Especiales Semana

"COLOMBIA ROMPIO LAS REGLAS DE JUEGO"

CARLOS RAFAEL RODRIGUEZ

14 de febrero de 1983

SEMANA obtuvo el 11 de enero en La Habana una amplia y exclusiva entrevista con Carlos Rafael Rodríguez, vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros y uno de los más autorizados voceros del Partido Comunista Cubano en asuntos internacionales. He aquí los principales apartes:
SEMANA: Aun cuando no hay todavía un restablecimiento de relaciones, hay un acercamiento tácito entre Colombia y Cuba. ¿Cree usted que pueden haber relaciones a corto plazo?
CARLOS RAFAEL RODRIGUEZ: En una conversación recienreciente, el presidente Fidel Castro ha dicho que debemos ir poco a poco, y me complace mucho que el ministerio de relaciones exteriores de Colombia haya hecho declaraciones similares. Creemos que las condiciones están presentes para un mejoramiento de esas relaciones. Debemos empezar a trabajar juntos en los problemas de América Latina y eso ya es importante para que cese una hostilidad que nunca pudo existir porque el pueblo cubano es muy amigo del colombiano.
S.: ¿Y usted a qué le atribuye el deterioro de nuestras relaciones?
CRR: Como decía un poeta cubano, eso tiene un nombre: Turbay Ayala. Yo estaba allí cuando recibí una llamada del presidente Turbay porque el presidente Fidel Castro no estaba en La Habana. "Yo le suplico doctor Rodríguez --suplico fue la frase que utilizó el presidente Turbay-- que el gobierno de Cuba permita que los señores, donde tienen secuestrados a un grupo de diplomáticos latinoamericanos e internacionales puedan viajar a Cuba". Ese fue el origen de todo. Así viajaron a Cuba. Ellos no vinieron clandestinamente sino que nos los envió el doctor Turbay Ayala. Pero eso no es malo, nosotros los aceptamos. Pero insólitamente ese mismo gobierno, con el cual teníamos relaciones normales, se prestó a la indigna maniobra en que Colombia hizo un triste papel en las Naciones Unidas, cosechando derrota tras derrota en una maniobra manejada por Estados Unidos que no tenía otro propósito que impedir que Cuba llegara al Consejo de Seguridad. Se rompieron así las reglas de juego.
Por otra parte, podemos asegurar que en el armamento y organización de los guerrilleros que llegaron a Colombia, Cuba no tuvo nada que ver. Eso lo dijo Fidel. De modo que nosotros no creemos haber tenido ninguna responsabilidad en eso.
S.: ¿Pero entonces la posición cubana es que con base en la posición de Colombia en las Naciones Unidas, Cuba tomó la decisión de entrenar guerrilleros.?
CRR.: No. Cuba tomó la decisión de no impedir que los guerrilleros que habían venido a este país enviados por Colombia, buscaran modos de entrenar. No impedir: es decir, facilitar que lo hicieran. Pero nosotros no entrenamos. No fuimos nosotros los que buscamos guerrilleros para entrenarlos. Los guerrilleros estaban aquí, querían entrenar, solicitaban entrenamiento y Cuba no los había autorizado porque teníamos relaciones normales con Colombia. Como dijo Fidel, con los países con los que hemos tenido relaciones normales, jamás se nos podrá acusar de haber emprendido una acción contra estos países. Nosotros somos un pueblo asediado; en los años 60 no sólo se nos asedió sino que se nos aisló. Se emprendieron contra nosotros acciones de todo tipo. Así, contra los países que estaban haciendo la guerra contra Cuba, nosotros hicimos con los recursos que podíamos la guerra contra ellos. México nunca ha tenido quejas de la actitud de Cuba porque México continuamente respetó nuestra soberanía.
Cuando el presidente Alfonso López Michelsen llegó al poder, nosotros sin demanda de su parte, sólo por el hecho de que se habían restablecido las relaciones, le hicimos saber que interrumpiamos toda nuestra colaboración con fuerzas guerrilleras. Y eso se mantuvo sin que Turbay Ayala lo solicitara como un hecho normal, puesto que Turbay mantenía las negociaciones. Se perturbó la regla del juego, se empezó a hacer acciones contra Cuba, se alió el gobierno de Turbay con el imperialismo norteamericano en esta maniobra incalificable, se rompieron las perspectivas.
Repito, eso fue lo que ocurrió y no la organización en Cuba de fuerzas guerrilleras contra Colombia, ni el armamento por Cuba de fuerzas guerrilleras contra Colombia.
S.: ¿Usted cree que un pais no tiene derecho a estar aliado con Estados Unidos en una aspiración a una posición frente a Cuba y que insistir en su aspiración justifica dar luz verde al entrenamiento de guerrilleros?
CRR: No. Si Colombia se hubiera presentado en una votación y a la primera votación hubiera perdido, y hubiera intentado una segunda votación y la hubiera perdido, y si hubiera querido hacer una tercera prueba y la pierde, bien, pero fueron cincuenta y tantas votaciones en las cuales Cuba estaba con más de 90 votos y Colombia con una cantidad insignificante de votos. No tenía la menor posibilidad. Era una maniobra tan ostensible, era un bloqueo tan evidente, tan bochornoso, que era un rompimiento, prácticamente un rompimiento. Pero además se hicieron gestiones, se les explicó.
S.: La prensa de Occidente insiste en que Cuba está atravesando serios problemas económicos. ¿Es esto cierto?
CRR.: Nuestra deuda externa es de unos 3.500 millones de dólares y estamos renegociando 1.200 millones, es decir, aquella deuda que correspondería pagar en los años 82, 83, 84 y 85.
A Cuba se le retiran depósitos a corto plazo por más de 600 millones de dólares en un período de 8 o 9 meses. Ningún país de las condiciones del nuestro podría resistir esa acometida. Por eso nos hemos visto obligados a pedir la renegociación de una parte de nuestra deuda, En nuestro caso un factor específico para las dificultades económicas, es el combate que Estados Unidos hace por todos los medios contra la revolución cubana. Su presión financiera trata de impedir que nuestras exportaciones puedan desarrollarse, persigue nuestros productos, como el níquel y el azúcar.
Se puede decir que nuestra situación es difícil pero es una dificultad en medio de la coordinación de los esfuerzos para el desarrollo. Nuestra economía crecerá al menos en un 3% el próximo año. Los niveles de existencia fundamentales de la población no sufriran. Tenemos más de 2.900 calorías y más de 76 eramos de proteínas per capita para el conjunto de la población. No hay más que un desempleo funcional, que es que no puede ser evitado por ninguna economía. No hay aqui fenómenos de opulencia porque tampoco los buscamos, más bien tratamos de eliminarlos. Ya encontrará usted los almacenes repletos de productos. Tenemos construcciones serias para el comercio exterior, y tratamos de que a nadie le falte la comida, salud y asistencia, zapatos, ropa aunque sea de la manera modesta como lo estamos haciendo.
S.: El gobierno norteamericano le ha exigido a Cuba el retiro de Angola como condición para solucionar el problema de Namibia. ¿Cuál es la posición de Cuba al respecto?
CRR.: ¿Si el gobierno de Cuba le formulara una demanda similar al gobierno norteamericano, de que se retire de Europa, o del Océano Indico, o de algunas partes de Asia, el gobierno norteamericano considerarla sensata esa proposición? Cuba es un país independiente y soberano. La presencia de Cuba en Angola no corresponde a las relaciones entre USA y Cuba sino a la relación entre Angola y Cuba. Esa presencia ha sido legitimada por el hecho de que el gobierno soberano de Angola solicitó la presencia de Cuba en su país. Está legitimada además por el hecho de que los países de la Línea del Frente han solicitado que Cuba permanezca en Angola hasta que se resuelvan los problemas que determinaron su presencia allí.
Dicho eso podemos recordar que los ministros de Cuba y Angola suscribieron el año pasado una declaración en la cual afirmaron que la independencia de Namibia constituiría un paso importante que permitiría a Cuba y Angola empezar a discutir la retirada de las tropas cubanas en Angola.
Debemos añadir que las fuerzas cubanas han ido a Angola simplemente para la defensa nacional angolana, y estamos en condiciones de retirarnos tan pronto el gobierno de ese país lo decida.
S.: ¿Cuál es la posición del gobierno cubano sobre lo que parece ser el mejoramiento de las relaciones chinosoviéticas?
CRR.: Nosotros hemos visto la ruptura chino-soviética como una desgracia para el mundo y en particular para el porvenir del socialismo. En 1964 presidí una delegación integrada por representantes de la mayor parte de los PC de América Latina quienes viajamos a Moscú y China para tratar de impedir que la polémica continuara y que la división se profundizara. No tuvimos éxito, y realmente lo lamentamos extraordinariamente. Ahora, todo lo que acerque a China y la URSS será bueno para la paz, será bueno para la independencia de los pueblos y para el porvenir del socialismo.
S.: ¿Es cierto que la enmienda Symms está diseñada contra Cuba?
CRR.: No es sólo contra Cuba, pero si está dirigida principalmente contra nosotros. Buscan con ella autorización para intervenir militarmente, aunque Reagan ha dicho que tienen recursos suficientes para obtener autorización senatorial para intervenir de manera militar o paramilitar. La enmienda Symms hay que considerarla en función de todo lo que ha descubierto últimamente la revista "Newsweek" sobre Centroamérica, y especialmente sobre Nicaragua, además de los últimos acuerdos congresionales. Con respecto a Nicaragua discutieron allí si autorizaban o no a la CIA para seguir haciendo lo que ellos llaman la cover action, operaciones encubiertas, destinadas a desestabilizar a Nicaragua. Los legisladores prohibieron las operaciones dirigidas a derrocar al gobierno legitimo de Nicaragua pero si autorizaron al mismo tiempo en esa resolución que se siguieran haciendo las cover actions desestabilizadoras desde el territorio de Honduras contra Nicaragua. Con nosotros ha sido una guerra continua. La coveraction se interrumpió sólo en el periodo de Carter, muy débilmente. Pero ha continuado ahora.
S.: Cuando Sudáfrica invadió a Angola, Cuba envió sus soldados allí. Si Honduras invade a Nicaragua, ¿Cuba haría lo mismo que hizo en Angola?
CRR.: Cuba fue llamada a Angola para impedir que la soberanía de ese país fuera violada. Las circunstancias centroamericanas son demasiado complejas. En este momento creo que lo más importante no es referirse a la posibilidad de una contienda hondureño-nicaraguense, sino encontrar la manera de resolverla. En este sentido hemos visto con interés el encuentro en Panamá de los ministros de relaciones exteriores de Panamá, Colombia, Venezuela y México.
Cuba ha dicho que está dispuesta a participar con toda su responsabilidad en esta solución pacífica. Lo dijo en una carta del presidente Fidel Castro a López Portillo. Allí se explica que las armas que hemos tenido que acumular para defender nuestro país no serían jamás usadas contra ningún país de América Latina. Estamos en la necesidad de trabajar para un arreglo pacífico. Esperamos que Colombia continúe los esfuerzos en ese sentido.
S.: Respecto de Granada, ¿cómo es la ayuda cubana?
CRR.: Es necesariamente modesta pues nuestros recursos son cortos. Estamos ayudando a que los granadinos tengan un aeropuerto que les permita recibir el turismo, que es la fuente principal de su economía. Por cierto, apenas empezamos a trabajar en ello, comenzaron los escándalos. Decían que el aeropuerto estaba destinado a recibir aviones MIG-23, para que Cuba pudiera atacar a Venezuela, y a Colombia. Esto es absurdo. Sería insólito que un país como Granada, de 100 mil habitantes, vaya a querer provocar un conflicto internacional en América Latina. También hemos tratado de establecer un comercio mutuamente favorable con Granada, y de servir con nuestra asistencia médica, así como con nuestra técnica agrícola e industrial.
S.: Estados Unidos ha amenazado con establecer una radio antisocialista que dicen se llamaría José Martí...
CRR.: Parece que esa radio anda en visperas de un fracaso definitivo porque no pudieron aprobarla en la última legislatura del Congreso. Naturalmente que ella daría lugar a una guerra de ondas. Nosotros hemos simplemente hecho ver a los oyentes norteamericanos lo que podría significar esa guerra de ondas con una pruebita que hicimos recientemente. Por otra parte, a nosotros qué nos puede importar que la radio norteamericana empiece a decir lo que ocurre en Cuba a la manera que ellos lo interpretan. Si nuestro pueblo lo sabe. La solidez de esta revolución es inquebrantable. Ideológicamente ellos no están en condiciones de debatir con nosotros. De modo que los que recibirían los efectos más desastrosos de esa guerra de ondas serían los oyentes norteamericanos y los dueños de las emisoras ya lo saben y están curándose en salud...