Especiales Semana

Desde Alaska hasta la Patagonia

A punta de acuerdos bilaterales y multilaterales, Colombia está logrando una integración comercial casi completa en el Hemisferio Occidental. ¿Triunfó el Alca?

28 de abril de 2012

En la primera cumbre de las Américas celebrada en Miami, en diciembre de 1994, los ministros de Comercio de todos los países del Hemisferio Occidental (menos Cuba) acordaron comenzar a negociar un gran pacto de libre comercio en la zona que se llamaría Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (Alca). Desde entonces, la agenda comercial de Colombia apoyó la creación de ese grupo, proyectado para comenzar a operar a más tardar a comienzos de 2005. Sin embargo, el sueño se frustró en 2003, bloqueado por desacuerdos entre algunos gobiernos.

Ante el hundimiento del Alca, muchos de los países del Hemisferio tomaron su propio camino y comenzaron a negociar acuerdos bilaterales y multilaterales que les permitieran abrirse más al comercio y a la inversión extranjera directa (IED). Por su parte, Colombia apuró el paso de la agenda comercial y comenzó a negociar acuerdos con distintos países en la región y fuera de ella.

Dieciocho años después de ese primer encuentro en el que se comenzó a hablar del Alca, Colombia puede decir que ha logrado una integración comercial casi completa con el Hemisferio Occidental. Desde Alaska hasta la Patagonia, el país ya tiene tratados de libre de comercio, acuerdos de alcance parcial y acuerdos de complementación económica.
¿Representa esto el triunfo del Alca para Colombia? No exactamente, pero sí algo bastante cercano. El exministro de Comercio Jorge Humberto Botero afirma que al final de los tiempos, cuando se cumplan todos los plazos de desgravación de los varios acuerdos comerciales firmados, el país se habrá acercado al ideal del Alca.

Andrés Espinoza, experto en comercio internacional, considera que a través de las negociaciones bilaterales, especialmente los TLC, Colombia ha logrado acuerdos más profundos y con mejores condiciones que los que se hubieran conseguido a través del Alca, pues poner a 33 interlocutores (los países de la región, sin Cuba) de acuerdo no era nada fácil.

El ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, destaca que, desde Canadá hasta Tierra del Fuego, Colombia está alcanzando la mayor integración posible.

Así, con Norteamérica, hay tratados de libre comercio con Canadá, Estados Unidos y México. Con este último país se negoció hace 20 años un acuerdo de alcance parcial que en este gobierno se profundizó. Muchos de los productos agrícolas colombianos no tenían acceso al mercado mexicano y hoy, con la puesta en marcha del acuerdo, se aumentó la capacidad de llevar productos colombianos a ese mercado.

El acuerdo con Canadá espera triplicar el comercio entre las dos naciones, que hasta el momento es favorable para ese país (ver recuadro 1).

En Centroamérica el país tiene TLC con El Salvador, Guatemala y Honduras (Triángulo del Norte). En Suramérica, con Chile, Ecuador y Perú (en el marco de la CAN) y con Venezuela se firmó un acuerdo parcial de comercio. Hay acuerdo de complementación económica con Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay (Mercosur) (ver recuadro 2).

En la región todavía hay algunos países en los que Colombia tiene particular interés para negociar acuerdos comerciales: República Dominicana, Costa Rica y Caricom (que agrupa a varias islas del Caribe), Trinidad y Tobago y Panamá. Con este último, las negociaciones se interrumpieron hace año y medio.

Pero la agenda comercial de Colombia también se extiende al otro lado del Atlántico. Según el ministro de Comercio, el propósito del gobierno es que en 2014 el país tenga 12 TLC en operación con más de 50 países, que suman más de 1.400 millones de consumidores, la mayoría con una buena capacidad de compra.

Ya se negoció un TLC con la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC o Efta) y con Suiza. El TLC con la Unión Europea (que incluye 27 países) está a la espera de ratificación en el Parlamento Europeo. Avanza con Turquía –se espera que las negociaciones terminen este año– y con Corea, que ha sido uno de los más polémicos.

Como dice el director de Anif, Sergio Clavijo, “a la vuelta de unos pocos años sabremos cuán exitosa fue la estrategia de apertura comercial adoptada por Colombia, en función de haber superado o no los grandes desafíos que tiene el país en el corto y mediano plazo”. Esto se refiere, dice, a superar los escollos en materia de infraestructura y de flexibilidad laboral y enfrentar los problemas de la apreciación del peso.