Especiales Semana

CONSTRUCCION

18 de diciembre de 1995

LA CASA EN EL CAMPO
Los sectores aledaños a la ciudad, lejos del ruido, la tensión y la contaminación son los preferidos para vivir.
EL CRECIMIENTO caótico de las ciudades ha deteriorado la convivencia en el medio urbano, convertido en un polo de agitación y tensión.
Por eso cada vez un mayor número de personas buscan establecerse fuera de las ciudades para encontrar alternativas nuevas y más sanas de vida. El campo, por la tranquilidad, el silencio y el contacto con la naturaleza, ha dejado de ser un objeto de contemplación para convertirse en el hábitat ideal del hombre. Por esto en la vivienda campestre el hombre encuentra muchas veces la forma de realizar sus sueños.
Esa vivienda ideal debe tener una relación perfecta con el entorno para que el efecto sea completo y la naturaleza no sufra. Esa es la razón por la cual el desarrollo de nuevos proyectos arquitectónicos campestres debe contar con grupos de profesionales en diseño paisajístico que asesoren todo el proceso de construcción de manera que la riqueza natural del terreno no sufra ningún daño. "La estrategia básica en el desarrollo de un proyecto campestre es identificar en el terreno todo elemento natural que forme una estructura topológica, como arroyos, cerros y pozos", dijo el arquitecto ambientalista Billy Goebertus.
Al hacer el estudio previo del ecosistema se detectan las zonas en las cuales hay que realizar trabajos de recuperación, como siembra de arboles, descontaminación de pozos y lagos, conservación de vegetación y arroyos, para luego señalar las parcelas donde estarán localizadas las viviendas. Goebertus señala que "lo que se trata de hacer es un planteamiento paisajístico de acuerdo con la forma natural de los terrenos para así, en el momento de hacer las redes subterráneas de los servicios, no modificar ni alterar las curvas y oscilaciones que identifican ese paisaje". Porque, dicho sea de paso, ahora el ejecutivo que busca las bendiciones del ambiente bucólico no tiene que privarse de ninguna de las ventajas de la vida moderna. Las parcelaciones de hoy en día gozan de absolutamente todos los servicios necesarios para disfrutar de confort.
Las viviendas que se construyan en estos terrenos deben estar ubicadas de tal manera que la entrada de luz en la mañana y en la tarde recorra todos los espacios. "Una casa campestre ideal es normalmente una casa extrovertida. Es una casa hecha hacia el paisaje, y allí tiene que centrarse el paisaje. Los ventanales son los cuadros principales de la casa. En los climas cálidos ésta debe estar ubicada diagonalmente norte-sur para que tenga luz y a la vez esté fresca. En climas fríos, la posición norte-sur ofrece la posibilidad para que entren los rayos solares y den termicidad para mantenerlas tibias", dijo el arquitecto Ernesto Guáqueta, gerente general de Benhabitat.
Con la idea de que ninguna casa obstruya la vista panorámica de otra, los proyectos arquitectónicos campestres establecen, según las ondulaciones del terreno, franjas que definen la división del mismo según el nivel de altura. Así, las viviendas que se ubican en estas parcelas deben tener un diferencia de unos 20 metros de altura.

BIEN CONSTRUIDA
Desde hace 16 años Benhabitat diseña y construye viviendas campestres con estrictas normas de elegancia y confort, con la filosofía de conservar el ambiente de la 'arquitectura colombiana' dentro de parámetros tradicionales de las clásicas casonas de finales de siglo.
Para el arquitecto y gerente general, Ernesto Guáqueta, "la vivienda campestre tiene características propias, y esto es lo que la debe hacer parte del paisaje. La construcción debe tener una continuidad y realzar el paisaje". Por eso Benhabitat construye casas campestres con elementos y materiales tradicionales, como tejas de barro y muros que semejan el bahareque, los cuales son empañetados sin palustre , directamente con la mano, de la misma manera como los albañiles remataban las paredes en las casonas sabaneras.
Estas construcciones son sismo-resistentes, ya que sus cimientos son de concreto ciclópeo, con viga de amarre y placa del mismo material reforzado. Los componentes son de la mejor calidad, los acabados están sujetos a los caprichos de la señora y la 'goma' del señor. Además son construcciones no prefabricadas, en las cuales el sistema convencional fusiona lo clásico y lo moderno con el objetivo de la funcionalidad.
En las viviendas campestres, cuando se trata de climas frios, la zona social gira en torno de la cocina, por esto algunos diseños hacen de este espacio el más amplio para que sea el más agradable. Y en las horas de la noche la sala, con la chimenea encendida, hace que el ambiente familiar se centre en este lugar por la calidez. La zona de alcobas gira en torno de un hall o estar de televisión, pero las últimas tendencias en diseño de Benhabitat traen pequeños accesos a cada habitación, con baño independiente, además del baño en la habitación principal, para dar mayor privacidad. Cada espacio debe ser un rincón acogedor, porque la distribución se adapta a las necesidades de los habitantes.
La integración del diseño de la vivienda al paisaje debe ser de 360 grados, ya que los integrantes de la familia, desde sus respectivos espacios, tendrán siempre la posibilidad de contemplar el paisaje. O, como dice el arquitecto Guáqueta, "porque es mucho más interesante tener la vista perdida en el paisaje que perdida en los muros. Esto es, precisamente, lo que ha llevado a la gente a que salga de la ciudad en busca de un lugar donde puedan vivir de verdad".
Por todo ello resulta inevitable que la tendencia de las familias urbanas a vivir en las cercanías de las ciudades crezca cada vez más. Pero no se debe olvidar que la condición fundamental es que las nuevas urbanizaciones o parcelaciones respeten en su integridad el entorno, porque de lo contrario el remedio sería peor que la enfermedad.