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ECUADOR TOMA PRECAUCIONES

Con el reciente secuestro de los 12 extranjerosa escasos 50 kilómetros de la frontera <BR>colombiana,el ejército ecuatoriano ha desplegado un gran operativo de seguridad al nororiente del país.

25 de octubre de 1999

Eran 1.100 hombres a quienes se les había encomendado la misión del gobierno ecuatoriano
de "combatir a los guerrilleros de las Farc y el ELN", tal como lo dijeron a las cámaras de televisión.
"Protegemos nuestra frontera fluvial y terrestre", argumentaron. Son los soldados de la Escuela de
Selva y Contraguerrilla El Coca, en la zona nororiental del Ecuador.Los militares forman parte de una de las
estrategias del gobierno ecuatoriano para enfrentar "el problema colombiano". La otra es la diplomacia. "No
hay ningún otro propósito que tener el control de la frontera", explica el canciller Benjamín Ortiz. Es una
clara política de garrote y zanahoria.Así, mientras el presidente Jamil Mahuad advierte que defenderá con
vehemencia la no intervención y que en sus proyectos no está "adherirse a un plan continental para
atacar la guerrilla", también prepara a sus tropas para el combate contra los ataques de los grupos
armados colombianos que causen problemas en su territorio.Su actuación es explicable porque el vecino país
se ha venido convirtiendo en un escenario para los actos de violencia, tal como se demostró hace unos días
con el secuestro de 12 extranjeros por parte de un grupo de hombres que, según testigos, tenían "acento
colombiano" y que para algunos militares fueron las Farc. "Los colombianos quieren traernos aquí sus
problemas", dicen en las calles de Quito. Y tienen argumentos para afirmarlo. Varios de los soldados
secuestrados en la base Las Delicias confirmaron, tras su liberación, que parte del cautiverio lo pasaron en
ese país. Otro caso escandaloso fue la incautación a la guerrilla colombiana, en octubre de 1996, de 18
cohetes M72, que habían sido vendidos a las fuerzas armadas de Ecuador por el gobierno de Estados
Unidos.Este panorama se ha ensombrecido más con el anuncio de los paramilitares de montar varios
cordones de seguridad para evitar que el tráfico de drogas y de armas de la frontera hacia Colombia beneficie
a la guerrilla. La amenaza aumentó el temor existente en un país azotado por la crisis económica, social y
política, donde Mahuad ha caído en las encuestas hasta sólo 14 por ciento de aceptación, el índice más bajo
de la historia. Esto hace que el presidente se aferre a cualquier ayuda ofrecida por Estados Unidos, que
incluye la estrecha colaboración para operar en la Base de Malta con el argumento de combatir el
narcotráfico.Entre tanto los soldados de la escuela El Coca siguen preparándose al tiempo que empiezan a
mostrar resultados: ya han desmantelado cuatro campamentos de guerrilleros colombianos, dos de ellos
sembrados con coca. Todos en el lado de la frontera ecuatoriana.