Especiales Semana

DIA DEL PADRE

11 de julio de 1994



SUEÑOS COLECCIONABLES

HAY PADRES DEPORTISTAS, PASEADORES, CURIOSOS, OBSEsionados por el colesterol y la hipertensión... y hay padres que reúnen objetos en particular y que cuando menos lo piensan ya tienen una colección completa. Es el caso de los dos padres que el próximo 26 de junio celebran su día y que compartieron con SEMANA dos de sus colecciones: Carros a escala de modelos famosos y exclusivos y afiches publicitarios colombianos.

SOBRE RUEDAS

Hugo Rubio es un alto ejecutivo colombiano cuyo gusto por los carros lo llevó a coleccionar más de 70 modelos a escala de las marcas más famosas que existen en el mundo. La colección la inició, sin pretenderlo, hace 10 años cuando viajó a Europa y allí se aficionó unos cuantos automóviles antiguos, muy pequeños y prácticamente perfectos. Todas sus partes son fiel copia de los autos de verdad. "Siempre me han gustado los carros y me inclino por los que son añoranza de mi niñez y de mi juventud. Por eso me gustan más los autos de los años 50 ó 60", fue lo expresado por Hugo Rubio, mientras manipulaba sus valiosas posesiones.

El último carro que consiguió fue un Mercedes Benz de 1966 y los que tuvo primero fueron unos modelos Ferrari de 1961, que fueron a milagrosamente rescatados de las manos de su hijo y que por lo mismo presentan algunos raspones.

Los hay en todos los colores y diseños, mueven las ruedas, los espejos se ajustan, los asientos se reclinan, las puertas se abren y se cierran lo mismo que el baúl y el capò.

Ford, Chevrolet, Corvettes, todos en sus diferentes versiones, hasta la réplica de un BMW 93, hacen parte importante de esta colección que demuestra que nunca se deja de ser niño, aun siendo padre.

FUTURO MUSEO
Cristhian Toro es un reconocido publicista, padre de dos hijos, cuyo gusto por las colecciones ha trascendido tanto que hoy posee más de una. De ellas la más importante es la de afiches publicitarios. El primero que consiguió fue un Sagrado Corazón de Jesús sacado por Mejoral en 1930, de ahí en adelante vinieron todos los demás. La mayoría han sido obtenidos en anticuarios, regalados por los amigos o transados en alguna tienda. Hoy por hoy Cristhian Toro cuenta con algo más de 700 afiches donde la cultura y el crecimiento de Colombia se hacen evidentes. La cafiaspirina, un producto de Bayer mezcla de aspirina y café, es uno de los afiches más llamativos. También existe un afiche que se mandó a hacer en tiempos de la guerra contra el Perú, el cual incentivaba a la gente para que donara todo su oro al Ministerio de guerra, hace 60 años. También posee los almanaques de Bayer, ilustrados con figuras religiosas de los años 2 (1912, 1934, 1923 y 1928).

Las píldoras de vida del doctor Ross, la crema de perlas, el jabón Reuter, la limonada Reina, la Fábrica de Chocolates Tequendama, una colección de almanaques ilustrados con imágenes de las reinas de esos años -entre ellas Luz Marina Zuluaga- hasta un afiche de una fábrica tabacalera, realizado en Alemania en 1840, y que muestra a Estados Unidos de Colombia, son la pálida muestra de la magnitud de esta colección. Con ella se aspira a que en un futuro no muy lejano pueda ser la protagonista de un museo inspirado en la historia de la publicidad, y no es nada raro considerando que este es un tesoro, no sólo de su dueño sino de las futuras generaciones.