Calidad ante todo

En los últimos años los colombianos se han venido familiarizando con los anuncios comerciales de empresas que han obtenido una certificación del Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificaciones (Icontec). La razón es que cada vez más compañías de diferentes ramos se comprometen con el empeño de adecuar sus instalaciones, productos y procedimientos a los estándares internacionales de calidad. Y lo hacen no sólo para estar a la altura frente a los consumidores colombianos sino para abrir puertas en otros mercados en los que estas certificaciones son un pasaporte de la excelencia. Una empresa que pasa el examen de la certificación ISO (que según su sigla en inglés traduce Organización Internacional de Normalización), que es como la ONU de las normalizaciones en el mundo, gana por donde se le mire: ante sus clientes o consumidores y en el mercado internacional, en el que tiene una importante credencial de presentación.

Según Mónica Vivas, directora de certificaciones de Icontec, los procesos de certificación comenzaron a hacerse cada vez más importantes con la ola de globalización y apertura económica que se inició hace unos 15 años y que vio surgir diferentes bloques económicos alrededor del mundo. “Ese nuevo escenario, en el que los países más poderosos unificaron sus mercados, significó un duro golpe para las economías nacionales de menor escala que no eran lo suficientemente fuertes pero querían hacerse más competitivas y llegar al consumidor final con productos de buena calidad y bajos precios. Es en ese momento en que la certificación se vuelve necesaria”, dice.

En el caso colombiano uno de los aspectos más interesantes del auge de las certificaciones lo constituye el hecho de que no solamente las grandes compañías las están obteniendo sino también las pequeñas y medianas industrias. En este sentido vale mencionar la labor que viene adelantando la Cámara de Comercio de Cali a través de su programa Centro de Desarrollo Empresarial —CDE—, que desde 1998 se ha enfocado a las pymes y empresarios que deseen formarse en el diseño, implementación y mantenimiento de sistemas de gestión con el fin de asegurar la calidad y fomentar el mejoramiento continuo a partir de la norma internacional ISO 9.000. El proyecto está diseñado para ser ejecutado en forma colectiva en grupos de aproximadamente 12 empresas que, en un año, se preparan y ejecutan los procesos de normalización para establecer sistemas de aseguramiento de la calidad y obtener la certificación. “A la fecha la Cámara de Comercio de Cali, a través del CDE, ha iniciado procesos de aseguramiento de la calidad con 135 empresas de diferentes subsectores económicos, como metalmecánico, de servicios, alimentos, calzado y cuero, ingeniería de consulta y de seguridad y vigilancia, entre otros. Así mismo se han certificado 31 compañías, de las cuales ocho se beneficiaron del convenio Proexport Colombia-CDE por ser empresas pymes exportadoras”, dice Julián Domínguez Rivera, presidente de la Cámara de Comercio de Cali. Con estos programas se está mejorando a todos los niveles la competitividad de las empresas colombianas.

También hay que decir que el abanico de las compañías que han logrado las certificaciones se ha ampliado en los últimos años. “Los sectores tradicionales, como los de manufacturas e industrias químicas, siempre han estado al día en el tema de certificaciones pero, últimamente, las empresas que ofrecen servicios, empresas de ingeniería, vigilancia, bancos y el sector salud, entre otras, se han puesto al día. Hoy contamos con 1.300 certificaciones otorgadas”, dice Mónica Vivas. Nombres de empresas tan importantes como Terpel, Emtelco, Merck y Socovig se han unido a este ‘club’ de la excelencia y la calidad. En la actualidad Icontec otorga el 85 por ciento de las certificaciones que se entregan en el país y cuenta con más de 100 expertos en diferentes ramos, quienes se dedican exclusivamente a este campo.