Especiales Semana

A ´cuentacuotas´

Comprar un automóvil no es tan difícil como parece. Los bancos y las entidades financieras tienen opciones alternativas para financiar hasta 80 por ciento del valor total.

20 de octubre de 2003

A la hora de cambiar o comprar un vehículo nuevo los colombianos se han vuelto más exigentes y se toman cada vez más tiempo antes de escoger uno. Miran diferentes marcas y modelos y, aunque la decisión final sigue dependiendo en buena medida del precio, las personas también están tomando otros criterios, como seguridad, tecnología, confort, desarrollo, garantía y servicio posventa.

Debido al precio de los vehículos está decisión se ha convertido en una tan importante como comprar un apartamento o hacer una inversión que implica poner una parte importante del patrimonio personal o familiar en algo que en alguna medida debe tener cierta seguridad y estabilidad.

Los colombianos creen con frecuencia que tener carro es un lujo sólo para personas con grandes sueldos. Pero no es así. Cada vez las financieras tienen más planes para acercar el carro al alcance de las personas.

Los hay para todos los gustos y posibilidades, para carros nuevos o usados, para pagar en uno, dos, tres o cinco años, para los empleados o independientes. Lo importante es saber encontrar el mejor

Tras varios años de crisis e incertidumbre económica los colombianos están regresando de nuevo al crédito. Hace cinco años 70 por ciento de las compras de carros era financiada y 30 por ciento de contado. La proporción cayó a 20-80 por ciento y hoy se está nivelando nuevamente a 70-30.

La inflación baja, devaluación estable y tasas de interés atractivas, así como los menores precios, productos de calidad internacional y un sinnúmero de valores agregados se han unido para crear un ambiente inmejorable para comprar vehículo. De hecho, las numerosas promociones y reducción de los precios están haciendo especialmente rentable esta inversión durante los últimos tres meses del año.

Gustavo López, gerente de mercadeo y publicidad de Hyundai Colombia, dice que este es un buen momento para comprar carro porque además de los precios y facilidades de financiación hay excelentes productos en el mercado al mejor precio-beneficio. "Los colombianos tienen al alcance, por ejemplo en Hyundai, los mismos carros que se están vendiendo en Europa o Estados Unidos con sólo pocas semanas de diferencia del lanzamiento mundial".

Las sinergias producidas por el esfuerzo comercial conjunto de importadoras y ensambladoras llevarán por estos días un número mayor de potenciales compradores a las vitrinas de los concesionarios.

Como las entidades y las personas aprendieron de la crisis financiera, la mayoría de entidades trabajan con mayor información para controlar el riesgo. Esto las ha llevado a conocer más de sus clientes, de sus antecedentes, de su capacidad de pago y, si se quiere, de una atención más personalizada.



Muchas vias

Lo cierto es que los bancos llevan muchos años creando planes de acuerdo con la situación y las necesidades de los consumidores. Hoy cada uno de ellos ofrece distintas opciones que permiten financiar el carro hasta en 70 por ciento (sólo algunos de ellos lo hacen hasta 80 por ciento), la deuda la difieren hasta un máximo de cinco años y el solicitante tiene que entrar a un minucioso estudio que rediseña su pago.

Por ejemplo, el Banco Ganadero creó un nuevo sistema de financiación en el que presta hasta 90 por ciento del valor total del carro si es último modelo, 80 si tiene tres años y 70 si tiene de cuatro a siete años. Todos los planes tienen 24 por ciento de tasa de interés efectivo anual y un máximo de cinco años para diferir la deuda. No hay financiación para modelos anteriores a 1996.

El Banco de Crédito, en cambio, trata de hacer sus préstamos de manera más personalizada. No hay condiciones generalizadas. Lo que el cliente tiene que hacer es presentar su solicitud y, de acuerdo con el salario y el carro que quiera, se le hace el estudio y se establecen las cuotas y tiempo de pago, que no es superior a tres años.

Los términos de los demás bancos son similares. Lo que el cliente tiene que hacer es presentar su caso y expectativas a la institución que le interese para llegar a un acuerdo.

Al igual que los bancos, las compañías de financiamiento hacen préstamos según la necesidad. Mazdacrédito, por ejemplo, financia 80 por ciento del valor de un carro nuevo y en 40 por ciento un carro usado, posterior a 1993. Antes de este año no hay financiamiento. Las tasas varían de 1,7 a 1,95 por ciento. Pero todo se ajusta, dependiendo de la capacidad de pago del solicitante.

Así mismo la Financiera Andina tiene planes para todas las necesidades y similares a los de Mazdacrédito. Para un carro modelo 93 a 95 hay 60 por ciento de financiamiento sobre su valor real y se da un plazo de tres años para cancelarlo. En el caso de uno modelo 96 a 98 se presta 70 por ciento a cuatro años. Y para uno del 99 a 2003 se presta 80 por ciento a 60 meses. Todos los planes tienen la tasa aproximada de 1,89 por ciento, que también se puede ajustar dependiendo de las facilidades del cliente.

En el caso de los concesionarios no es diferente. Todos trabajan con una financiera, cuyas condiciones son las mismas anteriores. Por ejemplo, Automotores La Floresta trabaja con Gmac, que presta 80 por ciento del valor total, por lo que el cliente tiene que darle al concesionario el 20 por ciento restante de cuota inicial.

Los requisitos con los que el solicitante tiene que cumplir en todas estas instituciones son los mismos. Si es empleado, es necesario presentar extractos bancarios de los últimos tres meses o volantes de nómina de la empresa en la que trabaja, así como constancia laboral y certificado de libertad de los bienes inmuebles a su nombre. Si es independiente: declaración de renta, certificado de Cámara y Comercio posterior a seis meses y comprobar ingresos superiores a 1.200.000 pesos.

En cuanto sea aprobado se podrá adelantar el pago de las cuotas. Y en la eventualidad de que no pueda cumplir con sus mensualidades la empresa con la que tiene el contrato está en la obligación de brindarle facilidades antes de proceder con el embargo del automotor, que sucederá en un caso extremo. El proceso entra en consideración de cada una de ellas.

Las especificaciones, así como la lista de bancos y otras compañías dispuestas a hacer realidad su sueño podrían continuar. Lo cierto es que están dispuestas a hacer todo lo posible para lograr que tener automóvil no sea un lujo y que cada vez más colombianos lo logren sin grandes ni tormentosas deudas.