Especiales Semana

DIA DE LA MADRE

Sólo para mamás

5 de junio de 1995

El gran dilema
Las madres ejecutivas enfrentan el mayor reto de su vida cuando tienen un bebé: quedarse en casa o regresar a sus oficinas.
ANA ISABEL CARvajal es la gerente comercial de una importante empresa. Hace apenas dos semanas dio a luz un bebé. Aunque todo salió bien, se encuentra algo deprimida. Su cuerpo está flácido, por lo que no se siente atractiva. Además tiene un conflicto personal, pues no sabe si en tres meses, luego de que se termine su licencia de maternidad, estará preparada para dejar a su pequeño en casa y asumir las responsabilidades de su trabajo.
Al igual que Ana Isabel, existen cientos de mujeres ejecutivas que después de un parto se sienten confundidas, pues no saben si podran desempeñarse bien como madres y asumir al mismo tiempo sus actividades profesionales. En ese sentido, la respuesta para esas nuevas madres es alentadora. Según los especialistas -ginecólogos, sicólogos, fisioterapeutas, nutricionistas y enfermeras- que fueron entrevistados por SEMANA, las mujeres pueden llegar a verse igual de bien que antes del embarazo sólo tres meses después del parto. Además, si organizan su tiempo y establecen prioridades, las trabajadoras pueden lograr realizarse como profesionales y como madres.

Tan bella como antes
Después de dar a luz un bebé la imagen corporal de la mujer cambia. Según la sicóloga Juanita Gempeler, la mujer se siente mal con su cuerpo. Se siente gorda, siente que su cuerpo no esta tonificado y estos cambios por lo general terminan en conflictos emocionales. De acuerdo con el doctor José Francisco Peralta -especialista en medicina deportiva-, para que la recuperación del cuerpo en el posparto sea más rápida y efectiva es necesario que se realice un trabajo preventivo. Por ello la mujer debe seguir una dieta balanceada y hacer ejercicios no sólo después del parto sino también durante el embarazo. Incluso, según los especialistas, las mujeres que se llegan a ver mejor después de tener hijos son aquellas que han hecho ejercicios desde antes de quedar embarazadas, pues llegun con una mejor condición física a este estado.
Durante los nueve meses del embarazo, según la fisioterupeuta Dora León, se deben realizar ejercicios de una intensidad moderada. Hay que evitar los saltos y ejercicios como correr, aeróbicos de alto impacto y el step. Es aconsejable que la mujer se matricule en un curso sicoprofiláctico, no sólo porque así aprende cuáles son los cambios físicos y emocionales a los que se va a enfrentar, sino también porque en ese curso se realizan ejercicios corporales que ayudan a la mujer a mantenerse en forma. En ese sentido, el doctor Germán Suarez, especialista en ginecología, explicó que la mujer debe mirar el embarazo no como una enfermedad sino como un proceso fisiológico normal. "Existen personas que se la pasan en la cama durante los nueve meses y los 40 días después de dar a luz. Eso no es nada aconsejable, lo mejor es que la mujer se mantenga activa durante y después del embarazo".
Al llegar el posparto se debe comenzar a hacer ejercicios progresivamente. Según María Elena Escobar, coordinadora del programa de preparación para la maternidad 'Comienza a vivir', hay que iniciar la rutina con ejercicios moderados el primer mes e ir aumentando la intensidad hasta poder efectuar ejercicios aeróbicos (como trotar, nadar y correr) dos meses después del parto. Según el instructor de aeróbicos German Ramírez, el trabajo en el posparto se debe enfocar en tres zonos: la cadera, que a veces se ensoncha un poco; el abdomen, que queda sumamente flojo después del embarazo, y los senos, que según los entrevistados crecen durante el período de lactancia y vuelven luego a su tamaño normal.
Pero para quedar con una excelente figura, no sólo es importante realizar una rutina de ejercicios sino también es imprescindible seguir una dieta balanceada. Para la nutricionista Elena Amparo Gómez, se debe llevar un control del peso durante el embarazo. Lo normul es que una mujer que espera un hijo aumente un promedio de uno a un kilo y medio cada mes del embdrazo. El total del peso ganado debe estar entre los nueve y los 12 kilos. Si la mujer sube 18 ó 20 kilos, la recuperación del peso luego del parto es muy difícil .
Según el endocrinólogo Leobardo Suárez, muchas veces los cambios hormonales que se dan durante y después del embarazo ocasionan cambios en los habitos alimenticios de la mujer, quien muchas veces siente una gran ansiedad por comer. El secreto para no subir demasiado de peso está en consumir frutas y verduras varias veces al día en lugar de comer ponqués y papas fritas cada vez que se tiene hambre. El mayor problema se da cuando la mujer piensa que por estar embarazada puede comer el doble. De hecho, sólo debe consumir un promedio de 300 calorías extras cada día. Según Gómez, en condiciones normales lo ideal es comer entre 1.800 y 2.100 calorías diarias. En el caso de una embarazada esa cifra se eleva a 2.100-2.300. En otras palabras, con sólo que una persona se coma dos pedazos de pan con un poco de mantequilla esas 300 calorías ya quedan cubiertas.
Para la nutricionista, la mejor forma de volver rápido al peso normal luego del embarazo es seguir una dieta balanceada en la cual se eviten las grasas, los azúcares y las harinas y se consuman alimentos ricos en fibra y frutas y verduras. Además, para la fisioterapeuta Dora León, en el posparto de debe llevar una dieta rica en vitaminas, proteínas y glóbulos rojos, considerando que la mujer queda un poco anémica luego de dar a luz.

Y ahora, ¿ qué hago?
Sin duda alguna lo más dificil después del embarazo no es enfrentarse a los cambios corporales. El dar a luz un bebé es complicado, sobre todo por el conflicto emocional que enfrenta la nueva madre. La sicóloga Juanita Gempeler explica que la mujer vive toda una fantasía mental alrededor del niño durante el embarazo: piensa en cómo será su hijo y está llena de expectativas, dudas e inquietudes.
No obstante, al llegar al posparto la mujer se enfrenta a la nueva realidad con la que tanto fantaseó durante nueve meses. Según los especialistas, la dificultad después del parto se da por la adaptación que debe hacer la mujer a su nueva situación. Todo cambia al tener un hijo: las relaciones de pareja, la visión que se tiene de la vida y las prioridades. Gempeler y el el ginecólogo Guillermo Sánchez coinciden en que para la mujer ejecutiva la aduptación a su nueva vida es aún mas difícil, pues ésta se siente culpable al tener que trabajar y dejar a su hijo en casa. Según Sánchez, antes la mujer no tenía tantas dificultades pues salía del colegio y se dedicaba a tener hijos y cuidarlos. Ahora la situación cambió y la mujer moderna debe asumir dos cosas al mismo tiempo: el cuidado de su bebé y su trabajo.
Los conocedores del tema opinan que todas las mujeres se sienten débiles emocionalmente después del parto. Pero lo anormal es llegur a crear una depresión posparto en donde se trata de una persona que llora constantemente y posee un estado de ánimo negativo. También se da la sicosis puerperal, que ya es una depresión clínica pues necesita de ayuda profesional para curarse. Sin embargo, sólo dos de cada mil mujeres experimentan alguno de los dos tipos de depresión.
A grandes rasgos, según Gempeler, dentro del aruso de las mujeres ejecutivas se pueden presentar tres opciones en el posparto. La primera de ellas es dejor su trabajo por un tiempo para dedicarse al cuidado del niño recién nacido. La segunda es tener la oportunidad de comenzar trabajando medio tiempo o al menos disminuir las horas de la jornada laboral. Y la tercera alternativa se da cuando la mujer decide comenzar a trabajar tiempo completo después de los tres meses de la licencia de maternidad. En ese sentido, hay dos factores que considerar, pues la mayoría de las mujeres ejecutivas sólo tienen la oportunidad de la tercera opción. Además muchas mujeres se sienten insatisfechas profesionalmente cuando no laboran, por ello es difícil que decidan dejar su trabajo por algunos meses.
Aunque el panorama para las ejecutivas parece ser negativo, los especialistas coinciden en que todas las mujeres pueden llegar a ser madres y ejecutivas y tener éxito en ambas actividades. Lo anterior, siempre y cuando la mujer organice y planifique el tiempo que piensa dedicarle a su hijo y las actividades que va a realizar con el bebé cada día. Para Gempeler, no hay que olvidar que durante los primeros meses el vínculo mamá-hijo es relevante. El contacto directo con el niño es importante para que la madre establezca una relación afectiva con la criatura. Es aquí donde la lactancia, o al menos darle tetero al bebé, tiene un papel primordial.
Definitivamente, según María Elena Escobar, la mujer no debe sentirse culpable por tener que irse a trabajar, siempre y cuando tenga muy en claro que la prioridad es su familia. Por el contrario, las ejecutivas deben sentirse realizadas consigo mismas pues saben que están efectuando un trabajo que hace más sencilla la vida de sus hijos.
Es así como en tres meses las ejecutivas pueden volver a su trabajo no sólo igual de bellas que antes de quedar embarazadas, sino incluso pueden comenzar a realizar su labor profesional con más ánimo. Sobre todo si se considera que ahora hay una motivación muy fuerte para trabajar: el sustento y el cuidado de un nuevo miembro de la familia.