Especiales Semana

DIA DEL PADRE

12 de julio de 1993

Un nombre, un estilo
CLASICA Y MODERNA al mismo tiempo. Inspirada en la moda italiana. Confeccionada en el país e importada. Es la ropa masculina Jean Pascal. Sinónimo de un estilo que no es por completo formal o informal y que acepta una gran gama de colores siempre y cuando estén bien combinados. Un estilo que en este Día del Padre, como todos, se esta imponiendo.
"Yo siempre he comprado en función de mis gustos -comenta el mismo Jean Pascal, un hombre que lleva 28 años en el campo de la moda masculina, primero en Europa y luego en Colombia-. A mí no hay forma de convencerme para que compre algo que no es de mi gusto".
La clave de su éxito es precisamente esa. Escoge personalmente todo lo que importa y también los diseños que se confeccionan con su nombre y los materiales que les sirven de base. Adicionalmente está pendiente de cada detalle. Así lo demuestra el tiempo que dedica a sus más grandes proyectos.
Hace 12 años introdujo la colonia Jean Pascal que se ha mantenido muy bien posicionada dentro del mercado nacional en sus cuatro presentaciones. Lo que poca gente sabe es que detrás del lanzamiento hubo nada menos que otros siete años de trabajo. Y claro, la experiencia que este diseñador de interiores, graduado en bellas artes en Ginebra y dedicado desde 1963 a la moda, logró acumular en su país de origen, Suiza.
Allí, Jean Pascal inauguró junto con un amigo la primera boutique de la ciudad y trabajó con Lanvin y Ted Lapidus. Luego se casó con una colombiana, bogotana para más señas: Helena, y vino al país para mover los cimientos del buen vestir. Instaló un taller y un almacén sobre la carrera 15 en Bogotá, para confeccionar ropa femenina. La línea que hoy está completamente en manos de su esposa.
Ahora los almacenes son tres y están en la misma zona. En ellos es posible encontrar desde un abrigo en paño cashimire para viajar a Nueva York, pasando por un maletín de cuero, hasta un swatch que, aunque informal, es hoy en día el complemento indispensable incluso de los atuendos más serios. En efecto, estos relojes de plástico (el mismo valioso material de las tarjetas de crédito, como decían algunos de sus eslogans europeos) son verdaderas piezas de colección pues se producen dentro de series limitadas.
Amediados de agosto Jean Pascal inaugurará otro almacén, en el Centro Andino, sobre la carrera 12 y en inmediaciones de la Zona Rosa para seguir ofreciendo a los colombianos ropa y accesorios con un gusto personalísimo y por eso mismo irremplazable.
Novedades Jean Pascal En 1993 esta firma presentará a consideración de sus clientes hombres un bálsamo para después de la afeitada diferente a los after shave que tradicionalmente se han conseguido en el país. Su base no es alcohol. Es una crema humectante y en su elaboración el propio Jean Pascal ha estado al tanto hasta de lo más mínimo. Unicamente en el diseño de la botella que lo contiene, Peldar invirtió tres años y en cuanto a la tapa, para lograr su novedosa forma, como se aprecia en la fotografía, se utilizó un torno computarizado.
Definitivamente, este nombre es sinónimo de originalidades. Este año lanzará, tras la emulsión para después de la afeitada, un jabón de tocador para caballero y vestirá a los colombianos de azul. Lo que incluye, desde luego, probar el color en sus múltiples variantes.
"El hombre colombiano es muy conservador -señala Jean Pascal-. Usa grises, azul oscuro... Pero poco a poco ha ido cambiando de mentalidad y eso está muy bien siempre que haya una buena armonia".
El contraste entre lo clásico y lo moderno que establece Pascal en el vestuario masculino queda evidenciado en cada una de sus prendas. Ha hecho, por ejemplo, chaquetas en tonos tan poco convencionales como el zapote y el amarillo, pero siempre en lanas 100 por ciento naturales. Es que, en cuanto a elegir los materiales, él es bastante minucioso, pues ha podido constatar que la ropa al más alto nivel alrededor del mundo se confecciona sólo con fibras naturales porque es mucho más agradable de llevar. La excepción a esa regla es -según su propia explicación- la ropa de coctel, donde las bases sintéticas son comunes. Pero para probar la validez de su tesis pregunta: "¿No es acaso mucho más cómoda una camisa en algodón 100 por ciento que una en algodón poliester?

Trabajo con satisfacciones
"Algunas personas llegan a nuestros almacenes con cara de aburrimiento y una figura más bien opaca. Hay hombres que vienen vestidos como ancianos siendo aún personas jóvenes. Aquí descubren que todavía poseen una gran capacidad de seducción. Definitivamente, uno cambia la vida de mucha gente vistiéndola".
Son las palabras de Jean Pascal, un hombre que trabaja actualmente con los ojos puestos en el futuro. Señala que Colombia hasta ahora está descubriendo "el paraíso de la libre importación" y cuando se sature de artículos de todo tipo habrá más, tiempo para detenerse realmente en la calidad, lo que él viene ofreciendo desde siempre en sus almacenes para un tipo de hombre muy especial: aquel que 'ha toreado en muchas plazas', que ha viajado alrededor del globo y quiere ropa que se ajuste a los requerimientos internacionales .
De ahí que prepare a su gente como asesores de moda antes que como vendedores y los entrene para responder, a largo y mediano plazo, con máxima atención ante cualquier reclamo de los clientes. Detesta hablar de colecciones porque este no es país de otoño, invierno, primavera y verano. En cambio se expresa con destreza y mucho interés a la hora de citar una lana de 450 gramos para un abrigo y compararla con una de 200 usada en trajes para clima cálido.

¿Existe la moda?
Cuando a Jean Pascal se le pregunta si hay ciclos en la moda, responde que sí y menciona como ejemplo las solapas de los vestidos de hombre, que empiezan a llegar visiblemente más anchas, como en los años 30. Sin embargo, aclara que cada época con lleva nuevos ajustes a lo que se usó en el pasado y que es muy difícil hablar, en cualquier época, de moda en el sentido unificador de la palabra porque es algo muy personal, olgo que cada quien debe asumir según su criterio y gusto.
Lo único que en realidad puede hacer quien se dedique a importar, confeccionar y comercializar prendas de vestir es ofrecer alternativas con un determinado nivel de calidad, entre más alto mejor. Y presentar esas opciones de manera que dejen huella en la mente de los clientes. Exactamente lo que ha hecho Jean Pascal de muchas maneras. Y tal vez la más efectiva fue la de su campaña para 1992: vender ropa sin mostrarla, en blanco y negro y con hombres y mujeres desnudas o vestidos con trajes cortesanos imposibles en la actualidad. ¿Los eslogan? Uno fue: "Todos somos iguales... hasta que nos vestimos". Otro: "Hay otras formas de vestir". Los anuncios, ideados con la asesoría creativa de Rafael de Nicolás, fueron tan bien recibidos en el medio que la Unión Colombiana de Empresas de Publicidad (Ucep) decidió otorgarles un Cóndor de Oro.
El mercado de Jean Pascal tiende a crecer. La marca está registrada, por 10 años, en toda Latinoamérica. Calidad y originalidad son los distintivos de este nombre.