Especiales Semana

DIA DE LA MADRE

1 de junio de 1992

MADRE NO HAY SINO UNA
SIN LUGAR A DUDAS, EL MOMENTO MAS importante de la vida es cuando, por primera vez, la madre toma entre sus brazos a su pequeño bebé. A partir de ese momento el recién nacido reconoce la voz y el calor que lo acompañó durante nueve meses. Pero algunas veces ese contacto dura unos pocos minutos porque el bebé nace antes de lo esperado y es necesario llevarlo a una incubadora.
Según un experto, este proceso es tan duro que la madre entra en un estado depresivo y el niño, aunque tiene todas las condiciones técnicas para su bienestar, no encuentra lo más importante: el abrazo de mamá.
Estas escenas llevaron a pensar en la posibilidad de crear un sistema especial para que ni los bebés ni las madres tuvieran que vivir este proceso.
Por eso con la ayuda del reino animal, específicamente, los marsupiales y los canguros, un equipo del Hospital Materno Infantil encontró un método para salvar a los niños prematuros. Es una revolución sin armas que mezcla amor, comprensión, alimentación y entrega.
Se trata del Plan Canguro, un método no convencional y económico que le da la posibilidad a los niños prematuros de permanecer con sus madres desde el primer día de nacimiento y no recurrir al conocido método de la incubadora. Porque para Edgar Rey Sanabria y Héctor Martínez, los promotores del programa Mamá-Canguro, no hay mejor abrigo que el cuerpo y abrazo de una madre. Por eso, no es extraño encontrar niños con solo 760 gramos de peso que lograron solvarse gracias al refugio que su madre les dio.
Existen algunos casos en los cuales los recién nacidos tienen problemas críticos de salud y por esta razón el Plan Canguro no puede entrar como primera opción de tratamiento.
La idea general del programa es que la madre coloque al niño junto a su seno, en contacto directo con su piel, en posición vertical durante las 24 horas del día. "La madre debe estar consciente de que tiene que apretar su bebé contra su pecho, así mantiene contacto con su piel las 24 horas del día. De este modo, ella mantiene al bebé con la temperatura corporal normal de 37 ó 38 grados centígrados por el tiempo que sea necesario, aseguró Rey.
Ahora bien, los resultados de esta relación piel a piel se verán reflejados en el desarrollo sicoafectivo del bebé pues es tan fuerte el lazo de unión que se crea entre los dos seres que la evolución será normal y existirá un acomplamiento total entre la madre, el prematuro y el medio ambiente.
Algunos estudios muestran que dos tercios de los bebés prematuros mueren antes de cumplir el primer año de vida, y nueve de cada 10 niños, con un peso muy bajo, mueren antes de cumplir el primer mes. Desde la aparición de la mamá-canguro las cifras han disminuido notablemente, porque está comprobado que el calor de una incubadora comparado con el de la madre no tiene competencia alguna. Además, las madres tienen otra ventaja, jamás tendrán un corto circuito o una falla por falta de corriente eléctrica.
Pero el programa no sólo beneficia a los bebés sino también a las madres y, por supuesto, a la familia. Por un lado, las madres no pasan por la angustia de tener a sus pequeñines hospitalizados y, por el otro, la familia está en contacto directo con el bebé que se encuentra hospedado por varios meses en el seno de la madre.
Según los expertos, las madres deben tener mucho cuidado durante el proceso, pues cualquier descuido puede causar algunos problemas al bebé. Primero, se debe llevar un estricto chequeo de la lactancia de la criatura. Segundo, tener en cuenta los pasos adecuados para la separación del prematuro del regazo de su madre. Este paso no debe hacerse de manera repentina. Tercero, es importante que el bebé permanezca siempre en posición vertical. Entonces, si las madres siguen al pie de la letra las instrucciones del médico no tendrán problema alguno y de paso podrán disfrutar de su bebé desde el primer día, aunque su peso no sea el ideal.
Este programa que nació en Colombia se practica en otros países. Actualmente se desarrolla en Ecuador, Perú, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Dinamarca, Inglaterra, Holanda y Mozambique. Pero ha sido tan fuerte su eco y sus excelentes resultados que Italia, Estados Unidos y Nicaragua ya han empezado a experimentar el acierto de los médicos colombianos.
Con mamá-canguro queda demostrado que madre no hay sino una. Porque será el primer refugio de preparación para que el niño enfrente el mundo.
Amor, calor y el mejor banquete del mundo, la leche materna, son los regalos de las mamás canguro para sus bebés, que por llegar a casa antes de lo esperado pueden hospedarse en el mejor lugar del mundo: el seno de su madre.

EL QUE NO LLORA ...
HA SIDO UN "PROducto" que desde tiempos inmemoriales ha alimentado al recién nacido. Pero no sólo ha sido antíguo. La leche materna y el acto de amamantar al bebé contienen numerosas ventajas tanto para la madre como para el niño.
Desde que la mujer queda en estado de embarazo el organismo de la madre se prepara para alimentar al bebé. Durante los nueve meses la madre se dedica a cuidar su cuerpo y la salud del niño con el propósito de tener un parto normal y una rápida recuperación.
Según algunos especialistas de Procrear, la leche humana está adaptada al aparato digestivo del bebé y se asimila con mayor facilidad que la leche de vaca. Además, ayuda a que se conserve la energía del niño con lo cual se desarrollan mejor el cerebro y el cuerpo.
A esto se suma el hecho de que los niños amamantados son más saludables y se enferman menos que los pequeños alimentados artificialmente. Esto se debe a que la leche materna los protege de las infecciones gastrointestinales y de los gérmenes de las vias respiratorias.

Asimismo, la leche materna previene al bebé de anemia, evita en una mayor proporción los vómitos, gases y cólicos; al chupar el pezón el niño realiza un ejercicio que en el futuro facilitará el desarrollo de su lenguaje.
Finalmente, el acto de amamantar fortifica la relación entre la madre y el hijo. Esto significa que es un puente de unión y de comunicación entre los dos que, según los especialistas, debe ser aprovechado por la madre pues repercute directamente en el estado sicológico del niño. La lactancia le transmite al bebé seguridad y estabilidad emocionales, necesarias para la adaptación en el hogar, en la sociedad y en el mundo.
Pero las ventajas de la lactancia no son únicamente para el bebé. Los especialistas coinciden en afirmar que la madre también se beneficia con el acto de amamantar. Y no se trata únicamente del hecho de que la lactancia resulta benéfico para el bolsillo de los nuevos padres por ser económico. Los alcances del amamantamiento van más allá.
Según numerosas investigaciones realizadas, la lactancia favorece la normalización de los órganos. Procrear asegura que"la succión ejercida por el bebé da lugar a la contracción del útero, lo que ayuda a la prevención de hemorragias posteriores al parto. Igualmente el amamantamiento continuado ayuda a que los órganos recuperen su forma normal " .
Asimismo, alimentar al bebé ayuda a que la madre recupere rápidamente su cuerpo normal, pues se ha demostrado que gran parte de la grasa acumulada por ella durante el embarazo tiene como función primordial la producción de leche.
A ello se suma el hecho de que recientes investigaciones han demostrado que amamantar al bebé ayuda a prevenir el cáncer de seno, evita la mastitis y los abscesos.

Manos a la obra
Aunque la lactancia no es complicada merece ciertos cuidados. Según los especialistas el bebé debe ser amamantado en las primeras seis horas de vida. Así se echan a andar los mecanismos de flujo de la primera leche denominada calostro.
Desde el principio es im- portante que la madre realice con atención la higiene de sus senos con agua hervida y la limpieza de las manos con agua y jabón. A la hora de amamantar al bebé debe sentarse en un lugar cómodo y alzar al niño en posición semisentada, introducir el pezón en su boca y asegurarse de que la nariz quede libre para que pueda respirar. Tan pronto termine de succionar un seno, la mamá deberá sacar los gases del bebé antes de pasar al otro pecho. Después de amamantarlo, la madre deberá limpiar sus senos muy bien y aplicar una crema para que no se irriten ni se agrieten.
Los especialistas coinciden en señalar que normalmente el niño necesita la leche materna hasta los seis meses. Posteriormente deja de ser suficiente y el niño necesita variar su menú.
No obstante el valor nutricional de la leche matema resulta insuperable aun después de los seis meses de edad. Prueba de ello es que puede entregar al niño un tercio de la energía y las proteínas que necesita para desarrollarse.
Finalmente, los especialistas recomiendan que el destete sea progresivo. Debe reducirse a una mamada diaria, sustituirse el seno por el tetero o por otro alimento que recomiende el pediatra. "De esta forma la producción de leche será cada vez menor hasta que desaparezca por completo, evitando así dolor e inflamación de los senos por la acumulación de leche en un destete brusco ", dice el documento de Procrear.
Pero el vínculo de la madre con el hijo no finaliza allí. Según algunos especialistas el comienzo de la comunicación nace en la lactancia pero debe continuar cuando la madre deja de amamantar
Por eso durante los tres primeros años de vida la presencia de la madre es de trascendental importancia en el desarrollo físico y sicológico del niño. Cantidad y calidad de tiempo mezcladas durante esta primera edad definen el futuro de un niño emocional y sicológicamente estable. -