Especiales Semana

EL CUIDADO DE LOS NIÑOS

26 de julio de 1993

Ese síntoma...¿Es tan grave?
NADIE NACE SABIENDO SER PADRE O madre y una de las mayores angustias cuando se tiene un bebe son las primeras enfermedades. Los primerizos, sobre todo las mamás, se imaginan que toda dolencia es mortal o poco menos que eso. De ahí la necesidad de un excelente pediatra al que se le puedan comunicar los temores sin reserva. Uno que sea paciente, considerado y claro. Pero además, es tambien recomendable conocer, aunque sea en términos generales, cuáles son los males más comunes entre los pequeños y su tratamiento adecuado.
La ictericia, por ejemplo, es un trastorno frecuente en recién nacidos y se manifiesta como una coloracion amarilla que ataca la piel, Ias mucosas y las conjuntivas. Se presenta cuando aI niño "se le sube la bilirrubina" en la sangre y la situación se remedia con sólo exponer al niño a los rayos del sol o con una fototerapia, aplicación de rayos fluorescentes de luz azul. Desde luego, hay otras causas. Esta es sólo una de las mas comunes.
Renglón aparte, los padres que lo son por primera vez suelen anqustiarse cuando comprueban que el bebé nierde peso apreciablemente al nacer. Aquí es bueno tener en cuenta que el niño recién nacido comienza a transpirar, sus riñones expulsan más líquido que antes y los intestinos se vacían por primera vez. Por eso pierde peso casi al mismo momento del nacimiento y en algunos casos hasta en un 10 por ciento. Pero no hay que preocuparse pues la situación se estabiliza una semana después del nacimiento y de entonces en adelante el proceso se invierte.
Estos primeros meses son también los de la cicatrización del ombligo, proceso que en ocasiones da como resultado un abultamiento que se denomina hernia umbilical. No es peligrosa pero sí esteticamente problemática. Por eso es bueno considerar que es operable entre los dos y los cuatro años.
Esos llantos interminables que trasnochan y angustian bastante son más frecuentes en los bebés que toman biberón acostados que en los amamantados.
¿Por qué? La posición horizontal no favorece para nada la expulsión de gases, causa principal de los espasmos intesti- nales. Lo ideal es colocarlo semierguido, procurando que su nariz quede libre para que pueda respirar. Así, cuando se le coloque en la espalda, unas palmaditas serán suficientes para sacar el aire sin ningún problema. Sin embargo, hay que reconocer que otros factores pueden ser el orígen del llanto. Por ejemplo, el exceso de alimentación.

De los ojos a la cadera
¿Qué pasa cuando el niño tiene permanentemente los ojos humedos? Simplemente hay una obstrucción parcial del conducto lagrimonasal. Un masaje con los dedos desde los ojos hasta Ia nariz, en sentido descendente, es de lo mejor. Es bueno hacerlo tres o cuatro veces aI día, hasta los tres meses de edad. Si después de este tiempo el trastorno no desaparece lo indicado es visitar al oftalmólogo.
Por supuesto, no se puede dejar por fuera a Ia dermatitis. Se puede evitar, dejando el mayor tiempo posible la colita del bebe al aire en una habitación tibia. Y aunque mas incómodos que los desechables, los pañales de aIgodón que se cambian cuando se mojan, se deben usar apenas se presenten indicios de esta afección. Además, Ias cremas que se usen deben ser descongestivas, sin corticoides.
Otro mal que preocupa demasiado cuando se presenta es la displacia congenita de cadera: Ia cavidad que recoge la cabeza del fémur no está lo suficientemente desarrollada pudiendo causar la salida de este hueso con facilidad. Generalmente el trastorno se detecta en el primer examen médico y la corrección puede iniciarse inmediatamente con pañales ortopédicos que mantienen las piernas del bebé abiertas. Asi el fémur oprime la cavidad que lo sostiene lográndose una configuración adecuada y el problema queda resuelto.
Como se ve, hay una apreciable variedad de enfermedades, pero todas tienen remedio. En cada caso lo mas importante es dominar la tensión y la ansiedad, teniendo en cuenta que los problemas desaparecerán si se actua a tiempo y no dejarán ninguna secuela
en el niño.

CUANDO TERMINAN LAS VACACIONES ..
ESTA ES EPOCA DE VACACIONES Y, A LA vez, de buscar colegio a los más chicos que ya estan en edad de aprender. Para nadie es un secreto que conseguir un plantel educativo que llene todas las expectativas de los que van a iniciar su aprendizaje se convierte en ocasiones en un verdadero viacrucis.
Más, si se tiene en cuenta que de los niveles básicos dependerá el sano desarrollo físico y mental de los niños en el futuro.
Hay muchas posibilidades para escoger y el primer paso, sin lugar a dudas, es el de conocer no una sino varias opciones pues la diversidad es grande y a cada institución la rigen parámetros diferentes. Los propietarios de cada colegio privado tienen el derecho de definir un perfil ideológico que marca los valores y creencias que se transmiten a los alumnos que estan siendo educados allí con la plena aceptación de sus padres.
Y eso no es todo. Es importante tener en cuenta que en Colombia hay tambien colegios extranjeros que imparten enseñanzas conforme a los valores, creencias, sistemas educativos e idiomas del respectivo país, que pueden ser en inglés, francés, alemán, italiano o hasta hebreo.

La aguja en el pajar
una vez realizada la "taxonomía', de los colegios hay que preguntarse por la calidad educativa de cada uno de ellos. Esta no se mide en términos de la cantidad de dinero que se pague al adquirir un bono y pagar la matrícula, ni por la intensidad horaria de cada materia -lo que definitivamente no depende del plantel, sino del Gobierno-, ni por la variedad de actividades extracurriculares que se realicen. Los expertos señalan que lo ideal es encontrar un sitio donde el niño sea visto como un ser individual, con cualidades y aptitudes propias. Un colegio que identifique el ritmo de aprendizaje de cada uno de sus alumnos ya que unos necesitan más tiempo que otros, por esta razón no se deben fijar pautas de ensenanza para masas homogéneas, sino para personas, que aunque pequeñas, ya tienen sus propias formas de ver el mundo.
Esto hace que aparte de los programas de enseñanza sea necesario tener en cuenta otros puntos, tarden básicos, a Ia hora de elegir el "segundo hogar". Es el caso de la infraestructura física que debe brindar comodidad y seguridad, es decir lugares apropiados donde los niños puedan aprender alegremente. Normas a este respecto hay. Por ejemplo, el Ministerio de Educación determina un máximo de 30 alumnos por curso.
Las actividades paralelas que le ayuden aI niño a desarrollarse física e intelectualmente son de suma importancia. Es el caso de los diferentes deportes, los grupos de teatro, de música o canto. Y si con todo esto el colegio tiene entre sus políticas una estrecha relación de comunicación con la familia, mucho mejor.
La comunicación entre maestros y padres ayuda a conseguir continuidad y coherencia en la educación impartida.

Llenando requisitos
Una vez el colegio se ha ajustado a las necesidades y los gustos de los padres, el paso siguiente es que ellos se ajusten a los requisitos y exigencias del colegio y aquí empieza el segundo gran capítulo dentro de la tarea, en ocasiones bastante dispendiosa, de ubicar aI pequeño en el colegio. En Bogotá, por ejemplo, Ia variedad de planteles educativos de calidad casi se puede equiparar con la cantidad de formas por llenar y entrevistas por presentar que estos exigen cuando se busca un cupo para un pequeño.
En el caso del Colegio Andino, que se ajusta a Ia categoria de colegios extranjeros, ya que es alemán, los niños inician sus estudios desde prekinder y tienen prelación aquellos que posean conocimientos básicos del alemán.
A los padres se les exige declaración de renta, Ia referencia de dos personas alemanas que los conozcan y un bono de un millón de pesos, el cual es consigna a nombre del plantel y que se devuelve cuando e alumno deja de estudiar en el mismo. Una vez se han aceptado estos requerimientos, los padres deben pasar por una en trevista con el sicólogo del plantel que definirá si estos llenan las expectativas para Ia aceptación del niño.
En el San Carlos, un colegio masculino, los pequeños se inician en transición a Ia edad de seis años, un año más que en la mayoría de los planteles educativos de la capital. Este colegio bilingue no exige conocimientos previos de inglés, pero sí es necesario que el infante haya iniciado su aprendizaje en español.
Así mismo tanto los padres como el pequeño candidato deben pasar por dos pruebas: un examen sicotécnico para el niño y una entrevista con la familia. Este plantel es de calendario B, lo que quiere decir que las inscripciones se inician en noviembre y las clases en septiembre. En otras palabras, hay que aplicar por el cupo casi con un año de anticipación.
En el Gimnasio Británico los ninos inician sus niveles básicos a Ia edad de dos años y medio en el nursery, que es como un jardín escolar. Aquí pasan año y medio, es decir que a los cuatro años continuan su educación en el preescolar. Cuando el niño no pasa por estos niveles y entra a primaria directamente se le exigen buenos conocimientos de ingIés. A los padres se les pide el registro civíl, fotos, certificados de vacunas y RH, entre otros documentos. Además se les muestra cómo funciona el colegio, las instalaciones y se dialoga con ellos sobre las políticas que se manejan en la institución.
En el caso del Gimnasio Campestre, los pequeños inician su educación en prekinder y el proceso para matricularlos por primera vez comienza aI diligenciarse el respectivo formuIario. Una vez hecho esto el departamento de sicología del colegio cita a los padres a una entrevista personal. Los preseleccionados presentarán posteriormente una evaluación. De este grupo salen los seleccionados para ingresar. A los padres de los chicos elegidos se les envía el paquete de matrícula que exige, entre otros requisitos, el reaistro civíl, fotos y un examen realizado por el médico del plantel.
Estos ejemplos son mínimos en relación con el número de colegios existentes en Bogotá y más aun en el país. La tarea es larga y en ocasiones hasta tediosa pero, cuando se mira en retrospectiva, no deja de ser un gran alivio sentir que el pequeño se va a sentir felíz y seguro en un lugar que garantiza armonía y equilibrio entre la disciplina y la diversión necesarios para un crecimiento normal.