Especiales Semana

CONSTRUCCION, VIVIENDA Y DECORACION

LUIS EDUARDO ROSAS
23 de abril de 1990

"NO HAN SABIDO APROVECHAR AL SECTOR"
SEMANA: En general, ¿cómo les ha ido a las corporaciones de ahorro y vivienda en el primer trimestre del año, en comparación con el año pasado?
LUIS E. ROSAS: Les ha ido bien. En captación de ahorro (128 mil millones de pesos en enero y febrero) se observa un descenso en 12 mil millones frente al mismo período del año pasado, pero hay que tener en cuenta que el comienzo de 1989 fue un lapso atípico para la economía, en el cual se reflejó la recuperación de un año no muy bueno como fue 1988. No obstante, los mejores resultados se observan en los préstamos entregados para construcción. En los dos primeros meses del 90 las corporaciones han entregado 47 mil millones de pesos a los constructores, frente a 27.500 millones que se prestaron en igual período del 89 y 21.600 millones en el 88. Estas cifras demuestran que el sector está creciendo y va aparentemente bien, a pesar de que se ha venido indicando una caída en las licencias de construcción y se menciona alguna dificultad en las ventas.

S.: ¿Cómo afectó la Reforma Urbana el crecimiento del sector?
L.E.R.: La Reforma Urbana paralizó el crédito para un segmento en el que había una gran demanda, debido a que la vivienda de interés social quedó definida en la ley en valores muy altos.
Este hecho ocasionó que los préstamos se dirigieran básicamente al segmento alto, en el cual, por ende, se dio una sobreoferta que generó algunas dificultades para vender. Lo curioso, pero positivo, es que el gobierno, luego de prohibir que el sistema Upac financiara vivienda de interés social, terminó, luego de mucho tiempo, definiendo un mecanismo que en el fondo es igual al Upac.

S.: ¿Hasta qué punto son responsables las corporaciones de ahorro y vivienda de la actual crisis del sector de la construcción?
L.ER.: Yo no hablaría de crisis, sino de dificultades. En realidad lo que sucede es que no se ha aprovechado suficientemente al sector. Y en esto hay responsabilidad del gobierno, del Congreso y de las corporaciones de ahorro y vivienda. Lo que nos ha faltado es un poco más de diálogo. No sobre los problemas que se derivan de la Ley de Reforma Urbana, sino sobre cómo se puede trabajar en beneficio de la economía, y básicamente de la clase popular, definiendo el campo de acción de las corporaciones y colaborando en el diseño de mecanismos que permitan la solución, al menos parcial, de la financiación de vivienda popular. Sería muy importante que las CAV y los constructores empezaran a trabajar desde muy pronto, de una manera armónica, con el nuevo gobierno, para utilizar al sector como un impulsor de la economía y del empleo, en especial en estos momentos.

S.: Se dice que hay un exceso de plata en las corporaciones. ¿Acaso no hay suficiente demanda por parte de los constructores?
L.E.R.: En las corporaciones de ahorro y vivienda nunca ha habido exceso de plata. Hay excesos temporales, como ahora, porque en los primeros meses del año tradicionalmente sube la captación. Pero esa plata se congela en el Banco de la República mientras se utiliza para la construcción. Esta es, al fin y al cabo, una forma muy efectiva de contribuir al control monetario en meses de alta liquidez de la economía.
Pero, en todo caso, sí ha habido una demanda enorme de los constructores y lo curioso es que aparentemente las ventas no han estado muy activas. De cualquier manera, lo cierto es que la demanda de préstamos a las CAV ha crecido en cerca de un 50% respecto a los años anteriores.

S.: ¿Considera un despropósito financiar la vivienda popular con fondos provenientes del ahorro privado?
L.E.R.: No. Por el contrario, le hemos solicitado al gobierno que se le vuelva a permitir las corporaciones financiar buena parte de la que la Ley de Reforma Urbana definió como vivienda de interés social. El punto importante acá es definir hasta qué niveles puede llegar el sistema Upac sin poner en peligro los fondos de los ahorradores y cuál sería el mecanismo de subsidio que debe existir para las clases realmente necesitadas. Entre tanto como decía antes, el gobierno definió un mecanismo similar al Upac, con el cual ya se empezó a operar.

S.: ¿Cómo afectaría a las CAV el hecho de financiar vivienda en pesos y no en Upac?
L.E.R.: Existe un riesgo muy grande para el sistema Upac si a los depósitos que recibe del público debe aplicarles una corrección monetaria diaria y, en cambio, los préstamos realizados con esos fondos no reciben el mismo tratamiento. Esta es una práctica insegura, y fue, en buena parte, la responsable de la muy grave crisis del sistema de ahorro y préstamo de los Estados Unidos que, según publicó la revista Time en una edición de este mes, le puede costar 166 mil millones de dólares a los contribuyentes norteamericanos. En este punto vale la pena aclarar que en la historia del Upac ningún ahorrador ha perdido un solo peso.

S.: ¿Cree usted que se deben diseñar nuevas herramientas de crédito para que el comprador no le tema tanto al endeudamiento en Upac?
L.E.R.: Siempre hemos dicho que el sistema Upac es el más benéfico para el comprador y esto quedó demostrado cuando a raíz del proyecto de Reforma Urbana se trató de diseñar un mecanismo alternativo y se concluyó que no existe ni en Colombia, ni en otros países, un sistema más favorable para el deudor. Lo que creo es que nos ha faltado divulgar con más fuerza los beneficios del crédito Upac y desmentir oportunamente los ataques injustificados que se le han hecho, con fines de carácter electoral.
Quizás la mejor prueba de la conveniencia del sistema Upac radica en el hecho de que los deudores atienden muy bien el servicio de la deuda (el pago anual de los deudores equivale a 500 millones de dólares) y en los más bajos índices de cartera de dudoso recaudo de todo el sistema financiero. Por algo le han pedido a Colombia que exponga en abril próximo este sistema frente al mundo, pues hay países seriamente interesados en adoptarlo... mientras tanto, en el propio país hay gente que habla de desmontarlo.-