Especiales Semana

David y Goliat

El triunfalismo se apoderó de los ingleses durante la guerra de las Malvinas . Así se vivió en Londres.

María Cecilia Gaviria*
29 de enero de 2011

Aprincipios de abril de 1982 preparaba mi viaje a Inglaterra para terminar mi judicatura en Londres. Tenía temor de ir porque pensé que la guerra en las Malvinas entre Argentina e Inglaterra dificultaría las cosas.

Cuando llegué parecía que no estuvieran en guerra (el conflicto comenzó el 2 de abril y terminó el 14 de junio). Recuerdo que en el ambiente los londinenses se sentían triunfadores, pero estaban disgustados por lo que había realizado el gobierno de Argentina al declararles la guerra. Y era mayor el disgusto de los argentinos que estudiaban en mi universidad: no se explicaban por qué la junta militar había llevado a su país tan lejos al ocupar las islas Malvinas, sobre las cuales se sentían soberanos. Ellos sabían que era una batalla perdida, que no se lograría nada.

Yo tenía 25 años y me la pasaba en los días de mayo con los estudiantes latinos y uno que otro europeo. La sociedad inglesa era muy cerrada, pero estando allá me ennovié con un inglés, lo que me permitió entrar a su mundo.

Cuando hablaban de la guerra decían que tenían que recuperar lo que era suyo: les dolió que los argentinos entraran en sus islas.

Recuerdo que en la universidad la relación entre los ingleses y los argentinos era de cordialidad, no había conflicto entre ellos.

Se hizo más ruido en Argentina y Latinoamérica, tal vez por la cercanía, que lo que se hizo en Inglaterra. Los medios informaban los hechos como noticias normales. La guerra duró lo que la Armada inglesa se demoró en llegar a las Malvinas o a las Falklands, como ellos las llaman.
 
*Abogada, Bogotá