Especiales Semana

Chapados a la antigua

Contrario a lo que se suele pensar, los jóvenes son mucho más conservadores de lo que parecen.

9 de junio de 2012

Aunque viven en una sociedad más liberal que la que tuvieron sus padres o abuelos, pareciera que los jóvenes colombianos de hoy no son muy distintos a los de ayer. Al menos eso es lo que muestran sus opiniones frente a los temas más espinosos: un 62 por ciento de los jóvenes no cree que la droga deba ser legalizada, un 70 por ciento considera inaceptable el aborto, un 60 por ciento no admite la pornografía y, todavía, un 35 por ciento no acepta la homosexualidad.

Según Carolina Herrera y Juliana Torres, psicólogas clínicas de Liberarte, estas tendencias conservadoras en la juventud están vigentes porque aún existen formas de control social muy fuertes que tienden a diferenciar lo que está bien y mal visto en los temas más sensibles. Para las expertas, "no es cuestión de que sean conservadores, sino que aún hay mucho de lo tradicional en la cultura y los jóvenes son un reflejo de ello".

Si bien es cierto que la juventud se muestra muy conservadora en todas sus respuestas, cada una de sus opiniones encierra explicaciones propias. Para el psicólogo y sexólogo Laurent Marchal, el rechazo al aborto indica que continúan aferrados a la moral. Aunque en el país se practican al año un promedio de 412.000 abortos inducidos en mujeres entre los 15 y los 44 años de edad —según un estudio divulgado en 2011 por el instituto Guttmacher de Nueva York—, los jóvenes señalan no aceptarlo.

De igual forma, según los expertos, la percepción negativa de la juventud hacia el material pornográfico resalta un apego al qué dirán. Y en cuanto a la negativa a la legalización de la droga, imperan los valores tradicionales.

Por su parte, el 35,6 por ciento de quienes no aceptan la homosexualidad muestra que existe intolerancia en los jóvenes frente a las tendencias sexuales diferentes a la heterosexualidad. Según Álvaro Franco, psiquiatra de adolescentes, esto se debe a que a la juventud no se le infunde respeto y aceptación de la comunidad LGBT.

Esta posición es aún más radical en Barranquilla, donde un 82 por ciento de los encuestados consideraron inaceptable la homosexualidad. Para Carolina Herrera y Juliana Torres lo que sucede es que, a pesar de todos los avances legales y de derechos que ha habido para la comunidad gay, sigue arraigada la discriminación y esta se hace más visible en comunidades conservadoras.

Todas estas posiciones demuestran que los jóvenes de hoy, aunque habitan en un mundo moderno y liberal, continúan siendo bien chapados a la antigua.