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CARTAGENA: AYER Y HOY

Fundada en 1533, Cartagena se prepara para celebrar 450 años de historia. Entre murallas, callejuelas coloniales y edificios modernos, su vida económica gira en torno al turismo y la industria...

13 de junio de 1983

Con sus castillos y sus murallas, con sus callecitas coloniales y sus modernas avenidas, con sus rascacielos y sus ranchos de paja, y con una población aproximada de 700.000 personas, Cartagena de Indias se prepara para celebrar 450 años de historia.

Esta ciudad, en donde se mezclan la raza indígena de los calamarí, "pueblo sobre el cual cayó Pedro de Heredia apenas desembarcado en Bocagrande", con la raza blanca de los conquistadores, y con la raza negra de los esclavos africanos, fue el puerto más importante en la introducción de esclavos al continente. Es como un emblema de la patria. Porque, "la historia de Cartagena es, en cierto modo, la de Colombia. Hay largas épocas durante las cuales Colombia no tiene más historia que la de Cartagena", afirma Eduardo Lemaitre.

"El negro fue fundamental en la construcción de la ciudad, en el desarrollo de la agricultura y de la ganadería, en los oficios domésticos, en el cargue y descargue de mercancía", dice Manuel Zapata Olivella, médico, escritor e investigador. "Sus murallas fueron construidas por negros azotados. Pero el negro no sólo fue un cargador de ladrillo: también fue portador de cultura. Cartagena es una ciudad mulata no por sus características étnicas, sino por su contextura cultural. La idiosincrasia que más se destaca en el costeño es la del negro. El costeño es alegre, bailador, musical".

Y recuerda Manuel Zapata: "Cuando Pedro Claver llega a Cartagena en 1610, de los 6 mil habitantes que tenía la ciudad 5 mil eran negros ".

Cartagena fue fundada por don Pedro de Heredia en 1533, pero el día exacto ha sido motivo de debates históricos. El más sonado lo protagonizaron los académicos Gabriel Porras Troconis, cartagenero, y Enrique Otero D'Acosta, bogotano. Porras sostuvo que la fundación ocurrió el 20 de enero, y así lo celebró la ciudad mucho tiempo. Otero, por su parte, afirmó que Heredia fundó la ciudad el 1° de junio. Tras analizar a fondo los documentos de la época, la Academia de Cartagena certificó el año pasado que la fundación tuvo lugar e] 1° de junio.

La Cartagena de hoy se puede dividir en cuatro sectores: el corralito de piedra en donde, salvo uno que otro desastroso lunar, subsiste la arquitectura colonial de la época de los virreyes; la Cartagena de barrios tan tradicionales como El Cabrero, Manga, Pie de la Popa; la Cartagena turística de Boca Grande y El Laguito, con sus torres de apartamentos, sus hoteles de 2 a 5 estrellas, sus restaurantes, sus casinos, sus "sanandresitos", sus discotecas; y la Cartagena popular, de casitas en serie, de tugurios, la Cartagena de los problemas y de la miseria, donde habita más del 60% de la población.

Cartagena es la ciudad colombiana con mayores tesoros arquitectónicos, con más peso en la historia de nuestra independencia. "Bajo el imperio español fue centro de comercio y de intercambio entre países y la metrópoli. Sus fortificaciones defendían la estabilidad del imperio español. La importancia de Cartagena en la independencia es inmensa, de allí arrancó Bolívar para su campaña admirable. La ciudad murió para defender la nación ", anota el senador Raimundo Emiliani, el más antiguo de los congresistas cartageneros.

El asedio a Cartagena empezó cuando sólo tenía 13 años de fundada. El corsario francés Roberto Baal la asaltó con mil hombres en 1546. Tras sucesivos embates de piratas franceses como Pointis y Ducasse, ó ingleses como Drake y Vernon, el último sitio se registró en 1898, cuando, en un oscuro incidente, una escuadra italiana intervino engañosamente en apoyo de su compatriota Ernesto Cerruti, casado con la nieta del general Tomas Cipriano de Mosquera. Los baluartes, las fortalezas, los castillos, las murallas que surgieron para defender la ciudad de los ataques que se prolongaron por más de tres siglos, fueron víctimas posteriormente de la piqueta demoledora.

En "Historia General de Cartagena" (Edición Banco de la República-Antares) que entrará en circulación el 1° de junio, destaca Eduardo Lemaitre la importancia de Cartagena en la época virreinal. "Los virreyes se posesionaban aquí y aún conserva la casa, con escudo y todo, donde se cumplía esa ceremonía. Además los virreyes permanecieron aquí muchos años.

Cartagena en la independencia, después de su holocausto, es la primera en lanzar el grito de libertad. El movimiento del 11 de noviembre 1811 es "desafío audaz, ejemplo valor", dice Lemaitre.

"Y es en Cartagena en donde revela el genio de Bolívar", anota senador Raimundo Emiliani. Fue allá en donde les dijo a los granadinos: "soy hijo de la infeliz Caracas, escapado prodigiosamente de sus ruinas físicas y morales. Fiel a los estatutos de libertad y de justicia de mi patria he venido a seguir los estandartes de la independencia que tan gloriosamente tremolan por estos Estados".

La presencia de Cartagena en la era republicana tiene un nombre que todos los cartageneros consultados por SEMANA no dudan en señalar: Rafael Núñez: según Eduardo Leamitre, "la figura más sobresaliente que ha dado la patria después de Bolívar, y par, por lo menos, de Santander".

"Antes de Núñez no había sino canibalismo político. El nos trajo la tolerancia " afirma Raimundo Emiliani.

Cartagena 1983
La vida económica de Cartagena tiene dos fuentes principales: la industria y el turismo. "Pero la ciudad tiene que definir su vocación", opina Raimundo Angulo, ex alcalde y ex gerente de la Corporación Nacional de Turismo. "Si quiere ser industrial, tiene que ser más industrial. Si quiere ser turística tiene que prepararse mejor. Debe volcar sus esfuerzos en hacer una verdadera infraestructura turística con dadera infraestructura turística con todo lo que esto significa en hoteles servicios, personal preparado, atractivos, precios equitativos".

La zona industrial de Cartagena es Mamonal, en donde están concentradas las más grandes empresas. La que más ingresos produce es la petroquímica, pero por ser altamente mecanizada genera pocos empleos, y causa un grave problema: la contaminación de la bahía.

En Mamonal están los astilleros Conastil, industrias de abonos, cementos, laboratorios, y la industria pesquera Vikingos, con sus barcos camaroneros, su procesadora de pescado y una escuela de pesca.

El renglón de la pesca tiene dos aspectos: la pesca artesanal, modus vivendi de centenares de familias que venden el producto en el mercado nacional y la pesca industrial, a cargo de Vikingos, producto de exportación que se destina, en el renglón de camarón, el 70% al Japón y el 30% a los EE. UU.

La Zona Franca Industial y Comercial -ZFIC- de Cartagena, considerada por Naciones Unidas programa piloto a nivel mundial, fue concebida con estos objetivos: generar empleo, atraer capital extranjero, desarrollar la región, fomentar exportaciones, traer nueva tecnología y diversificar industrias.

"Es una Zona 'sui generis' con un sector comercial en Manga y uno industrial en Mamonal", dice el gerente Hector Trujillo. "Antes de iniciar el proyecto se investigó la situación socio-económica de la región: su crecimiento demográfico, sus necesidades. Encontramos, por ejemplo, que de los 5 mil empleos que genera Mamonal solo 500 los ocupa gente de la región", " por su falta de capacitación tienen pocas oportunidades de empleo. Son emigrantes potenciales, con poca capacidad de ahorro".

"Cuando decidimos realizar el proyecto fue necesario vencer muchos prejuicios. La estructura de poder familiar -padres, religiosos, hechiceros- es muy fuerte . Aconsejaban a los jóvenes que no nos hicieran caso porque, decían: esas son cosas del gobierno y al gobierno no se le puede creer. Tuvimos que crear una 'escuela de viejos' para demostrarles que el programa era importante para ellos. Hoy se han capacitado 69 mil personas para trabajar en el parque industrial. Y hemos creado cooperativas y empresas comunitarias. El fin es tender una barrera para contener la emigración a la ciudad", anota Héctor Trujillo, a quien también le correspondió convencer a las mujeres de Pasacaballos -el corregimiento en donde queda la Zona Franca- para que dejaran que sus hijos sembraran árboles para que crecieran juntos el árbol y el niño. "El rechazo a esa iniciativa fue total", dice Trujillo; "las mujeres asocian el árbol con juego y licor, pues los hombres se reúnen a tomar ron y a jugar dominó debajo de los dos únicos árboles que hay en la plaza".

La ZFIC ocupa una extension de 64 hectáreas. Las edificaciones están repartidas en 5 islas, antiguos manglares, intercomunicadas. El programa comprende la construcción de 59 bodegas standar, algunas ya ocupadas por industrias procesadoras de productos de exportación.

Cartagena es el puerto fluvial y marítimo con mayor movimiento. En sus muelles atracan entre 80 y 110 buques al mes. Y allí se mueve el 51 % de la carga total del país que equivale, en importaciones y exportaciones, a 60.000 toneladas.

En 1982 se movilizaron por el puerto de Cartagena 450.710 toneladas de importaciones y 157.754 de exportación. Y atracaron en los muelles 64 barcos de turistas con 38.936 pasajeros.

CARTAGENA TURISTICA
Cartagena cuenta con la mayor infraestructura hotelera y es la industria que más puestos genera en la ciudad. A razón de un empleo directo y tres indirectos por cuarto de hotel.

La recesión económica nacional y mundial ha afectado directamente esta industria. Sin embargo, el gerente de la Corporación Nacional de Turismo, Augusto de Pombo, asegura: "No obstante, la recesión estamos trabajando para vigorizar la estructura turística. Mi empeño es fortalecer económicamente la Corporación, pues el presupuesto de $1.300. 000.000 para todo el país da para poco. Afortunadamente, nos acaban de aprobar $ 1.000 millones para Certificados de Desarrollo turístico. Por otra parte, el plan es víncular el Turismo al programa de desarrollo nacional, pues hay cifras que no se pueden desconocer. Por ejemplo, en 1981 llegaron al país 1.300.000 turistas que dejaron US$ 780 millones.
En divisas le vamos pisando los talones al café".

Las fallas del turismo en Cartagena las señala Josefina del Valle, gerente de la seccional de Corturismo en Bolívar: "Falta planeación, coordinación y recursos. Y se necesita una verdadera política turística, con sus leyes, estímulos, créditos. En Cartagena, por ejemplo, no hay un sólo bus para turismo. Cada vez que llega un barco se retiran del servicio de la ciudad 20 ó 30 buses para desembarcar a los turistas. Guías turísticos hay en Cartagena más de los necesarios. Son unos 150, la mayoría sin la preparación necesaria. El problema se creó con los recomendados de los concejales a quienes les daban carnet sin ningún requisito. Hoy la Corporación está reglamentando ese oficio y exige 18 meses de estudio".

Los dueños de negocios vinculados con turismo se quejan por los abusos que cometen algunos guías y algunos intermediarios, quienes exigen altas comisiones por llevar turistas a los sitios, y vetan los lugares en donde no les reconocen la comisión.

Las altas tarifas en los servicios públicos son otro de los factores que afectan la industria turística en Cartagena. Los grandes hoteles, por ejemplo, llegan a pagar por energía eléctrica más de $ 1.000.000 al mes.

"En esas condiciones no es posible abaratar las habitaciones en los buenos hoteles, ni los platos en los buenos restaurantes", dijeron personas vinculadas a esta actividad.

De acuerdo con los datos de Cotelco, cuyo gerente es el historiador cartagenero Nicolás del Castillo, "Cartagena es la ciudad con mayor capacidad hotelera en el país. Son unas 6 mil camas, contando hoteles de cinco estrellas hasta pensiones. En hoteles pequeños y populares hay suficiente oferta para atender la demanda. Hacen falta, quizá, más hoteles de cinco estrellas para satisfacer ese turismo selectivo que está generando el Centro de Convenciones. Naturalmente no se puede desconocer el problema de la poca ocupación de los hoteles en la baja temporada. En 1982 la ocupación hotelera fue del 56.53%, en promedio, y es un promedio bajo ".

En relación con las quejas que se oyen sobre los precios del turismo en Cartagena, a veces más altos que los de Miami, el gerente de Cotelco explicó que una comparación que no puede hacerse, porque la relación peso-dólar no ha seguido el ritmo de la inflación, y el costo de vida sube cada año 10 puntos más que el dólar. En 5 años es una diferencia importante. De ahí el incremento del contrabando, porque lo importado resulta más barato.

Sobre la conveniencia del turismo para Cartagena, hay diversas opiniones: "El turismo está ligado a nuestro destino histórico, pero necesita protección y desarrollo. Tenemos que embellecer y estructurar la zona turística y reglamentar los precios en taxis, restaurantes y almacenes y sitios de diversión", dice el ex ministro Aroldo Calvo.

"Deberíamos acaparar ese turismo de las familias del interior que vienen a conocer la Inquisición y a bañarse en el mar. Afortunadamente no vienen en hordas, como ocurre en Europa. Es un turismo bueno que irriga mucho, porque gana desde el taxista hasta el dueño del hotel", dice Donaldo Bossa.

"El turismo debe manejarse con cautela", opina el alcalde Antonio Pretel (ver recuadro), "porque el turista que viene de rumba, por tres o 15 días, trae moral prestada, viene a divertirse. Pero nosotros vivimos aquí todo el año. Eso nos obliga a preocuparnos por la juventud, sobre todo ".

"El turismo es fatal" dice Eduardo Lemaitre. "Pero, ¿quién se atreve a decir que es malo ? Digamos, más bien, que es un mal necesario ".

Lunares de Cartagena
El desempleo, el déficit de vivienda, la mala calidad de los servicios públicos, el alto costo de la vida originado por el turismo, son los problemas más significativos de Cartagena, dijeron los propios cartageneros.

"Estadísticas recientes establecen que Cartagena tiene un desempleo del 21% y un sub-empleo del 54%; mientras tanto Medellín se angustia por su 17%, dice el ex alcalde José Enrique Rizo. "Por eso impulso la microempresa que genera un puesto de trabajo con $100.000 de inversión. Entre tanto para crear un puesto en la gran industria la inversión no baja de $ 5 a $7 millones. Debemos fomentar las micro-empresas de apoyo al turismo para aprovechar la mano de obra desocupada. El SENA tiene un programa de 78 micro-empresas".

Para Adelina Covo de Guerrero, concejal liberal y gerente de Camacol, el problema más grave de la ciudad es su acueducto y su alcantarillado. "Sólo el 35% de los barrios tienen alcantarillado; no obstante existen convenciones internacionales que establecen que los países que tienen puertos deben tener saneado su alcantarillado. Y eso aquí no se cumple ".

Además de que esto causa la contaminación de la bahía, la situación es grave porque hay zonas de la ciudad que carecen de estos servicios. Son zonas tan abandonadas como el norte del aeropuerto de Crespo.

De los 120 barrios que tiene Cartagena, más de cien son barrios populares. Barrios con nombres tan conocidos como Crespo, o tan insólitos como "La Culebra" o "Marica, el último", están formados por viviendas ordinarias y endebles, semihundidas entre lodazales, y carentes de todos los servicios: "Hay un déficit cuantitativo de 30. 000 casas y se calcula que el 35% de las familias no tienen vivienda o la tienen sub-normal", anota Adelina de Guerrero. "Creo que el 80% de la población vive en malas condiciones . En Cartagena está muy claro que no hay demanda para vivienda de clase alta; es enorme, en cambio la demanda de casa popular. Lo grave es que la gente no tiene capacidad de pago; una casita, sin cuota inicial, incluido el precio del terreno, no puede costar menos de $ 700.000. Se requieren, por lo tanto, fórmulas para poder financiar esa clase de vivienda".

En defensa propia
Los cartageneros entrevistados por SEMANA coincidieron en una queja: "Cartagena padece los peores servicios públicos". Lo dijeron los historiadores, el mulato con su camisa de palmeras, la señora aristocrática cuidadosamente maquillada; lo mismo la negrita con su "pollera colorá" y su piel como ébano.

El industrial Enrique Zurek, quien dejó a un lado sus negocios para servirle a la ciudad gratuitamente como Gerente de las Empresas Públicas (su sueldo lo cobra una entidad de beneficencia), se defiende: "Recibí las EE.PP. con un déficit de $ 385 millones. Había superávit pero en burocracia. Existía una deuda vencida de $ 30 millones y problemas laborales muy complicados o, diariamente había un embargo".

"Empecé por refinanciar la deuda: arreglé los pagos a los proveedores, pues aquí no había ni con qué comprar una llanta. Sin meterle política, suspendí 110 empleados que sobraban. La vena rota de la publicidad y operación por culpa de una tecnología mal aplicada", la corté de un tajo. Racionalizando el gasto se redujo el déficit mensual de $150 millones a $18 millones. Y, sin aumentar tarifas, pero cobrando deudas, se han elevado los ingresos. Considero que no es justo con el pueblo que la incapacidad y la ineficiencia del sector público se traduzca en alza de tarifas, la manera más fácil de resolver el problema económico. Cuando existe tanto desgreño no hay autoridad moral para elevar tarifas."

Por su parte el ingeniero eléctrico Jaime de la Cruz, gerente de Telecartagena desde hace 5 meses, trata de poner orden en ese enredo que son los teléfonos de Cartagena, donde las centrales no sirven sectores determinados, como en Bogotá, sino que hay teléfonos de todas las series por todas partes.

"Pero eso no es lo peor", dice: "Hace 20 años no calizaron los cables de teléfonos, sino que abrieron unas zanjas, los metieron y los taparon con tierra. Cuando se daña un cable, y se dañan mucho por efectos del agua, hay que romper toda la calle. Cartagena ha gastado un infierno en mantenimiento. El gerente anunció también que se instalaran 20 mil líneas nuevas; que ya está funcionando la tarifación automática; que estudian la posibilidad de instalar teléfonos públicos de monedas, para llamar a larga distancia. Y dijo algo muy importante para los usuarios: "A finales del año, Cartagena tendrá un servicio telefónico estable".

CARTAGENA CUTLURAL
Con sus monumentos arquitectónicos, sus iglesias colmadas de obras de la imaginería colonial de los siglos XVII y XVIII, sus academias y su trayectoria en Bellas Artes, (parte de la escuela fundada en 1890 por doña Concepción Jiménez y dirigida por el pintor Epifanio Garay), con sus universidades y sus museos, Cartagena es un semillero de cultura artística, histórica y literaria.

La primera novela colombiana, en el orden cronológico, fué escrita en Cartagena por el general Juan José Nieto, un destacado político, desconocido, pero recién reivindicado por Orlando Fals Borda en su libro "El presidente Nieto" de quien Eduardo Lemaitre dice que comparte con don Rafael Núñez el mérito de haber sido uno de los dos personajes más notables de la política cartagenera durante el siglo XIX.

La novela del presidente Nieto, "Ingermina o la hija de Calamar", fue publicada a mediados del siglo XIX.

Larga es la lista de nombres famosos en el campo de las artes plásticas. Hoy sobresalen en una plaza tan exigente como la de París, Darío Morales, Arnulfo Luna, Heriberto Cogollo, Alfredo Guerrero. En el campo nacional y en EE. UU. están presentes Enrique Grau, fundador del Museo de Arte Moderno, y Alejandro Obregón quien se volvió cartagenero por adopción. Hernando Lemaitre, fallecido, es el acuarelista que con más fidelidad y con más amor reprodujo los paisajes marinos de su ciudad. La música de Adolfo Mejía es nacional. Los tratados de historia de Eduardo Lemaitre, Donaldo Bossa, Nicolás del Castillo, Francisco Cebá, Gabriel Porras Troconis entre otros, son de obligada consulta por quien quiera rastrear la huella de la historia.

En poesía, Cartagena tiene un nombre: Luis Carlos López, cuyo poema "A mi ciudad nativa", resume el sentimiento de muchos sobre lo que ha sido calificada como la ciudad heróica:

Noble rincón de mis abuelos: nada
como evocar, cruzando callejuelas,
los tiempos de la cruz y de la espada,
del ahumado candil y las pajuelas. . .

Pues ya pasó, ciudad amurallada,
tu edad de folletín... Las carabelas
se fueron para siemprede tu rada...
-¡ Ya no viene el aceite en botijuelas!

Fuiste heroica en los años coloniales
cuando tus hijos, águilas caudales,
no eran una caterva de vencejos.

Más hoy, plena de rancio desaliño,
bien puedes inspirar ese cariño
que uno les tiene a sus zapatos viejos.


CONCURSO NACIONAL DE BELLEZA
Es el acontecimiento que mantiene a Cartagena en primera página durante varios días. Las revistas femeninas le dedican ediciones especiales. La TV instala sus cámaras en la ciudad día tras día.

La coronación de la señorita Colombia es el programa de TV con más alto ranking de sintonía.

Desde hace 26 años la batuta del reinado la lleva doña Teresa Pizarro de Angulo, una mujer de empresa, ejecutiva y eficiente, corredora de finca raíz, a quien se debe la organización administrativa del Concurso, y su fortaleza económica. Y también se le debe la sede, adquirida hace cuatro años, en la misma Plaza de Bolívar.

Con la directora, doña Tera, una secretaria, un jefe de prensa y una Junta Directiva, funciona el concurso, cuya tarea se inicia en junio, cuando comienzan a repartir las invitaciones a las gobernaciones, se inician las visitas a las empresas para solicitar patrocinios, y se dan los primeros pasos para preparar el programa que, grosso modo, cuesta $20 millones.

El primer concurso de belleza que hubo en Cartagena tuvo lugar en 1934, para celebrar la visita del presidente Olaya Herrera que viajó a inaugurar los muelles. La reina de entonces fue Yolanda Emiliani.

En 1947 la Cámara de Comercio nombró a Ernesto Carlos Martelo miembro de la Junta que organizaba las fiestas del 11 de noviembre. " El programa era siempre el mismo; fiestas populares, bailes de disfraz. Y el oficio de la Junta era votar partidas de $50 para hacer sancocho en un barrio, cucaña en el otro, fabricar "buscapiés" para lanzarlos por las calles, y nosotros emborracharnos 4 días con ron blanco", recuerda "el bebé" Martelo. "Cuando vi que me invitaban para organizar lo mismo, renuncié. Pero el alcalde, Pedro Herrera, me dijo; "Invente algo, que yo lo apoyo" . Entonces se me ocurrió organizar un Concurso de Belleza, con candidatas de todos los departamentos. A la junta le pareció complicadísimo y me negó el proyecto. Pero el alcalde salió en mi ayuda, "Encárguese de todo", me dijo.

Me dieron $5 mil, una oficinita, una secretaria y un mensajero. Llamé a Gustavo Lemaitre, un intelectual, y le dije; "Organiza una coronación en el Teatro Cartagena" .

Antonio Lequerica, un prócer de la ciudad y miembro de todas las Juntas Directivas, le encomendé el desfile de carrozas. Sólo el hombre más honrado de la ciudad podía encargarse de contratar los artistas y hacer que cada departamento pagara una carroza ".

"Yo como periodista y publicista, puse a funcionar mi imaginación. Me levantaba a las 6 am. a escribir boletines para la prensa, y cartas invitando a las candidatas, para que las firmara el alcalde" .

"Fui el más sorprendido cuando llegaron representantes de 16 departamentos". Integramos un jurado con los gobernadores, el alcalde de Bogotá, Fernando Mazuera, y el embajador de España, José María Alfaro y Polanco.

"El gobernador del Chocó, Diego Luis Córdoba, casi acaba con el concurso, porque cuando se reunió el jurado para hacer la elección propuso que se aclamara a la candidata del Chocó, en homenaje al departamento que se acababa de fundar" .

"Nunca se habían llenado los hoteles como entonces. Tuve que nombrar jefe de alojamiento para buscar en casas de familia habitaciones para los habitantes". "Organizamos el desfile de carrozas fiestas en los clubes y en los barrios. Y la ceremonia de coronación que dio Gustavo Lemaitre la siguen haciendo lo mismo.

"Fué tal el éxito del Concurso que terminadas las fiestas el concejo de la ciudad decretó: Concurso Nacional de Belleza cada dos años" .

"Entonces Cartagena se dio cuenta de su potencial turístico. Los visitantes quedaron maravillados con sus murallas y sus castillos; y con el mar que no conocían" .

"De manera que, aprovechando las fiestas populares del 11 de noviembre, y sin que le costara nada a la ciudad, el Concurso de Belleza se constituyó en el acontecimiento turístico más importante de Cartagena"

LA ARMADA
"La vida de la Armada se confunde Con la de Cartagena" afirma el contraalmirante Rafael Grau, un cartagenero con 33 años de recorrido, a bordo de fragatas, cañoneros remolcadores, destroyers, corbetas y autor del libro "Apuntes para la historia de la Armada".

Recuerda en él que la Armada ha tenido tres etapas. La primera, cuando el general José Prudencio Padilla organiza una fuerza naval para dar la batalla de Maracaibo, batalla decisiva para la independencia porque es la derrota de los realistas que estaban en el Nuevo Mundo. En 1932, cuando el conflicto con el Perú, empieza una segunda etapa. El presidente Olaya Herrera autoriza la compra de dos destructores, con servicios de la misión naval inglesa. "De ella heredamos los uniformes, las costumbres de a bordo y las tradiciones navales", dijo el contraalmirante Grau. La tercera etapa empieza en 1936 durante el gobierno de López Pumarejo, cuando se funda la Escuela Naval y se organiza la institución tal como es hoy.

Con dos submarinos tácticos (italianos), dos submarinos oceánicos (alemanes) corbetas de superficie equipadas con elementos muy sofisticados (las construyen en Kiel), dos buques oceanográficos, para prospección pesquera y geológica, un buque para servicio de faros y boyas, un guardacosta, y una serie de embarcaciones menores, la Armada cumple su misión de defender nuestra soberanía, de investigar el subsuelo de nuestros mares.

"A lo largo de los años, los gobiernos han consolado nuestro patrimonio marítimo que se acerca al millón de kms, casi tanto como la superficie territorial; y el nuevo derecho del mar nos dio unos derechos pero también nos impuso unas obligaciones. Para ello necesitamos apoyo logístico, que no sólo de capacidad estratégica a nuestros buques de guerra, sino facilidades para respetar y hacer respetar nuestra riqueza ictiológica, y hacer un inventario de esas riquezas, lo cual sólo se logra en el transcurso de muchos cruceros oceanográficos", anota el marino.

En la Escuela Naval, con cupo para 461 cadetes, se preparan los marineros del mañana. Y en el buque-escuela "Gloria", un velero prototipo construido por computador en Biobal, aprenden a aprovechar los elementos.
EL ALCALDE DEL SESQUICENTENARIO
Antonio Pretel, alcalde de Cartagena ha trabajado 8 meses a marchas forzadas para entregar obras el 1° de junio, día del sesquicentenario, porque la ley 55 de 1981, que decretaba un plan de acción y cómo financiarlo, se quedó escrita.

"Entregaremos 360 casas en Chapacuá y Santa Rita; los ensanches de la refinería de Ecopetrol y de Conastil; la primera etapa de la Zona Franca; un parque en el sector de Boca Grande, el ocultamiento de las redes eléctricas en la ciudad amurallada", le dijo a SEMANA el alcalde.

Para estos 450 años de Cartagena, echarán la casa por la ventana.
Habrá festejos durante una semana que empezarán con salvas de artillería y toques de campanas, Te deum, desfile militar fiestas populares y fandangos, y fuegos artificiales en el Castillo de San Felipe.

Con $ 400 millones, parte de un presupuesto de $ 1.500 millones, se adelantan obras de desarrollo en los barrios populares.

¿Cuál es el mayor tropiozo que ha encontrado?
Los trámites administrativos: sellos y papeleos que no terminan nunca. Existe la mentalidad de que las cosas no se pueden hacer rápido. La eficacia que en el sector público reduce costos, en el sector privado suscita sospechas. Eso es muy frustrante.

¿Cómo logró despejar la ciudad amurallada de vendedores ambulantes?
Había un conflicto de derechos: el de trabajar y el de transitar. Les buscamos otra ubicación a los vendedores y la ciudadanía recuperó su derecho de transitar por la ciudad libremente.

Usted habla de muchos proyectos. ¿Qué pasa si no los realiza?
Hablo de cifras grandes que son la suma de multitud de proyectos. Antes los proyectos no se anunciaban por temor a que no resultaran. Yo anuncio lo que quiero hacer. Si resulta, magnifico. Si no, no me da pena. Yo no soy "superman". Pero pienso que las obras no se deben hacer a escondidas. Hay que soñarlas, acariciarlas, enamorarse de ellas como de una mujer hermosa.

¿Cuál es el peor problema de la ciudad?
La desocupación. Es mi dolor de cabeza. Creo que el Estado, que es una hidra de mil cabezas, puede hacer obras que generan empleo. La actividad en el sector público estimula la del sector privado.

¿Cuál es para usted el mayor valor histórico de Cartagena?
Su fortaleza: fue sitiada 17 veces la última hace apenas 90 años. Entónces no estaba en juego sólo Cartagena, sino todas las Indias. Si Cartagena no hubiera resistido la batalla clave de 1741, cuando Eslava y don Blas de Lezo defendieron la ciudad del ataque de Vernon, esta entrevista la estaríamos haciendo en inglés.


LA CARA DEL SANTO
Todas las semanas el gobernador de Bolívar Humberto Rodríguez se viste de "cachaco" para viajar a Bogotá. Y con el famoso slogan que se faabricó, "Démosle a Cartagena algo más que amor", recorre ministerios e institutos descentralizados mendigando aportes para su departamento.

"El sistema me ha dado resultado" confiesa. "Tenemos ya 170 frentes de trabajo, porque he conseguido dinero en Bogotá. El ministro de Justicia me dio $ 83 millones para el cuartel de El Fijo, en donde se instalarán los juzgados. En Obras Públicas conseguí $ 100 millones para el Hospital de San Juan de Dios. Es un trabajo que sabía que tenía que hacer así, porque desde Cartagena, recitando letanías como el párroco, no habría conseguido nada" .

-¿La cara del santo hace el milagro?
Exactamente. Así conseguí $ 220 millones para enterrar las redes eléctricas en la ciudad amurallada. Con la ayuda y la paciencia de los cartageneros, las estamos enterrando. La ciudadanía ha soportado con resignación mucho ruido y mucha incomodidad. Y yo se lo agradezco. Creo que hemos logrado inculcar espíritu cívico; todos somos responsables de Cartagena; todos debemos trabajar por ella, no sólo los empleados del gobierno por el sueldo que nos pagan. Alcalde de la ciudad en el gobierno Lleras Restrepo, y presidente de la Sociedad de Mejoras Públicas, el arquitecto "Tico" Rodríguez dice haber vivido siempre en función de su ciudad, investigando sus problemas, buscando fórmulas para resolverlos. Y ahora, como gobernador, su política ha sido visitar las regiones para enterarse directamente de lo que ocurre.

-¿Y qué ocurre?
-Me preocupa muchísimo la gran diferencia entre los pocos que vivimos bien y los muchos que viven mal. En Bolívar, un departamento muy pobre, hay pueblecitos que están en una terrible situación.

-Cuando va al sur de Bolívar, ¿qué camino coge?
-Tengo que viajar a Barranquilla, de ahí a Cúcuta y luego a Barrancabermeja, porque no hay otra manera de hacerlo. Bolívar es una angosta franja de terreno partida en dos por una zona de ciénagas y lagunas que hacen imposible la comunicación por tierra. Por eso estoy empeñado en conseguir un helicóptero -que ayudarán a financiar varias entidades nacionales- porque es la