por ciento de los recursos, delegados por el Distrito a la CAR, a proyectos de gestión ambiental dentro del propio Distrito Capital, más o menos 10.000.000 de dólares anuales. Otro mecanismo de recaudo es la ley 141 de 1994 que establece un fondo de regalías que permitirà recibir otros 10.000.000 de dólares. También existirá un Fondo Ecológico de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado con destino al saneamiento del rìo y que generará 2.500.000 de dólares anuales. Todos estos recursos obtenidos con las normas anteriores serán capitalizados y producirán rendimientos adicionales que acercarán más la posibilidad de garantizar continuidad en el desarrollo de este ambicioso proyecto. Los beneficiados del saneamiento del rìo asumirán así, de forma mínima las tarifas generadas por este plan.

Si el proyecto se desarrolla como está pensado, los bogotanos por fin podrán contar dentro de pocos años con los primeros resultados de algo que muchos no conocieron: Agua limpia proveniente del hoy difunto rìo Bogotá.