Especiales Semana

Colombia en 2032

Cómo será el país en materia de descentralización dentro de veinte años.

Juan Mauricio Ramírez, Subdirector de Fedesarrollo
15 de septiembre de 2012

Hace cinco años se hizo un ejercicio liderado desde el Sistema Nacional de Competitividad para pensar el país que queremos en el año 2032. Para ese año se vislumbra a Colombia como una de las tres economías más competitivas de América Latina, con un nivel de ingreso por persona equivalente al que hoy tienen España y Portugal, con una economía exportadora de bienes y servicios de alto valor agregado, elevados niveles de calidad de vida, tasa de pobreza inferior al 10 por ciento y una mayor convergencia regional.

Con respecto a esto último basta saber que hoy el ingreso por habitante de Bogotá es más de cinco veces el de Vaupés. El objetivo es que en 2032 esa diferencia entre la región más rica y la más pobre no sea mayor a 2,5 veces como ocurre en España o Estados Unidos.

Alcanzar esta visión va a depender, principalmente, de las transformaciones que se logren en las regiones. Las ciudades liderarán este proceso como grandes generadoras de innovación y movilidad social. Para ello se consolidarán verdaderas áreas metropolitanas, que hoy en día sólo existen en Medellín y el Valle de Aburrá. Estos esquemas permitirán coordinar decisiones de inversión, prestación de servicios públicos y movilidad entre las grandes ciudades y los municipios circundantes (a diferencia de lo que hoy ocurre, tristemente, en Bogotá). Para cumplir su rol, las ciudades tendrán más autonomía y más instrumentos que aumentarán su músculo presupuestal.

Por otro lado, en los próximos años vamos a ver un fortalecimiento de los departamentos, a lo cual contribuye de manera crucial el nuevo Sistema General de Regalías. Los departamentos tienen el reto de asumir cada vez más el liderazgo y el acompañamiento, en especial a los municipios más pequeños, en temas cruciales de la planeación territorial cuya solución va más allá del municipio, como el uso del suelo y la gestión de cuencas, prevención y gestión del riesgo y la promoción del desarrollo económico.

Debemos ver también una mayor capacidad de coordinación entre el gobierno nacional y los entes territoriales, especialmente a nivel departamental y regional. Los contratos plan entre la Nación y los departamentos van a ser cada vez más importantes en la distribución regional de la inversión del gobierno central y serán, a la postre, el verdadero Plan de Desarrollo.

En síntesis, en las próximas dos décadas tendremos un país con mayor descentralización, pero también con una mayor coordinación entre el gobierno nacional y las regiones. El reto es que las reglas fiscales aseguren un comportamiento sostenible y responsable de las finanzas territoriales.
 

La descentralización la clave de la paz

Para el exalcalde de Bogotá Jaime Castro la descentralización abre espacios locales para que los grupos reinsertados pongan a prueba sus proyectos políticos. Así se formalizaría la acción de los desmovilizados. En últimas, sostiene, el origen de las Farc está en su interés por ejercer poder en regiones que consideraban suyas. Y es una aspiración que no disminuye. Refiere que en una entrevista de Arturo Alape con guerrilleras desmovilizadas, ellas decían que su sueño sería el de ser alcaldesas de sus pueblos. Por eso, la descentralización es una de las claves para la solución del conflicto colombiano.

Las regiones competitivas

"Colombia solo será competitiva en la medida en que logre tener cadenas de valor, sectores, industrias y ‘clusters’ competitivos. Lo anterior implica implementar agendas explícitas a nivel local para abordar los cuellos de botella que limitan la productividad del sector privado en las ciudades, departamentos y regiones", dice la presidenta del Consejo Privado de Competitividad, Rosario Córdoba.

"Existe una corresponsabilidad de los actores públicos y privados del nivel local con la agenda de competitividad del país. Y para ello es clave fortalecer la institucionalidad que ha dispuesto el país para abordar la competitividad a nivel local, es decir las Comisiones Regionales de Competitividad", sostiene. Asegura que como los recursos del Sistema General de Regalías pertenecerán a los departamentos y municipios, los actores del nivel local serán los responsables de invertirlos en línea con sus agendas de competitividad.

Relocalización ineludible 

Para el exdirector de Planeación Nacional Esteban Piedrahita el país cambiará su geografía. El triángulo de ciudades importantes en el centro del país ocurrió en una economía cerrada, y con la apertura, ese esquema pierde peso. "La dinámica económica incentiva un modelo de descentralización y debe privilegiar las costas. Ahora lo hace con la Atlántica, pero hay una deuda con la Pacífica que también cambiará porque está en la costa más atractiva del mundo", dice.

Ya hay evidencia del cambio. Cartagena pasó de representar el 3 por ciento del producto industrial del país en 1970 a 7 por ciento en los últimos años. La tasa de crecimiento de la industria cartagenera duplicó la tasa nacional y por eso la ciudad se convirtió en la cuarta en producción manufacturera después de Bogotá, Medellín y Cali, superando a Barranquilla que quedó con cerca del 6 por ciento del total nacional.

También se alteraría la geografía económica si las ciudades colombianas comerciaran entre sí, afirma Piedrahita. "No hay especialización y por ello todas producen de todo y no comercian entre ellas. Esto por supuesto obedece a la mala infraestructura", dice.

Todos estas transformaciones se pueden acelerar si se usa bien el boom minero. "Les puede servir a la internacionalización económica y al desarrollo de las regiones", concluye Piedrahita.

Cómo hacerse dueño de un pueblo 

Los organismos de control regionales tendrían un problema grave de politización y corrupción, denuncia el secretario Anticorrupción y Transparencia, Carlos Fernando Galán. Hay varios mecanismos que desvirtuarían el papel de control de esas entidades. Señala que se oyen rumores de concejales a quienes les compran el voto para el cargo de personero municipal. El precio depende del tamaño del municipio, pero serían cifras que alcanzarían hasta los 50 millones. También hay rumores sobre la forma en la que, al parecer, algunos concejales o diputados se apoderarían de un sector. El representante local se compromete a apoyar a un candidato a contralor, siempre que le entreguen la contraloría delegada para el sector de su interés. A la vez, consigue que el gobierno local le entregue cuotas en la administración en el mismo sector. Así puede quedar con la ejecución y la vigilancia de actividades como la educación, la salud o los servicios públicos. "Sería la forma de cooptar por sectores al Estado a nivel territorial", concluye Galán.