Especiales Semana

Con ganas de ayudar

Luego de ser algo casi exclusivo de señoras, el voluntariado está renaciendo en Colombia Personas de todas las edades y estratos conforman uno de los sectores más importantes del país.

16 de noviembre de 2002

En la memoria de buena parte de los colombianos el término voluntariado está profundamente ligado a la imagen de aquellas madres y abuelas que compaginaban los quehaceres propios de su condición de amas de casa con el trabajo no remunerado en obras sociales. La labor desinteresada que realizaban vistiendo un uniforme característico y asistiendo a hospitales, ancianatos o iglesias a ayudar a los necesitados fue por muchos años el único rostro de una actividad que es decisiva a la hora de desarrollar cualquier proyecto para el bien de la comunidad.

Sin embargo en los últimos años el voluntariado se ha extendido a otros sectores de la población. La juventud, por ejemplo, ha empezado a tener un papel mucho más activo en la solución de los problemas de su comunidad. Según cifras de la Corporación Colombiana de Trabajo Voluntario (Cctv), que agrupa a más de 15.000 voluntarios de distintos grupos de todo el país, el 12 por ciento de sus congregados es menor de 30 años. Este porcentaje, aunque pequeño aún, indica un interés de las nuevas generaciones por vincularse activamente al desarrollo del país.

Aunque las razones para convertirse en voluntario son muchas la principal es el simple deseo de servir al prójimo. "Hay que tener capacidad y deseo de servicio, tiempo disponible y amor, pero lo más importante es estar dispuesto a ofrendar todo esto a una causa", dice Idalide Alvarez, voluntaria de la Fundación Eudes, que apoya a las personas afectadas por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Idalide es un buen ejemplo de esta filosofía, pues ella misma empezó hace cuatro años donando un día y hoy ocupa todo su tiempo en algo que se le ha convertido en una forma de vida.

Otros, como Manuel Peña, necesitaron un evento determinante para descubrir su inmensa vocación de servicio. "En 1972 hubo un incendio en mi casa y a raíz de eso un vecino sugirió que formáramos una defensa civil. Tres días después ya existía la Defensa Civil del Minuto de Dios", dice Manuel, quien después de 30 años de permanecer en este grupo hoy es miembro del Grupo de Búsqueda Aérea y Rescate de esta organización.

En la actualidad hay más de 700.000 voluntarios en Colombia que realizan todo tipo de labores, desde prevención de enfermedades y promoción de la salud hasta educación de jóvenes y niños, pasando por labores comunitarias y generación de empleo. Es importante destacar que las posibilidades de servir como voluntario son infinitas, pues en un país como Colombia las necesidades son tantas y tan variadas que toda ayuda es bienvenida.