CHIVOR Y BETANIA

A finales de 1996 las compañías chilenas Endesa y Chilgener compraron Betania y Chivor, respectivamente, marcando el inicio de la privatización de los activos del sector eléctrico del país. Las ventas generaron recaudos por más de 1.000 millones de dólares.Como era de esperarse en una operación de tal magnitud, no faltaron los críticos que consideraron baja la cifra. Para algunos analistas, sin embargo, lo fundamental es que con las privatizaciones se comenzó a despolitizar un sector que era una pesadilla para las finanzas colombianas. A principios de los años 90 más del 60 por ciento del déficit fiscal del gobierno colombiano provenía del sector eléctrico. Con las privatizaciones se logra que los particulares, quienes se destacan por ser más estrictos en el control de costos, se conviertan en dueños de compañías que para el Estado eran un verdadero dolor de cabeza.