Especiales Semana

El agro, la gran incertidumbre

Con la llegada del TLC las negociaciones con este sector son las más complejas. Los agricultores boyacenses deben mejorar la calidad y los costos de sus productos para ser competitivos.

19 de agosto de 2006

El sector agropecuario desempeña un papel importante dentro de la actividad económica de Boyacá, pues allí se cultivan hortalizas, tubérculos, frutas, leguminosas y cereales. Sin embargo, este sector sólo representa, según cifras de la Sociedad de Agricultores de Colombia, el 12 por ciento del PIB departamental, una cifra que está por debajo de la medida nacional, que es del 20 por ciento.

Ricardo Sánchez, secretario general de la SAC, afirma que en Boyacá todavía hay una mala información con respecto a qué es el TLC. Los campesinos creen que éste traerá las mismas consecuencias de la apertura económica del 90, cuando Colombia abrió sus puertas al mercado estadounidense sin recibir nada a cambio.

Actualmente, los agricultores de Boyacá están produciendo a muy altos costos sus productos y no son ellos quienes se quedan con la mayor parte del dinero, sino los intermediarios. A esto habría que sumarle que el sector está conformado por pequeños productores a los que les falta organizarse para ampliar su mercado, disminuir los costos de producción y mejorar la calidad de sus cultivos. Una de sus necesidades más inmediatas es el saneamiento del río Chicamocha. Una labor que emprende Usochicamocha, el sistema de riego más grande en el departamento y que beneficia a nueve municipios del departamento.

El Tratado de Libre Comercio será definitivo y desde ahora se visualiza que el sector de frutas y hortalizas sería el gran beneficiado, mientras que los minifundistas de cereales (maíz, trigo, arroz, cebada, sorgo) y las oleaginosas (soya) y el algodón, enfrentarán grandes dificultades.

Ricardo Sánchez expresa que estas se pueden sortear si los campesinos cambian de mentalidad y buscan nuevos esquemas de producción en forma asociativa, que tengan capacidad de innovación, que logren un buen manejo empresarial, además de mejorar sus prácticas agrícolas. En el departamento ya se están realizando acciones que los llevarán a ser competitivos, sin embargo, la letra menuda del Tratado es una incertidumbre para los campesinos.

El gobierno central presentó un proyecto de ley denominado 'Agro Ingreso Seguro', que pretende otorgar auxilios económicos directos a los productores agrícolas y brindar apoyo a la competitividad a través de incentivos. Sin embargo, la reforma tributaria gravará productos agrícolas que no lo estaban, lo que afectará la demanda de los mismos. Paralelamente a esto se están presentando proyectos de ley sobre desarrollo rural y la ley de aguas, que pueden ir en contravía de los intereses de los agricultores.

Hasta ahora no hay medidas tangibles por parte del gobierno para que el sector enfrente el TLC, pero sí una alta incertidumbre para su desempeño. El Tratado se firmará en un corto plazo, pero la agenda interna y los programas de apoyo se desarrollarán a muy largo plazo, lo que no permitiría que las oportunidades se traduzcan en fortalezas. Y