Especiales Semana

COMIDA Y LICORES

25 de septiembre de 1995

!La cena está lista!
Preparar una lujosa cena es muy sencillo. ¿Qué se necesita para hacerlo? Guía de la buena mesa.
HACE ALGUNOS años a la hora de preparar una cena especial la señora de la casa, con un poco de ayuda, se encargaba de todo. Sin embargo en los 90 las mujeres no tienen tiempo para dedicarse a preparar ese tipo de eventos pues trabajan y pasan la mayor parte del día muy ocupadas. Pero eso no quiere decir que las cenas hermosas sean historia del pasado, pues ahora existen casas de banquetes y hoteles especializados en ese negocio.
Actualmente existen dos opciones para los anfitriones de una cena: o contratar la comida y el servicio para que la cena sea servida en sus casas, o llevar a cabo el evento en un salón previamente reservado. La decisión dependerá de qué tan grande es el espacio del que se dispone en la casa. Pero no importa cuál de las dos alternativas se elija pues en ninguna de ellas hay que preocuparse por el menaje (cubiertos, manteles, mesas, vajilla y otros) pues las casas de banquetes tienen la capacidad para entregarlo a domicilio.
Lo más importante para tener éxito en una cena es ofrecer una excelente comida. Es por ello que la buena elección del menú es el primer requisito que se debe cumplir. Según Fanny Grossman, propietaria del restaurante Teatrino, elegir qué tipo de banquete se ofrecerá es el primer paso. Se debe tener muy en claro si se contratará una carta mediterránea, china, japonesa, francesa, italiana o de cualquier otra parte del mundo.
Héctor Rozo, director de banquetes del Hotel Bogotá Royal, explica que un menú elegante consiste de dos entradas, un sorbete, un plato fuerte, un postre, un café o té y un puscafé. La primera entrada es por lo general fría por lo que se trata de platos como patés y ceviches. En la segunda entrada se sirven sopas o cremas calientes. Luego viene el sorbete que tiene como objetivo limpiar el paladar de los sabores anteriores para poder degustar de la mejor manera el plato fuerte, que normalmente consiste en una carne roja o blanca combinada con las garnituras que casi siempre son dos verduras y una harina.
Se debe decidir si se utilizará el sistema de mesa servida o el bufete. Lo bueno de servir la cena directamente a cada comensal es que este sistema es mucho más elegante y permite decorar los platos de una manera muy especial. Por otro lado, para Fanny Grossman, el bufete, además de ser pomposo, le da a los invitados más opciones de comida entre las cuales escoger. Todo es cuestión de pensar si se tiene el espacio disponible para un bufete y si los comensales van a estar dispuestos a hacer cola para servirse la comida.
Pero no todo es color de rosa pues entre más sofisticada es la cena mayor es su costo. Existen menúes que van desde los 8.000 pesos hasta los 35.000 pesos por persona. Lo anterior, sin tomar en cuenta el licor, que puede llegar a valer entre 8.000 y 20.000 pesos por invitado. Y actualmente no existe una cena elegante en la que los comensales no sean recibidos con un excelente whisky, acompañen su comida con vino y después del postre disfruten de un amaretto o de un cointreau.
En realidad, los costos se pueden disminuir hasta en un 50 por ciento si el mismo anfitrión se encarga de cocinar en su casa y de comprar el licor.
No obstante, para Héctor Rozo no existen muchas personas con la capacidad, el tiempo y la paciencia para preparar un banquete. Además, hoy en día está muy de moda que la preparación de algunos platos se realice delante de los invitados y esto sólo es posible si una empresa profesional está a cargo de la cena.
A la hora de calcular la cantidad de licor y de comida necesarios debe conocerse, como es lógico, el número de invitados que asistirán a la reunión. Por desgracia, como afirma Fanny Grossman, el colombiano nunca confirma o asegura que estará presente y no va. El problema de esto es que es imposible saber con exactitud cuántos comensales llegarán a la cita. Por experiencia se calcula que, por lo general, un promedio del 80 por ciento de los invitados asisten al evento.
Sin lugar a dudas, gracias a los hoteles y a las casas de banquete, hoy en día las personas pueden ser invitados en sus propias cenas pues tienen la posibilidad de llegar a sus casas o a un salón y encontrar que todo ya está listo: desde la decoración del ambiente y de las mesas hasta el último detalle del menú.