Especiales Semana

El costurero milagroso

Veinte mujeres llevan más de dos décadas cosiendo ropa para vestir a 360 niños de los barrios marginales de Medellín. Una de ellas, Rocío de Arango, cuenta su historia.

18 de junio de 2011

"Tengo 76 años. Entré al costurero hace 15. Elia Jaramillo, quien lo fundó, ni siquiera sabía coser, pero quería ayudar. Conocimos el barrio el Picachito y sus necesidades, y nos enamoramos de él. Desde ese entonces, cosemos sin parar para entregarles a los niños ropa. Decimos que es un grupo milagroso porque las telas nos las regala la gente que sabe que no desperdiciamos nada, ¡prácticamente se multiplican! Somos diez y nos reunimos los lunes, pero nada de punto, cadeneta, chisme. Acá no hablamos del prójimo. Encomendamos nuestro trabajo, nos contamos las penas y cosemos, cosemos y cosemos. Lo mejor es que mientras lo hacemos no nos acordamos de nuestros achaques ni de cuántos años tenemos. Y es que la más jovencita tiene ya 60 y pico. Hacemos a un lado todo, porque la felicidad es una actitud ante la vida, y a nosotros ayudar nos hace felices".