Especiales Semana

De exportación

Los acuerdos con la Comunidad Europea le permitirán a la industria del banano renacer de sus cenizas.

25 de junio de 2001

Mucha agua ha corrido desde que decenas de empresarios paisas y de otras regiones del país decidieran montar plantaciones de banano en Urabá atraídos por su pujante mercado. A comienzos de los 60, Frutera de Sevilla prometía comprar toda la fruta que se produjera en la zona y no faltó quien asumiera el riesgo de producirla.

Pero no ha sido una tarea fácil para los bananeros. En primer lugar porque Urabá fue escenario de una guerra sin cuartel entre paras y guerrilla que dejó un gran número de víctimas. Y en segundo lugar, por la competencia de mercado en la cual Ecuador y Costa Rica llevan la delantera, pues son considerados los mayores productores de banano en el mundo. Para poder competir en esos mercados los productores colombianos tuvieron que realizar una buena inversión para tecnificar sus plantas y lograr ponerse a la altura de la competencia.

Pero el trabajo no sólo se limitó a la tecnología. Los bananeros colombianos decidieron agruparse y crearon la Asociación de Bananeros de Colombia, Augura. Otro grupo importante de ellos decidió montar la Asociación de Bananeros de Urabá, Uniban, para asumir el riesgo de la comercialización y exportación de la fruta.

Mientras los 80 vivieron la agudización del orden público con el crecimiento de la subversión en la región, con los 90 llegó la sobreproducción y el derrumbamiento de los precios internacionales, jalonado sobre todo por Europa a donde va a parar más de la tercera parte del banano colombiano.

La Unión Europea manejó hasta el presente año la ‘cuota-país’, un esquema de importación que buscó beneficiar más a los países productores que a las transnacionales comercializadoras de fruta. Dicho modelo fue derogado recientemente por la propia Unión Europea ante la presión de dos de las corporaciones que controlan su producción mundial —Chiquita y Noboa—.

Después de la fallida propuesta “primer llegado-primer servido” la cual hubiera hecho desaparecer a más de una compañía pequeña, Bruselas aprobó a finales del año pasado un nuevo esquema que entrará a regir a partir de julio próximo hasta 2006. En términos generales, con el nuevo acuerdo la Unión Europea busca dejar las tres cuartas partes de sus importaciones de fruta —2.653.000 toneladas/año— en manos de comercializadores tradicionales sin desproteger a sus ex colonias. Este acuerdo permitirá al país aumentar sus exportaciones de fruta a Europa entre 23 y 27 por ciento y a Uniban, que controla el 36 por ciento de la producción nacional, mejorar su posición en el viejo continente gracias a que su principal cliente, Velleman, se vislumbra como el mayor comprador europeo.

Pero no todos los logros se verán en el largo plazo y por fuera de las fronteras nacionales. En la actualidad, y gracias a la paz que ha vivido Urabá en los últimos años, unida al creciente entendimiento obrero-patronal, la industria bananera de la zona sigue siendo el principal soporte económico de la región. Esta actividad genera más de 40.000 empleos directos y divisas al país por el orden de los 350 millones de dólares. Por fin la industria del banano tiene su cuarto de hora y muy seguramente será una de las más pujantes en los próximos años.